La Costa Verde tiene más de 60 años extendiéndose desde el distrito de Chorrillos hasta el Callao, uniendo nueve municipios costeros de Lima Metropolitana y a la provincia chalaca. Esta, una de las principales vías de la ciudad, se conecta con la Vía Expresa Luis Bedoya Reyes, la Costanera y otras avenidas de gran afluencia.
Sin embargo, un reciente recorrido realizado por El Comercio revela un gran descuido por parte de las autoridades que velan por ella. La Municipalidad Metropolitana de Lima, a través de la Empresa Municipal de Apoyo a Proyectos Estratégicos (Emape), y la Autoridad del Proyecto Costa Verde son responsables de su administración hasta el límite con la región portuaria. Esta otra etapa, según el Gobierno Regional del Callao, es regulada por la Municipalidad Provincial del Callao.
Desde Chorrillos hasta el último tramo en el Callao, este diario logró identificar diversas problemáticas que ponen en riesgo la vida de los conductores y demuestran el desamparo de las autoridades en la administración, tanto del espacio vial como de las zonas de esparcimiento.
Huecos y rocas, un riesgo latente
En la bajada de Chorrillos hacia la Costa Verde, el tráfico ha sido una constante por años. Hoy, una de sus causas más resaltantes es un conjunto de huecos presentes desde hace más de un mes. Cuando los vehículos llegan al lugar, justo a la altura de la pileta del distrito, muchos invaden el carril contrario, frenan de improvisto o se acercan al límite de la pista.
Félix Ugarte, subgerente de movilidad urbana de la Municipalidad de Chorrillos, indicó que “donde se ha producido los huecos es porque debajo, al parecer, hay una situación con un canal del río Surco. Al parecer se han averiado y filtra el agua”. Asimismo, expresó que, si bien sería competencia de la MML, su comuna viene realizando labores de mantenimiento.
El gerente de desarrollo urbano de la misma comuna, Felipe Gamarra, advirtió que han enviado oficios a la gerencia de desarrollo urbano, a Emape y a la gerencia de movilidad de la MML urbana para exigir tanto el mantenimiento de la vía como de los acantilados. Incluso, mencionó que colocarán letreros informando que la municipalidad metropolitana es la entidad responsable del mantenimiento de la pista.
Una vez superado este primer obstáculo, los conductores ingresan a la vía rápida, donde el límite de velocidad es de 60 kilómetros por hora. Pegado al acantilado del circuito de playas, las rejas de contención se presentan rotas y deterioradas. Incluso, las piedras y rocas suelen invadir la pista, nuevamente generando un gran riesgo para los usuarios.
En conversación con El Comercio, el exjefe de la División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito de la Policía Nacional del Perú (PNP), Franklin Barreto, resaltó que tanto los huecos como las piedras son un peligro, principalmente porque “los conductores intentan proteger su vehículo. [Cuando perciben un riesgo, como un hueco] lo primero que hacen es intentar evadirlo. Estas maniobras ocasionan accidentes”.
“Hay que darle un ‘jalón de orejas’ a la Municipalidad de Lima, que es la autoridad que verifica el estado de esta vía. Sin embargo, no es un asunto únicamente de la Costa Verde, sino de la mayoría de las pistas”, argumentó Barreto.
Asimismo, el especialista añadió que un bache puede ocasionar graves daños a un vehículo porque estos suelen tener tracción delantera y soportan todo su peso en la parte frontal. Al impactar con un desnivel “atenta gravemente contra el vehículo, afectando la conducción y genera un mal comportamiento del conductor que se podría prevenir con un adecuado cuidado de la vía pública”.
Para Barreto, la caída de piedras es un fenómeno aún más peligroso, debido a que “es más sorpresivo [que un hueco] para el conductor. Ya han ocurrido varios accidentes por este tipo de ocasiones”.
Este diario se contactó con el área de prensa de la Municipalidad Metropolitana de Lima para conocer las acciones respecto a la situación de las barreras de contención. Al cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.
Acumulación de basura y rejas rotas
Además del mal estado de la vía, que pone en riesgo a los conductores y genera tráfico, la imagen que refleja la Costa Verde es de un espacio olvidado en buena cuenta. Por ejemplo, desde Chorrillos se puede notar la acumulación de basura en los acantilados.
Incluso, en el recorrido de este Diario, se evidenció la presencia de colchones y ropa vieja, dejando notar que estos espacios podrían ser usados por personas para pernoctar al lado del acantilado. De manera similar, El Comercio encontró un espacio, a la altura de Barranco, donde las cuevas se han empleado como guaridas por los indigentes. La comuna no respondió a la solicitud de entrevista.
En el lugar se encontraron prendas de vestir, basura quemada, artículos personales e incluso, un coche para bebés. También se ha instalado una suerte de tendedero donde las personas cuelgan la ropa en horas de la mañana. El único aparente acceso a dicho lugar es cruzando la vía, con un inminente riesgo de generar un accidente.
Gamarra explicó que se está trabajando de la mano con la Policía Nacional del Perú y los equipos de serenazgo para poner a disposición de las autoridades a quienes hagan mal uso de estos espacios, incluyendo a los indigentes. Señaló que el malecón Grau también es competencia de la MML y que hay injerencia del Ministerio de Cultura.
El Comercio conversó con el urbanista Aldo Facho Dede, quien señaló que “la Costa Verde viene degradándose de manera sostenida, a causa de su principal problema: su gobernanza. La basura, los indigentes, los actos de mal vivir y la delincuencia, todo es parte de lo mismo”.
El especialista argumentó que existe una fragmentación de responsabilidades con respecto al mantenimiento y explotación de este espacio. Precisó también que la parte víal es lo “único que funciona” a nivel administrativo, debido a que es responsabilidad de una única autoridad: la MML.
Carmen Kong, gerente de obras de la Municipalidad de Magdalena, indicó a este diario que “esas mallas tienen ya mucho tiempo, hay zonas muy deterioradas. Entiendo que están pensando [la MML] cambiarlas. Hemos mandado documentos al municipio”.
“Fuera de la estructura vial, los municipios distritales tienen responsabilidad, pero los gastos de mantenimiento [no alcanzan]”, recalcó Facho Dede. “Tenemos una administración enfocada en infraestructura vial. Estas limitaciones resultan en este espacio abandonado”, resaltó. Finalmente, el urbanista señaló que “la Costa Verde, hoy, es un lugar poco atractivo y muy demandante [a nivel de recursos]”.
Deterioro de los espacios públicos
La Costa Verde no tiene mucho de verde. De hecho, el intento de acompañar la vía y el malecón con vegetación aparenta haber fracasado. El Comercio encontró árboles, césped y palmeras secas y hasta muertas. Incluso, en las últimas etapas de la vía, construidas en el Callao, la historia es la misma.
A lo largo del malecón, este Diario registró el dramático estado de los parques y espacios de esparcimiento. Desde postes de luz sin focos hasta bancas empolvadas y dañadas. A esto se suma basura, acompaña el paisaje y el suelo de toda la Costa Verde.
Caso contrario sucede con San Isidro, distrito con menor proporción de terreno en la Costa Verde (800 metros lineales). Cuenta con el Bosque Bicentenario, un espacio público de más de 40 mil metros cuadrados, con áreas verdes, zonas para descanso, iluminación ornamental y una ciclovía que forma parte de la ruta ciclista de la Costa Verde.
El Comercio también encontró servicios higiénicos donde los ingresos han sido tapados con planchas de madera, evitando por completo su acceso. En otros espacios, los baños se encuentran en estados deplorables y altamente antihigiénicos, con basura, barro y orina esparcido por todo el piso.
Adicionalmente, llamó la atención que estos espacios no cuentan con acceso a agua potable. Incluso, las salidas de agua se encuentran tapadas. Lo que se plasmó como pequeñas plazas para peatones, ciclistas y todo tipo de visitantes, se ha convertido en espacios tomados por personas de mal vivir y el silencio de las autoridades.
Algunos de estos espacios se encuentran dentro del área que compete a la Municipalidad de Magdalena, entre el extremo oeste de la vía hasta la franja ribereña (50 metros a tierra desde la línea de más alta marea). Según informó a este diario Carmen Kong, gerente de obras de dicho municipio, estas obras no fueron recibidas oficialmente por la comuna.
“A través de Emape construyeron [la MML] la ciclovía al lado de la playa, módulos, kioscos. Esto nunca fue entregado a la Municipalidad [de Magdalena]. Tuvo muchos problemas. Al no recibirlas no se ha dado ningún tipo de mantenimiento”, arguyó Kong. La Municipalidad de San Miguel también fue consultada al respecto, pero al cierre de esta edición no dieron respuesta.
La gerente también explicó que la responsabilidad de la Autoridad del Proyecto Costa Verde es la de actuar como un órganos técnico-normativo que promueva el desarrollo de este espacio, pero “no son ejecutores. Es una entidad que agrupa a los alcaldes rivereños o representantes bajo la responsabilidad de la MML”.
Vía sin luz
Además de la acumulación de desmonte, espacios con las mallas dañadas y desperdicios en los acantilados del tramo de la Costa Verde en el Callao, esta vía permanece a ciegas ante los retrasos en el alumbrado de esta etapa.
Tanto la Municipalidad Provincial del Callao como el Gobierno Regional indicaron a El Comercio que esta obra corresponde a la empresa eléctrica Enel. Cabe señalar que esto ha obligado a las autoridades a impedir el tránsito nocturno por esta zona en diversas ocasiones.
El GORE aclaró que “el alumbrado público es un componente que no fue considerado dentro del proyecto original” y se tiene como fecha de entrega del proyecto, por parte de Enel, el 26 de agosto próximo. Tras la publicación de este reportaje, Enel comunicó lo siguiente:
Asimismo, respecto al desmonte encontrado al lado de la vía, el Gobierno Regional indicó que “obedecen a botaderos no autorizados” y se está trabajando con la alcaldía provincial para su remoción.
Descargos
El Comercio solicitó una entrevista a la Municipalidad Metropolitana de Lima, pero al cierre de esta edición no se designó a un vocero. Asimismo, contactó vía telefónica y por correo electrónico con la Autoridad del Proyecto Costa Verde, pero no obtuvo respuesta. De igual forma, se contactó con todos los distritos costeros de Lima Metropolitana.