Durante la última semana Roily Quispe Huanaco, (38) y Juan Carlos Cuba León (25) fueron detenidos al estar involucrados en la falsificación de boletos para ingresar a la ciudadela inca de Machu Picchu, cambiando el número de código de reserva en los boletos impresos generados por el portal del Ministerio de Cultura en Cusco.
La intervención de ambas personas se concretó tras el pedido de la Dirección de Cultura Cusco (DDCC), quienes alertaron a las autoridades policiales de una presunta adulteración de boletos de ingreso. Durante las diligencias, tres visitantes extranjeros fueron retenidos por presentar estos boletos, ellos señalaron no tener conocimiento de la presunta falsedad de los tickets presentados y que estos les fueron proporcionados por sus operadores turísticos. El caso se encuentra bajo investigación de la PNP de Machu Picchu y las autoridades están trabajando para esclarecer el alcance de esta presunta banda delincuencial denominada “los boleteros de Machu Picchu”.
Este hecho cuestionable se suma al aumento progresivo e insuficiente del aforo, las advertencias de afectación del patrimonio cultural, denuncias de mafias en la venta de boletos, conflictos sociales, denuncias de turistas varados o sin concretar su visita a la maravilla mundial los cuales han caracterizado las últimas visitas al santuario.
Actualmente el aforo al santuario inca es de 4.044 de visitas diarias, sin embargo, la Unidad de Gestión del Santuario Histórico de Machu Picchu (UGM) pide el incremento a 5.044 visitantes, esta medida aún no ha sido aprobada.
Ante esta situación existen opiniones divididas. Por un lado, está el sector Turismo, que exhorta a las autoridades elevar el aforo, para garantizar la reactivación de una de las actividades más rentables de la región y que genera más puestos de trabajo. El presidente de la Cámara de Comercio de Cusco, John Santos Gonzáles, señaló que, de aprobarse la cantidad, este nuevo número de cupos abierto impulsará la reactivación de esta actividad.
Fernando Astete, ex jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu advirtió, en su obra “30 años de experiencia al frente de Machupicchu”, que el cambio climático y la gestión de turismo masivo son los retos mayores a los que tendrá que enfrentarse la ciudadela.
Saul Caipani, gerente regional de Comercio Exterior, Turismo y Artesanía en Cusco, coincide en la importancia de la preservación y al mismo tiempo de la reactivación turística “principalmente, debemos preservar el Santuario. Somos conscientes que es fundamental la preservación, pero no podemos interrumpir el desarrollo y la alta demanda de visitas. Existe un estudio de Comer que necesita ser actualizado porque la Llaqta pide tomar nuevas acciones y el perfil del turista después de pandemia ha cambiado. Muchos de los países vecinos ya han regresado a sus números postpandemia y el único que se está quedando es Perú por este tema del aforo que debemos resolver lo antes posible”, refirió la autoridad regional.
Caipani señala que se deben buscar alternativas viables que favorezcan a la preservación sin ir contra la reactivación económica y turística. “El incremento de aforo es un estudio que tiene que ser validado, tenemos que darle otra mirada viable y en plazos cortos como la reducción de horas de visita, implementar puntos estratégicos de visita, ver la satisfacción del visitante, pero también aplicar criterios para preservar los espacios”.
Reservas virtuales
Algunos avances se han dado desde la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco, quienes anunciaron cambios en la venta directa de los mil boletos en Machu Picchu Pueblo, que ahora se realizará un día antes de la visita, desde las 15:30 hasta las 22:00 horas, a fin de evitar las largas colas que se apreciaron en días anteriores.
Se precisó, además, que, los visitantes podrán hacer su reserva virtual para la compra directa de esos mil boletos, a través del internet, hasta con 48 horas de anticipación y de acuerdo a la disponibilidad, para realizar el pago del boleto en forma presencial en Machu Picchu Pueblo, un día antes de su visita.
“Estas medidas están orientadas a superar las dificultades que se han presentado en la venta directa de boletos”, señaló Maritza Candia, directora de la entidad cultural, durante la última reunión del Comité Técnico de la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM), realizada en Cusco.
La reserva virtual de boletos de venta directa se implementará a partir del 15 de agosto, para lo cual, los interesados deberán registrar sus datos personales, ya que las reservas serán personales e intransferibles, con la finalidad de evitar a los operadores informales, que pueden sorprender a los visitantes. El enlace se está trabajando y será informado oportunamente, antes del inicio de las reservas virtuales.
Durante la reunión de la Unidad de Gestión de Machu Picchu, también se informó que la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco ha implementado cinco ventanillas de venta directa de boletos en el Centro Cultural de Machu Picchu Pueblo.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Cultura se ha indicado que los boletos que se ofertan vía web y en las taquillas de Cusco se han agotado hasta fines de este mes, siendo los mil diarios que se ofertan en Machu Picchu Pueblo, los únicos que quedan a la venta.
Patrimonio en riesgo
En el 2007, Francesco Bandarín, director del Centro del Patrimonio Mundial de Unesco, advirtió sobre el “grave riesgo” que enfrenta Machu Picchu, debido a la explotación turística indiscriminada.
Bandarín advirtió que “no son escuchadas” las recomendaciones de la Unesco para preservar el desarrollo sustentable. El funcionario admitió que, en el caso de Machu Picchu, “la parte arqueológica está bien conservada”, pero la amenaza proviene “del desarrollo caótico y anárquico del poblado de Aguas Calientes”.
“Las presiones políticas, económicas y de todo tipo para desarrollar el turismo están arruinando el paisaje histórico de Machu Picchu”, sostuvo Bandarín. Posteriomente la Unesco retiró intención de inscribir a Machu Picchu en la lista del Patrimonio Mundial en peligro, sin embargo, el riesgo es latente ante el incremento de la demanda de turistas.
Un informe del Ministerio de Cultura señalaba que las piedras incas de la ciudadela tienen un desgaste de más de 5 milímetros en algunas zonas como las fuentes de agua.
El primer escaneo en 3D fue realizado en el 2016. Desde entonces, el desgaste se acumula en casi un milímetro por año debido a las condiciones climáticas y el tránsito de las personas. Y en una década, el daño ascendería a un centímetro.
Antecedentes
En 2005 se aprobó el Plan Maestro de Santuario Histórico de Machu Picchu 2005 – 2010. En ese documento se precisó, por primera vez, que el aforo máximo diario a la ciudad inca debía ser 2,500 visitas diarias y 500 al camino inca. «Se establece que la soportabilidad de carga máxima anual es de 2,500 personas por día […] cifra incluye a los guías”, señala el documento.
El cálculo de la capacidad de carga del monumento se hizo tomando en cuenta la duración de la visita en diferentes circuitos, los cuellos de botella, horarios de visita y un número promedio de 20 integrantes por grupo, entre otros aspectos.
Sin embargo, debido al aumento del flujo de turistas, principalmente extranjeros, y bajo la premisa de que no se podía ahuyentar a los visitantes, no se controló esa cifra. Hubo años -sobre todo a partir del 2007 cuando Machu Picchu fue reconocido como nueva maravilla mundial- en los que ingresaron más de 6,000 turistas en un solo día.
En 2015, la consultora cultural Site Research and Management, bajo la dirección de Douglas Comer, realizó el «Estudio de capacidad de carga y límites de cambio aceptable del Santuario Histórico de Machu Picchu». Durante el trabajo se evaluó la llaqta inca y su entorno inmediato, así como la red de caminos inka.
Del estudio salió una propuesta que consideraba cuatro alternativas para definir la capacidad de carga. Las dos primeras consistían en mantener el modelo vigente de ingresos y, por ende, el aforo no debía superar las 2,244 personas por día, es decir, menos de lo que había fijado el Plan Maestro.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco estuvo implementando este instrumento de gestión, porque fue aprobado por el Mincul con la Resolución Ministerial 173, en 2020.
No obstante, este aforo no era inmodificable: podía aumentar siempre que se implementaran algunas medidas en la gestión de ingresos y salidas, así como otros aspectos en el manejo del flujo turístico.
Actulamente con respecto al aumento de aforo a 5,940 visitantes diarios, se conformó la subcomisión para la evaluación técnica del incremento de los boletos al Santuario Histórico de Machu Picchu, resultado que será presentado en la siguiente reunión.
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