Solo 4 de las 33 autoridades subnacionales de Perú Libre en Junín han ejecutado más del 50% de presupuesto en proyectos para el 2022

Al 30 de agosto, el 88% del total de estas autoridades ha ejecutado menos de la mitad del presupuesto asignado a proyectos de inversión para el último año de gestión, según la plataforma Consulta Amigable del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

LEE TAMBIÉN | Elecciones 2022: ¿quiénes son y qué proponen los candidatos a la región de Junín?

Solo 4 de 33 alcaldes superaron el 50% de avance de ejecución. Se trata de Eloy Edison Chipana (alcalde distrital de Hualhuas, provincia de Huancayo), Roberto Artico Juica (alcalde distrital de Chongos Alto, provincia de Huancayo), Williams José Maraví (alcalde distrital de Cochas, provincia de Concepción) y Luis Carlos de la Cruz (alcalde distrital de Chilca, provincia de Huancayo).

Ninguna de las 5 autoridades ediles provinciales gastaron más de la mitad del presupuesto para proyectos de inversión. Tampoco lo hizo el gobernador regional Fernando Orihuela Rojas, quien asumió el cargo en agosto del 2019, luego de la suspensión de Vladimir Cerrón. En este último caso, el avance al 30 de agosto es de 44,6%. La cifra está por debajo del promedio de ejecución presupuestal de los gobiernos regionales del país en el 2022, que es de 34,7%.

En promedio, todas las municipalidades provinciales de Junín –es decir, no solo las de Perú Libre– tienen un promedio avance de ejecución de 34% en el 2022. El promedio de ejecución de las municipalidades distritales en la misma región en lo que va del año es de 40,8%.

Los posibles motivos detrás del retraso

Alvaro Gálvez Pasco, investigador principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), advierte que el avance de ejecución presupuestal en proyectos de inversión, por sí solo, no es suficiente para evaluar la eficiencia de los gobiernos subnacionales. Ello debido a que existen diversos elementos que podrían explicar la demora en el avance, como por ejemplo un retraso en la transferencia de recursos por parte del gobierno nacional.

“Estamos tomando una fotografía del momento, pero hay muchos factores que evaluar, como en qué momento reciben las transferencias (del gobierno nacional)”, sostiene.

Un ejemplo de lo anterior es el caso de las municipalidades distritales de Ahuac (provincia de Chupaca) y Manzanares (provincia de Concepción). Según la plataforma del MEF, estos dos gobiernos locales son los que menos han ejecutado el presupuesto para proyectos de inversión entre las autoridades electas por Perú Libre en Junín.

Ocurre que el grueso del presupuesto asignado a estos municipios corresponde a tres proyectos cuyos fondos han sido transferidos por el gobierno nacional hace pocos meses, lo cual explicaría los bajos porcentajes de avance de ejecución.

“En los tres proyectos, la licitación está en etapa consentida. Esto quiere decir que en cualquier momento (las municipalidades) pasan a comprometer el gasto, y es bastante probable que gasten los montos asignados para fin de año”, explica Gálvez.

Por otro lado, el especialista precisa que, si bien es cierto que el avance de ejecución de las municipalidades al final de año es menor que el de otras entidades estatales, el presupuesto con el que comienzan la gestión los gobiernos locales casi se triplica al culminar cada año.

“Eso no ocurre con los ministerios y gobiernos regionales. Por ello, esta imagen reducida de mirar el porcentaje de ejecución no te da una figura completa”, indica.

Flavio Ausejo, especialista en gestión pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), considera que las cifras evidencian “que el ritmo de ejecución presupuestal, en la mayoría de casos, es bastante pobre”.

Sin embargo, al igual que Gálvez, Ausejo advierte que los porcentajes de avance de ejecución deben evaluarse cuidadosamente.

“Mirar el tema de ejecución presupuestal es el indicador que siempre miramos, pero hay que mirarlo con cuidado porque no necesariamente significa que no hay un mal desempeño de la municipalidad. Puede ser que tengas un municipio que tenga dos grandes obras, y que los recursos van a entrar en la cajita de ‘ejecutados’ en octubre, cuando está programada la entrega de la obra”, señala.

Otro factor que puede retrasar el avance de ejecución, explica Gálvez, es el constante cambio en las normas de contrataciones con el Estado.

“Los sistemas administrativos, básicamente el de inversión pública y el de abastecimiento, no tienen reglas determinadas que se mantengan a lo largo de los años. Todos los años cambian las reglas de juego. Por lo tanto, no hay una coherencia en el tiempo en los sistemas administrativos que permiten que la ejecución fluya a lo largo de los años”, explica.

Por último, Ausejo señala que, en algunos casos, el retraso en el avance de ejecución presupuestal puede deberse a motivos de corrupción.

“Ello ocurre cuando estás manipulando el proceso para beneficiar a alguien”, sostiene.

Gálvez considera que la ejecución presupuestal de los gobiernos subnacionales podría mejorarse a través del fortalecimiento de esquemas de incentivos por logros de metas de inversiones. Un ejemplo es el Reconocimiento a la Ejecución de Inversiones (REI) del MEF, que recompensa con mayor presupuesto a los gobiernos regionales y locales que cumplan metas relacionadas a la ejecución de inversiones en un periodo determinado de tiempo.

El experto, sin embargo, advierte que para que estos programas tengan mayor éxito, es importante que sean predecibles y que las reglas se mantengan iguales en el tiempo.

“El REI funciona, pero cambia de reglas cada año. Los procesos deben ser más predecibles e iguales en el tiempo, para que las municipalidades puedan planificar”, señala