Mediante el proyecto Leyendo en Alto, Yamilet brinda talleres de lectura gratuitos para niños en los asentamientos humanos Vista Alegre, Barrios Altos y Alto Perú, en Casma.
Mediante el proyecto Leyendo en Alto, Yamilet brinda talleres de lectura gratuitos para niños en los asentamientos humanos Vista Alegre, Barrios Altos y Alto Perú, en Casma.
/ HUGO CUROTTO / EL COMERCIO
Renzo Giner Vásquez

Un pequeño toldo azul, instalado sobre una vereda del asentamiento humano Vista Alegre, es el único alivio para el abrasador sol que durante el día cae sobre . Pese a ello, una decena de niños esperan ansiosos a que comience su curso de lectura de hoy.

MIRA: Almaquio Ortega, el sobreviviente de la tragedia de 1970 que busca preservar el recuerdo de Yungay

Como parte de la campaña de El Comercio y el BCP, nos encontramos recorriendo los asentamientos humanos de Vista Alegre, Barrios Altos y Alto Perú en busca de Yamilet Reyes, una joven docente de arte dramático y directora de “Leyendo en Alto”, un proyecto mediante el cuál busca promover la lectura entre los niños de menos recursos de Casma.

Luego de cursar la primaria y secundaria en esta pequeña ciudad ancashina, Yamilet tuvo que mudarse a la capital gracias a que ingresó a la Escuela Superior de Arte Dramático de Lima. La pandemia, sin embargo, obligaría a la joven a regresar a su tierra natal y cursar su último año de forma virtual.

Cuando yo vivía aquí no había espacios donde uno pueda desarrollarse artísticamente. Incluso hasta ahora no los hay. Cuando lo encontré en Lima quedé sorprendida”, nos cuenta mientras distribuye entre los pequeños una hojas para colorear.

Pese al intenso calor que se siente en Casma, los niños no se pierden una tarde de lectura con Yamilet.
Pese al intenso calor que se siente en Casma, los niños no se pierden una tarde de lectura con Yamilet.
/ HUGO CUROTTO / EL COMERCIO

Fue entonces cuando Yamilet se propuso cambiar la situación de su ciudad. Durante dos años diseñó un proyecto que le permitiera llevar un programa de lectura a los niños que vivan en zonas de menos recursos. Se reunió con las autoridades comunales de tres de los asentamientos humanos más grandes de Casma y los convenció del potencial que tenía su idea. “Dos de los líderes comunales me apoyaron de inmediato, pero hubo un tercero que no confiaba mucho en lo que podía hacer, así que comencé a recorrer yo misma el barrio y a contar qué quería crear”, recuerda la joven.

Su iniciativa la llevó a ganar un fondo del Ministerio de Cultura orientado al fomento de la lectura. Los vecinos de Vista Alegre le donaron un pequeño local hecho con esteras para que pueda dictar los talleres desde ahí. Y en total ha conseguido convocar a cerca de 60 niños entre los tres barrios. En el camino también se sumó Leonardo, otro joven que comenzó apoyándola en el dictado de talleres y ahora es voluntario a tiempo completo. Stefany, madre de uno de los niños que asisten al programa, va en ese camino y durante las dos tardes semanales en las que Yamilet visita su barrio está lista para apoyarla en todo lo que necesite.

Después del primer módulo, que comprendió los meses de enero, febrero y marzo, Yamilet se encontró con otro problema. El módulo en el que dictaban los talleres comenzó a caerse debido a la falta de mantenimiento y la precariedad de la construcción. Fue ahí donde decidió conseguir un toldo y dictar los talleres en plena calle. Nada parece ser capaz de torcer su brazo cuando está dispuesta a algo.

El módulo donde Yamilet dictaba los talleres ahora es inseguro, debido a la precariedad de su construcción y la falta de recursos para darle mantenimiento.
El módulo donde Yamilet dictaba los talleres ahora es inseguro, debido a la precariedad de su construcción y la falta de recursos para darle mantenimiento.
/ HUGO CUROTTO / EL COMERCIO

El objetivo durante esta segunda etapa del proyecto es construir un módulo. Estuve investigando junto a mi amiga Adriana, quien es psicóloga social y dirige la asociación Educación, Protagonismo y Arte (EPA), y juntas accedimos a un fondo internacional de parte del programa Iberbibliotecas para financiar el proyecto con la construcción del módulo. Así que en poco tiempo estoy segura de que lo tendremos”, cuenta decidida.

Los niños han terminado de pintar y es hora de que Yamilet inicie con la última lectura de la tarde. Así que mientras ellos se acomodan para escuchar a la joven, nosotros nos despedimos para continuar con nuestro viaje, con la satisfacción de saber que en el camino dejamos a una peruana que suma promoviendo el arte entre los pequeños de menos recursos y superando cada obstáculo que se le presente.

Contenido sugerido

Contenido GEC