Alejandro Toledo afrontará en libertad bajo fianza el proceso su extradición al Perú. El juez determinó que quedarse en prisión encarnaría un riesgo muy grande de enfermarse de COVID-19.   (Foto: Andina)
Alejandro Toledo afrontará en libertad bajo fianza el proceso su extradición al Perú. El juez determinó que quedarse en prisión encarnaría un riesgo muy grande de enfermarse de COVID-19. (Foto: Andina)
Redacción EC

El juez del Distrito Norte de California Thomas S. Hixson decidió acoger la solicitud de reconsideración hecha el lunes por el expresidente para obtener la libertad bajo fianza. El ex líder de Perú Posible argumentó que tenía un alto riesgo de contraer en la correccional de Maguire, del condado de San Mateo, California.

Luego de una larga negociación con la esposa de Toledo, Eliane Karp, y con sus abogados, Hixson estableció la fianza en US$1 millón, de los cuales la mitad –US$500.000– deberán ser abonados en dinero y no asegurados mediante bienes. El monto será cubierto en parte por cinco amigos del expresidente en Estados Unidos. De esa cifra, Karp deberá poner US$175.000, según la orden emita por el juez, a la que accedió El Comercio.

La liberación se hará efectiva –dijo Hixson– solo después de que se junten los US$500.000 que deben ponerse en efectivo para la fianza. Además, Karp deberá entregar los pasaportes de ambos, para reducir aún más el riesgo de fuga. La fiscalía federal de Estados Unidos podrá apelar hasta que se termine de juntar todo el dinero, y ya adelantó que lo hará.

Hixson, sin embargo, dejó en claro que su decisión no se suspende hasta que se resuelva la apelación. Es decir, que Toledo saldrá en libertad solo cuando haya juntado los US$500.000 en efectivo para su fianza y entregado los pasaportes.

El exmandatario, quien fue detenido en julio del año pasado en Estados Unidos por mandato de extradición, afrontará en libertad bajo fianza el proceso de retorno al Perú, que lo reclama por presuntamente haber recibido millonarios sobornos de parte de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de la licitación, durante su mandato, de los tramos II y III de la carretera Interoceánica Sur.


El exmandatario afirmó el lunes que se encontraba en peligro, porque ve al COVID-19 expandiéndose a su alrededor. En el oficio que sus abogados enviaron al juez Hixson, al cual tuvo acceso El Comercio, mencionaba que “el condado de San Mateo es uno de los epicentros de la pandemia”. Según cifras oficiales, la circunscripción registraba 41 casos confirmados el lunes.

Toledo, además, alegó que las instalaciones de la prisión en las que está favorecen el contagio, debido a que ahí funciona la unidad médica. Agregó que él interactúa “con los mismos guardias y personal médico” y que comparte el mismo cuarto de entretenimiento e incluso respira “el mismo aire sin filtrar” que los otros internos con problemas de salud.

La defensa legal del ex jefe de Estado también hizo hincapié en la edad y en la salud de su patrocinado.

“El Dr. Toledo tiene 73 años y sufre de hipertensión. Tendrá 74 a fin de mes. Los lineamientos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades [de Estados Unidos] dicen que las personas de más de 60 y con problemas crónicos de salud, incluida la hipertensión, deben tomar inmediata acción preventiva”, dicen los abogados.

“Un peligro que enfrentan todos los internos”

La fiscal federal Elise LaPunzina se opuso a estos argumentos de Toledo el miércoles, en un documento de ocho páginas que hizo llegar al juez Hixson.

LaPunzina cuestionó que el pedido de Toledo sea casi el mismo, salvo por los argumentos referidos al coronavirus, al recurso que fue rechazado hace una semana por el juez Vince Chhabria. “Presenta exactamente los mismos hechos y argumentos sobre el riesgo de fuga que presentó en sus solicitudes de liberación y de reconsideración", refirió.

Pero LaPunzina también atacó el argumento del COVID-19. La fiscal dice que, para que esta enfermedad constituya una “circunstancia especial”, tendría que ser un riesgo solo para el expresidente, y no algo que amenace a toda la población penitenciaria. “Como Toledo mismo reconoce, la posible exposición a la enfermedad es un peligro que lamentablemente enfrentan todos los internos”, aseguró.

La fiscal federal, además, sostuvo que no hay sustento para decir que Toledo está en riesgo de contraer coronavirus. “Actualmente no hay casos reportados de COVID-19 en Maguire [la cárcel del condado de San Mateo que alberga al expresidente]”, subrayó.

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