¿Cuántos votos obtuvieron los congresistas en los distritos donde tenían vínculos con la alcaldía?

Las votaciones de cinco congresistas muestran que no solo los lazos políticos sino también los familiares pueden ser un factor clave para conseguir una curul. El Comercio sistematizó las actas, por distrito, de las elecciones del 26 de enero, y corroboró que en tres de los casos, su relación con la alcaldía de un distrito les valió obtener más del 30% de su votación total.

De los cinco casos analizados, tres son familiares directos de una autoridad local. Leslye Lazo (Acción Popular) es esposa del alcalde de San Martín de Porres; Rennan Espinoza (Somos Perú) es padre del alcalde de Puente Piedra; y Felipe Castillo (Podemos Perú) es hijo del alcalde de Los Olivos. Solo en el caso de Lazo y Espinoza, sus familiares son afiliados al mismo partido con el que postularon.

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El caso de Lazo es significativo porque es la primera vez, a diferencia de Espinoza y Castillo, que se presentaba a una contienda electoral. Fue elegida y el distrito donde obtuvo más votos es precisamente San Martín de Porres, donde su esposo Julio Chávez es alcalde. Los votos que obtuvo Lazo en este distrito representan el 16% de su resultado total en Lima.

La ahora legisladora acciopopulista solo fue superada en San Martín de Porres por personajes con pasado político, Daniel Urresti (Podemos Perú), Martha Chávez (Fuerza Popular) y Alberto de Belaunde (Partido Morado). En el resto de 42 distritos de Lima, el promedio de votos alcanzados por Lazo apenas llega a 1.295.

La vida política de Lazo, desde que inició funciones en el Congreso, se ha mantenido ligada al distrito de San Martín de Porres, donde en medio de la pandemia por el coronavirus acompañó a su esposo, el alcalde Julio Chávez, a los actos de entrega de víveres.

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Tanto Lazo como su esposo dieron positivo al COVID-19. En su página de Facebook, la parlamentaria acciopopulista posteó fotos entregando víveres en otros distritos de Lima, lo que ha abierto especulaciones dentro del partido sobre posibles aspiraciones políticas para las elecciones subnacionales del 2022. Como se recuerda, este mandato congresal extraordinario culmina en julio del 2021.

En el caso de Rennan Espinoza y Felipe Castillo, hay dos factores que refuerzan su posicionamiento en el distrito: llevan el mismo nombre que sus familiares -hijo y padre, respectivamente- y han tenido trayectoria política en el distrito. Espinoza además de ya haber sido congresista, fue dos veces alcalde de Puente Piedra y mantiene un vínculo comercial en la jurisdicción con el Mercado de Huamantanga.

Castillo ha sido regidor provincial de Lima y ha postulado dos veces a la alcaldía de Los Olivos, pero sin éxito. En cambio, su padre, Felipe Castillo Alfaro está en su sexto mandado como burgomaestre del distrito.

La historia de los Castillo es particular, porque en el 2014, el padre candidateó a la alcaldía de Lima y dejó al hijo postular a Los Olivos, y ninguno de los dos logró ser elegido. En el 2018, padre e hijo compitieron por el sillón de Los Olivos, resultando ganador el patriarca de la familia.

Casi dos años después, Felipe Castillo hijo logró entrar al Congreso con Los Olivos como su principal bolsón electoral, representando el 38% de su votación total en Lima. Su promedio en el resto de 42 distritos de la capital es de apenas 684 votos. El. segundo distrito donde obtuvo más votos fue San Martín de Porres con 6.581, casi la tercera parte de lo que sacó en Los Olivos.

Los otros dos casos analizados son el de los parlamentarios Mónica Saavedra y Walter Rivera, ambos de Acción Popular, que hasta la fecha de la elección se venían desempeñando como gerente y regidor, respectivamente, en alcaldías de la capital.

En el caso de Saavedra, esta fue su primera experiencia política y recién se afilió al partido meses antes de la elección, y quizás por eso su votación en Jesús María, donde el alcalde Jorge Quintana es acciopopulista, no haya sido tan representativo en su cómputo global. El distrito donde Saavedra obtuvo mayor votación fue Santiago de Surco con 6.087 votos.

Caso distinto es el de Rivera, militante de la lampa desde hace siete años, quien en el 2014 postuló a la alcaldía de Ate pero sin éxito. En el 2018 logró ser elegido pero como regidor. El peso de Ate, donde obtuvo. 11.021 votos, fue clave en su resultado global, pues en el resto delos 42 distritos limeños su promedio es de 572 adhesiones. Su segundo mejor resultado es en San Martín de Porres con 1.771 votos, seis veces menos de lo que sacó en Ate.

Ya en el cargo de congresista, y en el contexto de la pandemia del coronavirus, Rivera ha desarrollado su labor de representación en Ate, donando agua.

El politólogo José Luis Incio, tras revisar esta pequeña muestra, refirió que se podría inferir que los vínculos políticos van más allá del partido político. “Esto podría generar que se utilice el aparato de la municipalidad para movilizar votantes, quizás recursos, y generar un bolsón electoral. La pregunta es cómo se logra esto”, explicó.

José Luis Incio añadió que estas relaciones ayudan pero no necesariamente te aseguran una votación.

Además, el arrastre se diluye conforme la relación es más lejana como la de Saavedra donde su cargo termina siendo más tecnocrático que el de Rivera que sí es político.

“Lo interesante es que la hipótesis en un país, con un sistema político partidario organizado, esperaríamos que el vínculo político arrastre más que lo familiar”, sostuvo.

Los que no alcanzaron

También se registran casos donde los vínculos con alcaldías distritales no alcanzaron a los candidatos para conseguir una curul. En el siguiente cuadro observamos tres casos de candidatos con vínculos familiares y otros tres casos con vínculos políticos.

Lo más representativo de este cuadro es que la votación en los distritos donde tenían un vínculo representaron desde un 34% hasta 69% de su resultado total. Si bien no lograron un escaño, esto refuerza la teoría del arrastre del vínculo familiar por encima del vínculo político partidario, al que hizo referencia el politólogo José Incio, líneas más arriba.

El caso de Juan Marticorena (Somos Perú) es significativo, pues su votación en Lurín donde su padre -del mismo nombre- es alcalde, representa casi el 70% de su votación total. Sacó 6.863 votos, y en el resto de los 42 distritos limeños, su promedio de votos es de 72.

Caso similar es el de César Pérez (Alianza para el Progreso), teniente alcalde de Ventanilla, quien obtuvo 7.110 votos en su distrito chalaco, tres veces más de lo que sacó en Callao Cercado, la circunscripción con más electores en el primer puerto.

En enero pasado, una semana antes de las elecciones, este Diario publicó un informe donde conversó sobre la candidatura de César Pérez con Freddy Mayta, gerente municipal de Ventanilla, quien mostró un memorándum que remitió a los trabajadores informando que quedaba prohibido realizar acciones proselitistas en horario laboral. Fuera de ese rango, según el mismo gerente, los trabajadores eran “libres de apoyar al candidato que deseen”.

Pero quizás el caso más interesante para analizar es el de Eloy Chávez Fernández, padre del alcalde de Villa María del Triunfo, Eloy Chávez Hernández. Esto debido a que Eloy Chávez padre tiene un vínculo político con Villa El Salvador, donde es regidor ininterrumpidamente desde el 2010 y postulando con tres agrupaciones políticas diferentes.

En Villa El Salvador, donde es regidor, Chávez obtuvo 5.145 votos. En Villa María del Triunfo, donde su hijo -con el mismo nombre- es alcalde, Chávez sacó 10.241 votos. Es decir, el doble de votos.