En sus cien primeros días, el Congreso ha presentado proyectos de ley a un ritmo de siete por día, con lo que superó a los tres períodos anteriores. Ese ritmo no parece tener una meseta a corto plazo, por lo que los analistas resaltan la necesidad de que el Parlamento reestructure su plan de trabajo legislativo.
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José Cevasco, ex oficial mayor del Congreso, consideró que existen dos factores que pueden explicar la elevada cantidad de proyectos presentados: el corto período que tienen (16 meses) y la coyuntura extraordinaria a raíz del COVID-19.
“El Congreso trata de obtener un espacio político que en tiempos normales tendría. Ahora no lo tiene porque toda la agenda mediática está centrada en el tema de salud. El Congreso tiene pocos especialistas en ese rubro, el resto de profesionales trata de llenar el espacio, pero, al no ser su especialidad, presentan iniciativas sin el rigor debido”, apuntó Cevasco.
Según los perfiles profesionales revisados por este Diario, solo 15 de los 130 congresistas han estudiado especialidades relacionadas a las ciencias médicas.
Para el analista político Erick Sablich, la coyuntura también motiva a los congresistas a mostrarse activos, ya no solo con proyectos sobre salud, sino también sobre economía. En esa línea, Sablich añadió un tercer factor.
“Hay que tener en cuenta que es un Congreso con bastantes bancadas, esa fragmentación hace que los grupos no estén bien cohesionados. En Acción Popular, vemos que se presentan distintos proyectos dependiendo de las facciones, y al tener varios voceros se facilita la presentación de las iniciativas”, indicó.
Este Diario reportó que existe una dinámica legislativa mediante la cual se presentan varias iniciativas similares o iguales, incluso desde una misma bancada, con el único afán de aparecer como autores en el expediente de la ley aprobada.
Para Sablich, el distanciamiento también ocasiona que exista menor discusión, entre los mismos congresistas, con sus asesores y con expertos. Esto, añadido a la dinámica de trabajo remoto desde sus casas, contribuye a la proliferación de los proyectos. Los congresistas solo requieren cinco firmas para ingresar sus iniciativas a trámite, y ahora se recolectan firmas digitales.
Reestructuración
El próximo 6 de julio, el Congreso empieza su segunda legislatura. Cevasco sostuvo que es necesario realizar un replanteamiento en el plan de trabajo legislativo.
Uno de estos cambios debería ser la reestructuración de las comisiones. “En lugar de una Comisión de Salud, deberían existir dos para incentivar un mayor estudio de este tema. La estructura actual no está pensada para una situación extraordinaria como la que se vive”, dijo.
También planteó cambiar la dinámica de citar a los titulares de los ministerios a diferentes comisiones. “Lo que hace falta son comisiones mixtas, donde participen los equipos técnicos de los ministerios y se involucren a otros sectores. El Congreso está perdiendo la oportunidad de articular una agenda país”, afirmó Cevasco.
Si se crearan comisiones mixtas, las normas saldrían con el aval técnico del Gobierno, y así se agilizaría el trámite. Las principales normas aprobadas hasta el momento por el Congreso han sido observadas por el Gobierno: la ley de los taxis colectivos, la suspensión del cobro de peajes y tres normas relacionadas al sector salud.