El empresario brasileño Leonardo Meirelles sirvió como instrumento para el pago de millonarias coimas hacia el extranjero, a pedido de las principales constructoras de su país. Así lo señala en su confesión Meirelles, quien recibió al fiscal peruano Hamilton Castro en enero del 2016 para revelar lo que hizo en el Perú.
Según su declaración ante el fiscal peruano, a la que la Unidad de Investigación de El Comercio tuvo acceso, Leonardo Meirelles se inició en la red de sobornos bajo las órdenes del cambista Alberto Youssef entre el 2010 y 2011. Aceptó que él “sabía que los valores en movimiento eran ilícitos y tenían como destino siempre políticos y sus emisarios”.
–Operación ‘Doleiro’–
Meirelles confesó que recibió en sus cuentas en Brasil y en el exterior “valores remitidos por casi todas las empresas constructoras, como OAS, Camargo Correa, Odebrecht, Engevix, Galvão Engenharia, EIT, Andrade Gutierrez, UTC”. También indicó que, en total, movilizó entre el 2009 y 2013 “la cuantía aproximada de US$120 millones”.
Según su declaración, parte del dinero se movía en efectivo y otra a través de “empresas de fachada” que él mantenía en el extranjero. Se operó incluso con movimientos ficticios de mercadería: “La remesa de valores al exterior ocurría a través de contratos de importación futura de insumos farmacéuticos […] los productos no fueron embarcados, mas el dinero circuló para las cuentas del exterior”, precisó el empresario brasileño.
En Brasil, Meirelles se acogió al beneficio de la delación premiada por la calidad de la información que manejaba. Hoy goza de libertad.
–OAS en el Perú–
Leonardo Meirelles manifestó que a finales del 2012 o comienzos del 2013 estuvo con Alberto Youssef “en la sede de la empresa OAS en la avenida Angélica, en Sao Paulo”. Ahí, dijo, se reunió con el responsable financiero de dicha constructora, Mateus Coutinho de Sá, y que en el encuentro “Mateus solicitó la realización de entrega de dólares en efectivo en el Perú”. El colaborador afirmó que los movimientos eran frecuentes y cuantiosos: “A partir de ese momento, comenzaron a ocurrir entregas semanales de recursos en efectivo en la oficina de Alberto Youssef […] semanalmente entregaba aproximadamente 800 mil a 1 millón de reales”, unos 600 mil dólares, al cambio.
Según la declaración a la que accedió El Comercio, Meirelles manifestó que dos meses después de los primeros envíos de dinero en efectivo, se sumaron nuevas órdenes de Youssef para que este usara sus cuentas bancarias “para el pago de sobornos en el Perú”. Recordó haber realizado “aproximadamente 18 transferencias para el Perú, con destino a Gary Luty Dávila Alverdi [empresario peruano], persona indicada por OAS en el Perú”.
–El ‘contacto’ en el Perú–
Sostuvo Meireless que las “transferencias fueron realizadas a partir de su empresa DGX en el HSBC de Hong Kong” a la cuenta de Gary Dávila en el Banco Continental del Perú. Agregó que incluso posee la comprobación de todas esas transferencias y se comprometió a proporcionarla a las autoridades peruanas.
Gary Dávila es un empresario peruano que en febrero del 2010 fue nombrado representante legal de la sucursal de la brasileña AR Construções en nuestro país. En diciembre del 2013, Dávila Alverdi también fue el responsable de la constitución en Lima de las sucursales de UTC Engenharia y Constran Construções e Comercio. UTC Engenharia, en Brasil, es investigada como parte de la red de corrupción Lava Jato.
Según Leonardo Meirelles, además del BBVA, Dávila “posee cuentas en otras instituciones financieras internacionales: en el HSBC Estados Unidos y UBS Zúrich”, en las que también efectuó transferencias. Calculó que “el valor total de esas transferencias sería aproximadamente entre US$800 mil y US$900 mil”.
En entrevista con este Diario, Gary Dávila negó la acusación de Meirelles: “Hace más de un año que el señor no entrega nada porque no tiene nada, porque ha mentido”. El empresario peruano aseguró que nunca tuvo cuentas en el extranjero y retó al delator brasileño a probar sus presuntas 18 transferencias de dinero: “Quizá el señor sí ha realizado todas esas transferencias para el Perú, pero no para mí […]. Lo que yo creo es que la cuerda se rompe por el lado más débil. Yo era un simple funcionario. Hay gente más poderosa involucrada”.
Dávila precisó que entre el 2012 y 2013 solo tuvo dos ingresos de dinero desde el exterior a su cuenta personal del BBVA. Las transferencias, que sumaron 100 mil dólares, eran para abrir la filial de UTC en Lima. El empresario ha entregado facturas de alquiler y ambientación del local arrendado, además de una carta de UTC en Brasil. “[La empresa] hace hincapié en que yo desconocía cómo se habían realizado dichas transferencias. Para mí toda la vida fue que UTC me transfirió el dinero”, aseguró.
Dávila negó además tener nexos con OAS, pues –según sostuvo– tampoco conoció a sus representantes en el Perú: “Que [el delator] diga que yo trabajé o hice alguna cosa para OAS realmente es una mentira”. Al final de su declaración, Leonardo Meirelles afirmó que cree que es posible que “esta persona [Dávila] sea operadora de otras empresas constructoras además de la empresa OAS”.
El ex congresista Juan Pari, ex presidente de la Comisión Lava Jato, sostuvo que, según la información recogida, Dávila era “un operador de toda la red”. Agregó que lo más importante es saber “a quiénes servía, para qué servía […] y qué personajes de poder político y económico en el Perú estarían involucrados”. Criticó el trabajo que realiza la fiscalía en este caso: “Hay declaraciones, hay evidencias y vemos que la reacción por parte del Ministerio Público es muy lenta”, opinó.
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