Mientras López Aliaga leía, Lescano, Salaverry, Guzmán y Santos, se atuvieron a la interacción del debate clásico. (Foto: Hugo Pérez / GEC)
Mientras López Aliaga leía, Lescano, Salaverry, Guzmán y Santos, se atuvieron a la interacción del debate clásico. (Foto: Hugo Pérez / GEC)
Fernando Vivas

Se cumplió a medias la progresión ideal de las miniseries: empiezan con un buen capítulo, el segundo se da el lujo de flaquear y el tercero tiene que ser, al menos, de la calidad del primero. Además, se crearon expectativas adicionales: estaba el puntero, Yonhy Lescano, y estaba el candidato problema, el ‘outsider’ que se pelea con el sistema y con su reflejo en el espejo, Rafael López Aliaga.

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