APRA, PPC y AP: Cómo llegan los partidos históricos a las Elecciones 2021

Desde su fundación en el siglo XX, dichas organizaciones políticas han tenido una constante presencia electoral y política, así como marcados liderazgos. Sin embargo, desde la década de los 90 y sobre todo en los últimos años, han ido perdiendo fuerza y quedando relegados en las preferencias de los lectores, salvo algunos chispazos particulares y momentáneos.

Ello se evidencia sobre todo en el caso del APRA y PPC. Luego de buenos resultados en el 2001 y 2006 —Alan García llegó por segunda vez al Gobierno en este último año—, el Partido Aprista quedó desgastado y no pasó de los cinco representantes en el Legislativo.

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En el caso del PPC, desde 1980, cuando su máximo líder Luis Bedoya Reyes postuló a la presidencia, no ha participado con símbolo propio en elecciones generales, sino a través de alianzas.

Precisamente, ambos partidos, vienen de conformar una alianza electoral en el 2016, que no rindió frutos. Aquel año, bajo la candidatura presidencial de Alan García, la coalición pasó raspando la valla electoral y solo logró cinco curules, aunque todas captadas por apristas. En los comicios parlamentarios extraordinarios del 2020, el desenlace fue mucho más negativo: cada agrupación participó por su cuenta y no alcanzó escaños.

En cuanto a Acción Popular, así como el APRA, ha logrado en dos ocasiones llegar al Gobierno por elección ciudadana. Al inicio del presente siglo, su presencia congresal fue mínima, tal es así que en el 2011 recurrió a la participación electoral vía alianza, con Perú Posible y su candidato presidencial Alejandro Toledo, exmandatario inmerso hoy en un proceso de extradición por el Caso Odebrecht.

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En el 2016, la candidatura presidencial de Alfredo Barnechea quedó en cuarto lugar y el partido solo tuvo una magra cifra de 5 representantes en el Parlamento. Sus posteriores resultados en los comicios locales del 2018 y en las elecciones del 2020 permitieron a la lampa desenterrar tímidamente su pico, pues actualmente el partido es la principal fuerza en el Legislativo. Y de entre los tres partidos históricos del país, el único con presencia en dicho poder del Estado. Los acontecimientos del último año, sin embargo, podrían marcar el devenir de la agrupación de cara a los comicios de abril.

Obteniendo un promedio de escaños logrados con símbolo propio o en alianza en los últimos 20 años, el APRA tiene un mejor resultado (15), seguido del PPC (10) y de Acción Popular (7).

Si en algo han coincidido el Apra, AP y PPC en el actual proceso electoral es que los tres partidos han elegido a sus candidatos presidenciales a través del voto universal de sus afiliados, aunque solo en las dos primeras organizaciones hubo competencia interna por dicha aspiración.

Asimismo, las tres agrupaciones están en el top cinco de partidos con mayor militancia, según el padrón aprobado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para las elecciones internas realizadas a fines de noviembre e inicios de diciembre. Completan dicha lista otras organizaciones con menor vida institucional.

El APRA y el riesgo de perder la inscripción

Con miras a los comicios del 2021, el APRA se encuentra en una lucha legal ante el JNE en búsqueda de completar la inscripción de sus listas de candidatos al Congreso, pues la agrupación solo pudo registrar dentro del plazo —que venció el 22 de diciembre— su fórmula presidencial y las nóminas de por Arequipa, Junín y Peruanos en el Extranjero.

Así, corre el riesgo de participar mermado o de no hacerlo, siendo ambos escenarios un riesgo de no pasar la valla electoral y, por tanto, perder la inscripción.

Consultado al respecto, Elías Rodríguez, secretario general institucional del partido, ha preferido no pensar en ese escenario. En todo caso, si se da, afirmó: “Estoy seguro que el partido va a salir adelante. Y algo más, todos pertenecemos al APRA. No es que nosotros seamos dueños del partido, el Apra es dueño de las personas”.

“El partido, en su vida, ha tenido dificultades que no tienen comparación con estos momentos. Así que la cuestión es no perder la fe. Creo que el jurado va a determinar, por un criterio de equidad, realidad, pandemia, participación constitucional de toda la ciudadanía, el derecho a estar ahí”, dijo confiado en alusión a la historia aprista, que da cuenta de la declaratoria de ilegalidad contra la agrupación entre 1936 y 1956.

Luis Gonzales Posada, quien encabezó la Dirección Política Nacional del partido entre el 2004 y 2010, dijo esperar que se supere con prontitud el “momento crítico” por el que pasa la organización. “Si se perdiera la inscripción, el deber es movilizar el partido para volverse a inscribir. Esa es una barrera que podemos sortear con toda facilidad. Pero tan importante como hacerlo, también es renovar los cuadros y las dirigencias partidarias, y modernizar una institución. El destino es seguir dando batalla, luchar por principios”, explicó el también excongresista y excanciller a este Diario.

“Debe haber cambios en la dirigencia, una apuesta para la juventud, afirmar su discurso histórico, pero también un discurso moderno, acorde con los tiempos. Ese es el gran reto del partido, honrar la memoria de Haya de la Torre y de tanta gente que sufrió por constituir el movimiento”, añadió.

Nidia Vílchez, candidata presidencial, consideró que el partido no tendría inconveniente en recuperar su inscripción si llega a perderla. “La renovación no tiene marcha atrás, hemos empezado en este proceso electoral con la decisión de cada uno de los militantes del APRA. Aquí hay una sola señal: renovación, unidad y en ello está nuestro compromiso para afrontar este proceso electoral y luego plasmarlo en nuestra organización interna”, sentenció.

Para el politólogo Arturo Maldonado, el APRA arrastra una crisis en la que intenta renovarse, aunque con figuras ligadas a Alan García. Nidia Vílchez, por ejemplo, la candidata presidencial, fue congresista y ministra en el segundo gobierno del fallecido exmandatario.

“El reto del Partido Aprista, ya no al 2021, sino en dos elecciones, es desligarse de la figura de Alan García. Hacer una autocrítica con respecto a la captura que hizo el grupo alanista de ese partido y tratar de hacer una renovación acorde a esa autocrítica”, manifestó.

La politóloga Katherine Zegarra apuntó los partidos históricos se enmarcan en una crisis general de las organizaciones políticas, en donde estas dependen de sus líderes y éxito electoral, y tienen problemas en su democracia interna, como lo ha demostrado el actual proceso.

“Acción Popular ha tenido elecciones competitivas dentro del partido, y hay disputas. Y ello también se presenta en el Apra en sus problemas para inscribir candidaturas. Dentro de las estructuras del mismo partido existen varias problemáticas, y se enfrentan”, señaló.

El PPC se aleja de las alianzas

Aunque el PPC participa, finalmente, sin ser parte de una alianza electoral después de casi 40 años, sí hizo el intento por conformar una. En octubre pasado, el partido acordó conformar un bloque con Alianza para el Progreso (APP), pero la unión duró solo cinco días.

El Comercio reveló un audio en el que se escucha a Marisol Pérez Tello, secretaria general del PPC, exclamar que no votaría por César Acuña por los plagios que cometió en su tesis doctoral. Ocurrió durante una reunión virtual de la Comisión Política Ampliada del partido.

Posteriormente, APP anunció su desistimiento de conformar la alianza, y cada agrupación va con su propio símbolo a la contienda de abril.

Consultado por entonces por este Diario por qué el PPC se acostumbró a recurrir a las alianzas, Beingolea señaló que el partido “ha tenido la característica histórica de pensar siempre en el Perú primero y habría que analizar qué paso en cada coyuntura”.

En diálogo con este Diario, la expresidenta y excandidata presidencial del PPC, Lourdes Flores Nano, señala que la agrupación enfrenta retos en tres etapas: “La inmediata, competir con entusiasmo; la de abril a junio, que seamos capaces de tener entendimientos y la construcción de un gobierno más convocante para sacar al país adelante; y tres, internamente a partir de abril o junio, la tarea de proyectar un partido renovado para el siglo XXI en militancia real y organización. Las bases y las raíces siguen siendo las mismas, el PPC tiene que reafirmarse en su posición del humanismo cristiano y la economía social del mercado. Pero que hay que pensar la nueva realidad, cómo no”.

Maldonado considera que, en las alianzas que integró, el PPC ha sido un actor finalmente minoritario, como en la del 2016, donde ningún pepecista alcanzó una curul. A su juicio, la agrupación sigue siendo percibida “como un grupo de amigos limeños, abogados de ciertos estudios”.

“El partido tiene dos opciones. Ver cómo darle un matiz de liderazgo carismático que Lourdes Flores nunca pudo cumplir, tenía ciertos anticuerpos para ser un personaje que atraiga votos al partido. Beingolea intenta hacer eso, pero también tiene ciertos límites. Lo otro es la construcción del partido, abrirse a otros sectores y dejar de tener un componente más clasemediero, conservador, y tener un componente más de nuevas clases medias”, expresó.

Zegarra sostuvo que pese a que el PPC no tiene mayores disputas internas como en el Apra o Acción Popular, el éxito electoral no los ha acompañado. “Han tenido éxito a partir de alianzas y se les cayó la alianza que iban a tener con APP”, recordó.

Como dio cuenta este Diario en un informe semanas atrás, ningún candidato presidencial de alguna connotada coalición (incluso conformada por partidos históricos del país) ha podido pasar a segunda vuelta y mucho menos llegar a Palacio de Gobierno. Hubo coaliciones esquivas.

Acción Popular en busca del equilibrio

Finalmente, Acción Popular va al 11 de abril con el excongresista Yonhy Lescano, quien en las elecciones internas venció a otros dos contendores y ha querido marcar cierta distancia del accionar de la bancada del partido en la presente gestión parlamentaria.

En una entrevista con El Comercio hace unas semanas, sin embargo, consideró que existen aciertos. “La bancada ha tenido acciones positivas, trabajo positivo respaldando leyes, por ejemplo, la devolución de los aportes de AFP, de la ONP, y otros dispositivos que se ha expedido. Qué duda cabe que ahí ha tenido un desempeño que ha colaborado a atender a algunos sectores del país. Pero también ha estado cometiendo errores graves. Respaldar la vacancia, respaldar una ley de inmunidad parlamentaria incluyendo a otros funcionarios de Estado, innecesariamente. Y, consecuentemente, son errores graves, gruesos”.

Además de condenar que AP haya apoyado la vacancia de Martín Vizcarra por permanente incapacidad moral, también cuestionó al breve gobierno de su correligionario Manuel Merino de Lama. “Pésima. Un escándalo. Un papelón. Entró un día, y a los pocos días tuvo que abandonar. Se embarcó en una aventura de manera irresponsable”, indicó al evaluar dicha gestión.

Javier Díaz Orihuela, fundador de Acción Popular, afirmó a El Comercio que el reto del partido de cara a las elecciones del 2021 es que la ciudadanía entienda que la decisión de vacar al expresidente Martín Vizcarra, que respaldó su partido, “fue un acto constitucional, que puede ser cuestionado, pero que de ninguna manera fue un golpe de Estado”. “Lo que debemos hacer es defender la posición de Acción Popular, no autocriticar”, agregó.

Según dijo, después de los comicios generales, el partido deberá realizar elecciones internas. “Se necesita una renovación completa, porque hace cinco años que en Acción Popular no se han podido constituir las nuevas directivas de partido”, afirmó.

Asimismo, expresó su confianza en torno a los resultados electorales del 2021: “Por la experiencia política que tengo, Acción Popular va a ser uno de los partidos mejor votados en el Perú, va a tener una cosecha de votos muy importantes. Y tiene prácticamente asegurado su permanencia como partido”.

Maldonado estima, precisamente, que una cosa es Acción Popular en el actual Congreso y otra la candidatura presidencial de Yonhy Lescano. Sin embargo, sostuvo que este tiene un “tinte populista, asociado a la marca de la lampa que todavía pesa y podría tener cierta relevancia”.

Aún así, refirió que el destino electoral de la agrupación dependerá de la asociación que se haga de Lescano con la figura de Manuel Merino, lo que podría desbaratar las posibilidades del partido. “En ese equilibrio es donde se va a jugar el destino de Acción Popular”, apuntó.

“Inclusive en la elección al Congreso actual, Acción Popular obtuvo menos votos que en el 2016. En la repartición sacaron muchas más curules, pero eso es una victoria fantasma, no real. Y más aún considerando ahora lo que ha hecho la bancada en el Congreso. Eso les va a jugar en contra de la elección”, dijo.

Katherine Zegarra advirtió que si bien los tres partidos están “bastante golpeados en intención de voto”, según las encuestas, “Acción Popular tiene mucha más intención de voto y ha tenido un éxito electoral diferente y superior al Apra y PPC”.

Finalmente, explicó que los partidos históricos y los de reciente conformación tienen como un problema mayor “la búsqueda de un o una líder especialmente representativo para la mayoría de los miembros, pero también la necesidad de tener fortaleza dentro de la institución”. “En Acción Popular hemos visto a Yonhy Lescano señalar que las acciones de Merino no eran las que él esperaba como partido, existe este quiebre entre la bancada y lo que plantea un líder del partido”, recalcó.

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