El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, brindó entrevistas en España para comentar la situación política del Perú y reiteró que las protestas en las que se registraron decenas de muertes ocurrieron luego de un golpe de Estado de Pedro Castillo que, según comentó, habría sido planificado con anticipación.
“Tenía el Gobierno, pero buscaban implantar un Estado autoritario. no tengo duda de que este golpe se había preparado con anticipación. Castillo no está preso por el golpe, que se lo merecería, sino por corrupto”, dijo a El País al ser consultado sobre los hechos del pasado 7 de diciembre del 2022.
Alberto Otárola reiteró que ante las protestas el Ejecutivo ha logrado conseguir recuperar la paz social, a pesar de los informes elaborados por Amnistía Internacional o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) donde se menciona excesos de las fuerzas del orden como responsables de las muertes de manifestantes.
Al respecto, el primer ministro dijo que valoran estos informes “pero vamos a esperar a la investigación y a los jueces”, al recordar que Dina Boluarte acudió a declarar al Ministerio Público por la investigación en su contra por presunto genocidio.
“Hemos llorado y lamentado la pérdida de vidas de muchos compatriotas pero ese contexto se realizó en un escenario de ataque contra instituciones del Estado. Cinco aeropuertos con intento de toma simultánea, ataques armados contra fuerzas del orden. La responsabilidad política por lo que ha pasado en el Perú es del señor Castillo y no de Dina Boluarte”, manifestó en otra entrevista al medio RFI en Español.
Otárola insistió en que las protestas fueron motivadas por un grupo “muy pequeño, muy violento y financiado por el narcotráfico y la minería ilegal” que pretendió tomar el poder y violar el Estado de derecho.
En esa línea, resaltó que actualmente el Gobierno esté buscando tender puentes de diálogo con autoridades locales y organizaciones civiles.
“Tenemos la primera presidenta mujer, un gabinete paritario, y unos ministros a los que se puede cuestionar, pero nunca por su falta de idoneidad. Tener un ministro que no robe en el Perú ya es una revolución”, dijo a El País.