
Escucha la noticia

El retorno de ‘Juanjo’, una crónica de Fernando Vivas sobre Juan José Santiváñez
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Accede a esta función exclusiva
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
“No invade nada, el problema es que es figuretti”, me dice una fuente de alto nivel de gobierno, sobre la batahola que se ha armado a raíz del reportaje de “Cuarto poder” que revisó el registró de visitas de Santiváñez y encontró que aparecen ministros y personalidades. “Es tan figuretti”, dice la fuente, “que cuando aparece un ministro que va a ver a la presidenta o a Arana, se las ingenia para que pase por su oficina y sea registrado como su visita”, me replica mi interlocutor ante mi escepticismo y, ahora, el vuestro.
MIRA: SNRTV asegura que denuncia de Santiváñez contra periodistas de Latina es un grave atentado a la libertad de prensa
Le repregunto si el primer ministro, Eduardo Arana, piensa poner coto a tal ‘figurettismo’ de ‘Juanjo’. Mi fuente me contesta que a Arana “no le afecta personalmente, pero sabe que sí afecta al gobierno y hará lo necesario si Santiváñez no cambia”. Luego de esta conversación, vino la noticia de la denuncia a periodistas de Latina por ‘reglaje’ (su modo de interpretar las vigilancias periodísticas a funcionarios que no actúan con transparencia). Se inflamó, durante la semana, la incomodidad del factor Santiváñez para la cabeza del gabinete. No es una sombra, es una tremenda piedra en el zapato para Arana; aunque para Dina sea una metralleta sin control pero funcional. No importa cómo y cuando dispara, lo importante es que dispare.
Newsletter Mientras Tanto

Héctor Villalobos analiza a fondo los hechos políticos que definen la agenda, cada miércoles.
“Santiváñez no es una sombra, es una tremenda piedra en el zapato para Eduardo Arana; aunque para Dina sea una metralleta sin control pero funcional. No importa cómo y cuando dispara, lo importante es que dispare”.
Sabemos que Arana no es ‘intenso’ como ‘Juanjo’, que es discreto en sus afectos y desafectos y de esa forma ha sobrevivido en el gabinete desde septiembre del 2023 hasta el reciente upgrade a premier. Por lo que me cuentan, esta semana está aplicando la misma frialdad mientras escala la leyenda y percepción de que Santiváñez lo encima y es un prospecto de Montesinos. Luego de los destapes dominicales, fue, según mi fuente, el propio ‘Juanjo’ quien se adelantó a conversar con él y le dijo que tendrá cuidado en adelante. Santiváñez sabe que se excede y ha prometido no hacerlo; pero dejaría de ser él sino se excede. Y Dina dejaría de ser ella sino se lo permite. Veamos los antecedentes del último lío en las alturas.
El panóptico
‘Juanjo’ Santiváñez es un muerto empoderado. El Congreso, en un consenso pocas veces visto ante el Ejecutivo, lo censuró el 21 de marzo pasado. Dina no lo empujó a renunciar porque se aferró a la ilusión de que una ola de recapacitación congresal salvaría al más funcional de sus ministros. Murió formalmente en el hemiciclo, pero ella salvó de la muerte sus lazos con él y lo encumbró en el sector informal del gobierno. Ahora son más cercanos que nunca, porque ‘Juanjo’ está en Palacio en la Oficina General de Monitoreo Gubernamental (OGMG); una suerte de panóptico desde el que puede vigilar todo lo que hacen los demás y una ‘aduana de atajo’ por la que pueden pasar quienes buscan llegar más rápido a la presidenta o al propio Eduardo Arana.
“A la presidenta le abruma y le fastidia el tema de la inseguridad (…) así que da alas a quien conoce las claves del sector. Tener a Santiváñez en Palacio facilita la delegación informal”.
La OGMG no fue creada para ‘Juanjo’. Se creó en setiembre del 2024 por DS 098-2024-PCM, que reformó la estructura del Despacho Presidencial (DP). Según el Art. 18, la idea era tener un “órgano de asesoramiento responsable de tramitar y organizar la información sectorial”, para articular “el desarrollo de la agenda presidencial”. O sea, había que poner allí a un funcionario experimentado que, coordinando con secretarios generales o directores de área, sacara ideas para establecer con el equipo de su jefe -el secretario general del DP, Enrique Vílchez- las prioridades de visitas, decisiones y eventos de Dina. O sea, un buen chupe coordinando con chupes de primera línea en ministerios y entidades públicas. Pero ‘Juanjo lo ha hecho su bastió y se ha sentado -como mostró el reportaje de “Cuarto Poder”- con ministros (MTC, Produce y Trabajo aparecen en el registro) y, en varias ocasiones, con el jefe de la DINI, Alejandro Oviedo. Llamó especialmente la atención que se hubiera reunido, justo antes de ser designado a fines de mayo, con Oviedo; y, en la víspera de su juramentación, con el actual ministro del Interior, Carlos Malaver. Según la teoría de mi fuente del gobierno, todas esas visitas fueron en realidad con la presidenta y/o Arana; pero, si así fuera, ¿qué saca, a qué juega la ‘aduana’?
Santiváñez no solo ayuda a poner agenda presidencial en lo que le cabe por función de la OGMG; según la oportunidad de las visitas pone puestos importantes. Con Malaver, ya designado, se ha reunido en otras oportunidades, junto a otros funcionarios del Mininter. Malaver, ciertamente, no era de la cúpula de Santiváñez, era uno de los varios directores del Mininter, cuando la presidenta se lo propuso a Arana para evaluarlo. Sin embargo, hay una visita en la que estuvo presente Malaver junto a Erick Caso, que fue jefe de gabinete de asesores y vocero de ‘Juanjo’; y ahora es secretario general. Santiváñez sigue planeando sobre la cartera en la que se lo censuró y sobre la DINI.
La intensidad de ‘Juanjo’ lo lleva a invadir predios que no le corresponden; pero, ¿por qué la presidenta ha delegado en él parte de la ‘inteligencia’ contra el crimen y contra sus enemigos? Dudo que la respuesta se limite a una confianza en su lealtad y habilidades. Mi hipótesis es que a la presidenta le abruma y le fastidia el tema de la inseguridad, prefiere lo más frívolo y ‘ficho’, lo volcado a los viajes, inauguraciones de obras y eventos; así que le da alas a quien conoce las claves del sector. Tener a Santiváñez en el mismísimo Palacio facilita esta delegación informal. La estructura del DP aguanta todo. Si ‘Juanjo’ ya estaba acostumbrado a saltarse a ministros con garrocha, al secretario general Vílchez lo saltará con caballete. Al ex primer ministro Gustavo Adrianzén muchísimas veces lo atrasó y contrarió con sus declaraciones ¿Y el actual premier, Eduardo Arana, cómo lleva la cruz?
Es difícil para un ministro que ya estaba en el gabinete, marcar su diferencia como primer ministro. Ya conoce los límites y debilidades de la presidenta. Ya conoce a Santiváñez. Si ella lo llamó fue para que respete los primeros, calle ante las segundas y aguante a ‘Juanjo’. Arana tomó la posta de Adrianzén con apuro, el 14 de mayo pasado, tras la crisis que generó la masacre de trece trabajadore en Pataz conocida el 5 de mayo.
La más visible concesión que le arrancó a Dina es que ella tolere que los ministros no están para defenderla. Habrán notado, en las últimas semanas, que cuando se les pregunta por las cuitas presidenciales, los ministros esquivan la inquisición y dicen que eso lo responderá el abogado de Dina, Juan Carlos Portugal. Todavía hay ministros que les gusta exhibir su lealtad a Dina flagelándose con sus respuestas, pero otros toman el chaleco salvavidas proporcionado por Arana y piden cambiar el tema. Veamos cuando dura esto, porque la presidenta, según me contó un ex miembro del gabinete, los instaba a defenderse entre ellos y a ella con uñas y dientes. ‘Si tocan a uno, tocan a todos’, les decía. Arana, en cambio, predica la posición zen.
El pleito de fiscales quitó los reflectores sobre el gobierno. Pero ahora que el PJ puso paños fríos a ese lío y el Congreso está en receso de legislatura; julio se agita para el gobierno. La distracción de un programa presidencial, según mis fuentes, es una noticia conocida a destiempo. Jean Pajuelo, cuando era el comunicador palaciego o ‘dircom’ el año pasado, le planteó a Dina dar una entrevista en TV Perú, pero ella desestimó la idea. Se abrió el programa “A toda máquina”, para invitar a ministros y funcionarios que hablaran de obras y en el que eventualmente, ella pudiera ir. La idea se retomó intermitentemente pero la presidenta nunca le puso afán y, menos, a un programa propio con horario y monologal.
Si TV Perú despierta el interés de personajes como Santiváñez y su visitante frecuente Luis Francisco Vivanco, candidato a reemplazar a la controversial Ninoska Chandía al mando del canal público; hay que tomar con mucho cuidado la situación expectante del ente. Pronto se mudará a un edificio en la avenida Arenales en el que estará provisionalmente mientras se construye la nueva sede, con un presupuesto aproximado S/. 300 millones. La jefa provisional encargada Rossella Lieblinger y quien quiera que la acompañe al mando del IRTP (el complejo mayor de TV Perú y Radio Nacional) riendas o decisiones sobre el medio de comunicación estatal, tendrá que vigilar que ese proceso sea limpio. Al gabinete Arana le conviene mantener a ‘Juanjo’ lejos del 7, de los asuntos de ‘inteligencia’ y del registro de visitas; en realidad, lejos del gobierno.
TE PUEDE INTERESAR
- El aumento de sueldo a Dina Boluarte genera rechazo absoluto: preguntas y respuestas sobre este incremento
- Eduardo Arana justifica aumento de sueldo de Dina Boluarte: “El gobierno de la señora presidenta sí trabaja”
- Dina Boluarte: Jefe del Gabinete y ministro de Economía no acuden a citación del Congreso por aumento de sueldo de la presidenta










