(Ilustración: Giovanni Tazza).
(Ilustración: Giovanni Tazza).

No hay indiferencia. Un 91% peruanos coincide ampliamente en que sí hubo fraude en los últimos comicios del , con los cuales busca perpetuarse en el poder hasta el 2031; y un alto porcentaje reconoce que en la actualidad se vive una dictadura en ese país, según la más reciente encuesta de .

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Únicamente un 3% cree que las elecciones, actualmente cuestionadas no solo desde la oposición sino por observadores internacionales y países, fueron limpias. Un 10% considera que el país vive una democracia, mientras que un contundente 83% opina lo contrario, según el estudio llevado a cabo del 2 al 6 de agosto, a escala nacional.

El Comercio-Datum
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Los analistas políticos Giulio Valz-Gen y Enrique Castillo coinciden en que la abrumadora cifra revela el interés de los peruanos por la crisis en Venezuela, incluso por encima de otros países vecinos, lo que se atribuye, en esencia, a la ola migratoria. Actualmente viven unos 1.5 millones de venezolanos en el Perú.

Castillo remarcó que la información relacionada al fraude en Venezuela es mucho “más contundente”, lo que se suma a otros factores, como la postura de los gobiernos democráticos

“Si nosotros miramos todos los elementos; es decir, la migración que generó toda la situación en Venezuela, la posición de los países, el lenguaje y las prácticas que está teniendo Maduro respecto a la oposición de encarcelarla o desaparecerla, genera todas esas cifras”, apuntó.

Valz-Gen incidió en que la del Ejecutivo, que ha reconocido a Edmundo González como presidente electo, así como la cobertura mediática, han contribuido a esa conexión de los peruanos con la realidad de Venezuela.

“Espero que, con esas cifras, los políticos de izquierda que apoyan al dictador al menos se den cuenta que, como ocurre con varios temas, no están conectados con la ciudadanía”, aseveró.

La encrucijada peruana

Por otro lado, la aprobación al gobierno de Dina Boluarte subió un punto porcentual y pasó de 5% —— a 6%, un mínimo aún dentro del margen de error. Y la desaprobación se ubica en un 91%, igual que en junio, la última medición.

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El panorama es similar con el Gabinete, en donde un 87% cree que se debió de hacer algún cambio: un 55% considera que se debió cambiar a todo el gabinete ministerial, incluyendo al premier Gustavo Adrianzén y un 32% que se debió cambiar a algunos ministros.

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“La mínima aprobación se mantiene porque la presidenta no ha cambiado nada. No paró ninguna de las contra reformas del Congreso. No dijo nada relevante en su interminable mensaje a la nación, ni cambió a ministros impresentables, como el de Interior”, refirió Valz-Gen, socio de la consultora 50+Uno.

Castillo incidió en que Boluarte “perdió una gran oportunidad” en su mensaje a la Nación para cambiar el rumbo, hacer ajustes en su gabinete y generar empatía. Y dijo ver “muy difícil” que pueda revertir este “piso mínimo” al que ha llegado.

Tenías que haber logrado una empatía con la población. Y ella no lo logró en su mensaje, al contrario, se ratificó en muchas cosas. ¿Cómo vas a tener empatía con cinco horas de discurso?”, cuestionó.

Análisis…
A pesar de la crisis

Medir la opinión de los venezolanos se ha vuelto una tarea complicada en los últimos años. Antes de las elecciones del domingo pasado e, incluso, el mismo día, circularon numerosas encuestas, tanto verdaderas como falsas, lo que aumentó la confusión y la desconfianza en los resultados que se difundían. Además, las empresas de investigación y de opinión pública en Venezuela han sufrido una drástica reducción debido a la contracción de la actividad económica. Algunas de estas empresas ahora operan con estructuras locales muy pequeñas, mientras que otras han optado por reorientar sus actividades hacia otros mercados, lo que hace aún más difícil obtener una imagen clara y confiable de la opinión pública venezolana.

Dado que no existen mediciones confiables sobre la opinión de los venezolanos, un indicador proxy útil podría ser observar lo que piensan los peruanos, quienes han sido directamente influenciados por la fuerte migración venezolana en los últimos años. Las vivencias compartidas por los migrantes han moldeado la percepción de los peruanos (e incluso latinos) sobre la situación que se vive en Venezuela.

A pesar de que la democracia enfrenta una crisis en muchas partes del mundo, incluida América Latina, la mayoría (55% de los latinoamericanos y 45% de los peruanos) continúa considerando que, a pesar de sus defectos, la democracia es el mejor sistema de gobierno, según una encuesta de la red GIA. De igual manera, solo un tercio de la población en la región cree que las elecciones en sus países no son libres y justas.

Sin embargo, la realidad en Venezuela se desvía del promedio de la región. El 83% de los peruanos cree que en Venezuela hay una dictadura y que en el reciente proceso electoral hubo fraude (91%). Estos resultados son contundentes y ponen de manifiesto el rechazo al gobierno de Nicolás Maduro. Esta percepción casi unánime refleja más que una simple evaluación del contexto político venezolano; mide de manera indirecta lo que los ciudadanos de dicho país sienten y comparten en su vida cotidiana, más allá de lo que se difunde en los medios de comunicación y redes sociales.

A pesar de la crisis