Fernando Vivas

El primer ministro, Gustavo Adrianzén, estaba conduciendo una conferencia de prensa en vísperas del paro del jueves. Por lo general son aburridas, pero aquella no lo era. Íbamos a ver al gobierno responder al reto de la calle. En eso, Adrianzén se detuvo y dijo que el ministro del Interior le pedía una interrupción. Santiváñez tomó la palabra e informó que la presidenta acababa de promulgar la ley que devuelve facultades de investigación preliminar a la PNP en desmedro del Ministerio Público. Puentear a un premier no es un simple detalle de protocolo; es una muestra de la clave alta de ‘Juanjo’ (así lo llama su entorno), de cuán intenso puede ser narrando las narrativas que le permiten abrazar a la presidenta e imponer su ritmo en el juego de las sillas en el gabinete. Es el primer ministro civil en el Mininter en mucho tiempo, pero se parece a su padre, que sí fue policía y lo pueden recordar colándose en la foto de la juramentación de su hijo, bien orondo al lado de Dina y de Gustavo. Los Santiváñez son intensos.

Contenido Sugerido

Contenido GEC