¿Qué pasa con mi cuerpo si tomo café con leche y por qué no es buena esta combinación? | En esta nota te contaremos qué es lo que pasa en el cuerpo y por qué no es recomendable; entre otra información. (Archivo)
¿Qué pasa con mi cuerpo si tomo café con leche y por qué no es buena esta combinación? | En esta nota te contaremos qué es lo que pasa en el cuerpo y por qué no es recomendable; entre otra información. (Archivo)
Redacción EC

Tomar puede ser una de las mejores combinaciones en un desayuno. Sin embargo, qué tan provechoso puede resultar para la salud de las personas esta bebida. En esta nota te contaremos qué es lo que pasa en el cuerpo y por qué no es recomendable; entre otra información que se debe conocer sobre este tema que es de vital importancia para los amantes de la cafeína.

QUÉ PASA CON MI CUERPO SI TOMO CAFÉ CON LECHE Y POR QUÉ NO ES BUENA ESTA COMBINACIÓN

De acuerdo con la Sociedad Española de Nutrición, la caseína de la leche y los taninos del café son moléculas que favorecen la salud. Sin embargo, al combinarlas se convierten en un elemento muy difícil de digerir, teniendo implicaciones para el hígado.

En ediciones pasadas de este diario se ha indicado que “el consumo de café con leche es el verdadero veneno para el organismo”. “Esa indigestión daña tanto al estómago como al hígado. El hígado es el filtro natural, pero se satura con medicación, que lo daña, y con malos alimentos. Un listado que incluye, además del café con leche, es el té, el chocolate, todos los productos excitantes”.

Por otro lado, en el medio de comunicación El Heraldo, se señala que tomar café con leche puede generar otros síntomas como “el dolor de cabeza, ya que, un hígado inflamado provoca la tensión de músculos y un giro imperceptible del cuerpo hacia la derecha. Este cambio de posición castiga a los músculos del cuello que estrangulan tanto la circulación sanguínea hacia la cabeza, como las cervicales. De ahí que aparezca el dolor de cabeza y las migrañas”.

Pero ¿qué tanto afecta consumir la mezcla de café y leche en las noches?, los expertos señalan que la cafeína, sustancia presente en el café, puede llevar a que se quite el sueño, lo que provocará insomnio que podría generar cansancio a la persona cuando inicie sus labores habituales el día siguiente.

Sin embargo, los impactos sobre el sueño dependerán de la cantidad que se consuma y también del tiempo que ingesta frente a la hora de dormir. Es decir, si la mezcla se prepara con café descafeinado, las afectaciones para dormir no serían tan fuertes, si se toma con un café que contenga las propiedades del grano, al preservar una mayor cantidad de cafeína, cuyos efectos, no se sienten inmediatamente, sino un par de horas después de haberse consumido la bebida.

QUÉ SE DEBE SABER SOBRE EL CAFÉ

El café es la bebida que se obtiene al partir de los granos tostados y molidos de los frutos de la planta del café (cafeto); es altamente estimulante por su contenido de cafeína, una sustancia psicoactiva.

El café es uno de los productos más comercializados a nivel mundial, además de estar entre las tres bebidas más consumidas por el ser humano (junto con el agua y el té). Esta suele tomarse durante o después del desayuno, y puede llegar a ser considerado para muchas personas como único desayuno, aunque también se toma en diferentes ocasiones y a diversas horas del día, como en la merienda, después del almuerzo o cena; y es ideal para entablar conversaciones, y en muchos países por costumbre o tradición se reparte en reuniones familiares como funerales.

Es por ello que el café es valorado en diferentes países del mundo como una de las bebidas sin alcohol más socializadoras que existen. El gusto por el café no siempre ha sido espontáneo en las culturas mundiales y las nuevas generaciones, sino que casi siempre debe ser cultivado, puesto que su sabor original es fuerte y amargo.

Las formas más populares de tomarlo son negro (solo), y con leche (con o sin azúcar); también suele añadírsele: miel, crema o nata, leche condensada, chocolate o algún licor, dependiendo de la receta hay diversas formas de prepararlo.

Habitualmente el café se sirve caliente, pero también se toma frío o con hielo. En Argentina, Uruguay, España, Portugal y Paraguay es frecuente el consumo de café torrado o torrefacto, es decir, tostado con azúcar, de baja calidad.

El cafeto es originario de la provincia de Kaffa en las tierras altas de Abisinia, actual Etiopía, en donde crece de forma silvestre.

Las cualidades energéticas del café ya eran conocidas por la tribu Galla de Etiopía en el siglo xi, quienes lo mezclaban con grasa animal. Posteriormente, sería introducido a Arabia, de donde se expandiría al resto del mundo con el dominio turco de Anatolia.

Actualmente, la planta se cultiva principalmente en países tropicales y subtropicales como Brasil, Vietnam y Colombia (principales productores de café). Brasil concentra poco más de un tercio de la producción mundial. Los granos del café son uno de los principales productos de origen agrícola que se comercializan en los mercados internacionales y a menudo suponen una gran contribución a los rubros de exportación de las regiones productoras.

El cultivo del café está culturalmente ligado a la historia y al progreso de muchos países que lo han producido por más de un siglo. Durante el periodo 2012-2013 se produjeron 87 millones de toneladas de café, de los cuales se exportó aproximadamente un 80 % por un valor de 19 100 millones de dólares, mientras que el valor bruto de la industria total asociada al comercio del café se estima en 173 400 millones de dólares.

Actualmente, más de 25 millones de fincas familiares en unos ochenta países cultivan alrededor de 15.000 millones de cafetos, cuya producción termina en los 2250 millones de tazas de café que se consumen a diario.