Por lo general, con la llegada del verano es habitual que la comida se descomponga mucho más rápido que en otras estaciones y, como consecuencia, aparezcan diversas bacterias, lo que aumenta el riesgo de enfermedades e infecciones estomacales en el ser humano. A pesar de que muchas familias optan por guardar estos alimentos como, por ejemplo, en bolsas de plástico en la refrigeradora debido a que son más cómodas y ligeras, lo cierto es que puede resultar perjudicial para la salud por importantes factores. En la siguiente nota, te contamos todos los detalles.
¿POR QUÉ NO SE DEBE GUARDAR LA COMIDA EN BOLSAS DE PLÁSTICO EN LA REFRIGERADORA?
De acuerdo con la doctora Le Thi Hai, del Instituto Nacional de Nutrición de Estados Unidos, el uso de bolsas de plástico para guardar la comida en la refrigeradora podrían ser muy practicas y cómodas para muchas familias, pero no son consideradas como una buena alternativa para almacenar los alimentos por sus compuestos que son insalubres, es decir, por sustancias tóxicas, como colorantes (HAP y benzopireno), que son poderosos carcinógenos y pueden ser transferidos a los alimentos al estar expuestos a altas temperaturas, al igual cuando se quiere calentar la comida. A continuación, esto puede provocar este objeto cotidiano utilizado por muchas personas:
- Riesgo de contaminación cruzada: Debido a que el material de estas bolsas es frágil, puede romperse, liberando contaminantes en el refrigerador.
- Falta de ventilación: Para las verduras, el sello hermético de las bolsas puede ser perjudicial, ya que la ausencia de aire acelera su descomposición.
- Exposición a sustancias químicas perjudiciales: La mayoría de las bolsas plásticas contienen bisfenol A (BPA), un compuesto asociado con el desarrollo de enfermedades crónicas.
- Nido de bacterias y plagas: Al ser transportadas desde el exterior, las bolsas pueden tener una alta carga bacteriana e incluso contener insectos.

¿CÓMO GUARDAR LOS ALIMENTOS EN LA REFRIGERADORA?
Según El Universal, existen varias opciones que permiten reemplazar las bolsas de plástico y almacenar los alimentos de manera segura y sin perjudicar tu salud dentro del refrigerador. Estos son:
- Recipientes de acero inoxidable: Son resistentes a la corrosión y no reaccionan con los alimentos, lo que los hace ideales para almacenar carne.
- Envoltorios de cera de abeja: De origen natural y reutilizables, son perfectos para conservar quesos, frutas y cubrir recipientes.
- Recipientes de cristal con tapa hermética: Permiten ver el contenido, no retienen olores ni dejan manchas y, a diferencia del plástico, no liberan sustancias químicas. Es importante lavarlos después de cada uso.
- Bolsas de silicona: Este material innovador, derivado de la sílice, es clasificado por la Food and Drug Administration de Estados Unidos como “generalmente no tóxico y seguro para el almacenamiento de alimentos”.

¿CÓMO LOGRAR QUE LA COMIDA DURE MÁS TIEMPO DURANTE EL VERANO?
En diálogo con la Agencia Andina, Juan José Quispe, biólogo del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición del Instituto Nacional de Salud (INS), dio a conocer que los alimentos que no se almacenan correctamente en la refrigeradora podrían representar una amenaza para la salud debido a la aparición de bacterias, especialmente en verano, cuando es común que los alimentos se descompongan.
Aunque dicho electrodoméstico se ha convertido en un gran aliado, el especialista comenzó recomendando que los platos preparados, que han pasado por un proceso térmico, deben ir en la zona de refrigeración de la nevera, que debe estar entre 0 ºC y 8 ºC, ya que esto permitirá mantenerlos frescos por un par de días. “Esta es la zona más fría, por lo que se va a conservar un poco mejor. No obstante, esta conservación debe ser lo mínimo. No podemos darle refrigeración más de tres o cuatro días porque empezará a deteriorarse”, detalló.

Asimismo, el biólogo Quispe explicó que es importante no tapar todas las entradas por donde sale el aire frío del refrigerador, ya que, de lo contrario, no se podrá mantener una buena circulación y, por ende, al no estar a una temperatura adecuada, las personas podrían estar propensas a captar microorganismos en sus alimentos.
“No hay que atiborrar de alimentos. Si tapamos la entrada del aire frío, no va a refrigerar toda la parte de abajo, la temperatura se va a incrementar y puede entrar a la ventana de 5 °C a 65 °C, que es la temperatura ambiental, donde la proliferación de microorganismos es más alta”, dijo para mencionado medio.



