Nos hemos acostumbrado a ver muchos productos vinculados a Dick Wolf en diversas cadenas que olvidamos que, en honor a la verdad, ninguno de estos ha surgido netamente de lo que conocemos hoy como streaming. Hasta que apareció “Al filo del deber”.
En ocho episodios de media hora de duración, esta miniserie cuyo título original es “On Call” condensa la dosis exacta de rostros nuevos con perfiles trajinados. Si en la co-escritura del guion se encuentra Elliot Wolf (el joven hijo y futuro heredero de Dick), en la dirección hay un conocido de todos: Eriq La Salle y sus 62 años a cuestas. En esta última línea, pero ya situándonos en lo que a elenco se refiere, podríamos ubicar a Lori Loughlin, la recordada Tía Becky de “Tres por tres”.
Hemos mencionado ya varios nombres sin siquiera decir nada todavía sobre qué es “Al filo del deber”. La primera gran apuesta para el streaming hecha por el universo creativo de Dick Wolf es un policial intenso, pero que, al parecer, limitado por la corta extensión de sus episodios, no profundiza lo suficiente en cada una de las capas que exhiben sus, a primera vista, interesantes personajes.
En la miniserie, emitida por Prime Video en Estados Unidos y Latinoamérica, conoceremos la historia de Alex Diaz (Brandon Larracuente), un novato de la policía de Long Beach, en California, quien debe luchar contra el crimen en medio de una sociedad cada vez más caótica y violenta. Pero no estará solo. A él lo acompaña su instructora, la oficial Traci Harmon (Troian Bellisario), una mujer tan valiente como ensimismada y solitaria.
MIRA: “Disco, Ibiza, Locomía”: el ligero y poco ambicioso retrato sobre uno de los grupos sensación de los 90
“Al filo del deber” parece haberse desprendido del rastro de los diversos productos de Wolf Entertainment. No veremos muchos abogados (por no decir ni uno), mientras que, más que detectives de saco y corbata, lo que tendremos al frente son policías ‘de a pie’, con su arma de reglamento y cámaras adheridas al chaleco antibalas. Elementos como este aspiran a darle cierta agilidad a una propuesta que gana en verosimilitud conforme se aferra más a la noche, es decir, cuando las sirenas de los patrulleros son lo único que ilumina a adictos sin rumbo, pandilleros sin escrúpulos, y pequeños traficantes de drogas que añoran dominarlo todo.
Es precisamente ese espiral de violencia el que nos da la bienvenida. En los primeros minutos del Episodio 1 somos testigos de la intervención que una oficial intenta efectuar ante tres sospechosos a bordo de un auto. De pronto, cuando la situación parece controlada, uno de los delincuentes le dispara con precisión al cuello. El ataque es rotundo y efectivo, nuestra policía ha caído y se desangra mortalmente mientras los pandilleros de la Banda Barrio Este huyen como si llevasen un botín.
A partir de este hecho criminal –que lo hermana a muchas otras series de policías—se traza una línea fina, pero imborrable: nadie se mete con los cuerpos del Estado. Y si lo hace lo debe pagar. “Al filo del deber”, pues, se transforma en la búsqueda del asesino de la oficial Delgado. Y resulta acertado haberle dado un norte a la serie, porque sin esto, tal vez solo tendríamos ante nuestros ojos ‘los viajes de Alex y Traci’ a bordo de una cuatro por cuatro blindada.
Trazado el mapa entre buenos (policías) y malos (pandilleros) toca abrir la cancha. Barrio Este es una pandilla conformada principalmente por inmigrantes que adquiere y distribuye, desde Long Beach, California, estupefacientes de diverso tipo que terminan en las calles, afectando a hombres y mujeres de todas las edades. ¿Les suena la epidemia de Fentanilo? ¿Y los abusos del OxyContin? Si la respuesta es positiva, todo les resultará familiar a lo largo de los 8 episodios de “Al filo del deber”.
Pero, así como hemos destacado fortalezas de la miniserie escrita por Tim Walsh y Elliot Wolf, lo correcto sería también enumerar sus debilidades. Y quizás aquí lo más resaltante sea la poca profundidad a la que arriba cada episodio. No son muchos los productos del ‘Universo Wolf’ que tienen 30 minutos de duración, pero aquí las consecuencias de la decisión son notorias. Conoceremos a muchos personajes de los que solo recordaremos sus nombres. De la misma forma, situaciones como el duelo por la oficial Delgado, se evaporan con preocupante agilidad.
Centrándonos en nuestros protagonistas, la situación no es distinta. Traci hace su primera aparición mostrando una espalda marcada por amplias quemaduras. Al final del episodio ocho, jamás sabremos el origen de las mismas. También habrá un juego verbal entre la instructora y el novato. Ella preguntándole a él sobre su vida, y cuando él hace lo contrario, la experimentada formadora le responde: “¿Estamos en plan de novios?”. Y cambio de toma.
Los jefes de la Policía de Long Beach también lucen bastante afectados por un guion que corre contra el tiempo. De Lori Loughlin solo podremos conocer que es una teniente de pocas palabras y muchos gritos. Casi lo mismo pasa con el personaje de Eriq La Salle (el sargento Lasman), quien navega entre la autoridad a viva voz y la comprensión de un ‘viejo amigo’ de la comisaría. Él, recordado por sus roles en exitosas series como “ER. Sala de Emergencias”, tiene a cargo, además, la dirección de cuatro de los ocho episodios de la miniserie. Y el resultado, tal como lo dijimos líneas arriba, luce satisfactorio.
Conforme van desgranando lo que hay detrás de Barrio Este, Traci y Alex irán descubriéndose como confidentes, socios y hasta amigos. El novato y la instructora quedarán expuestos como seres humanos imperfectos. Ella tiene una hermana policía que abandonó la institución tras caer en la adicción al OxyContin. Él intenta avanzar en su carrera policial pese a la oposición de su madre, resentida porque su otro hijo fracasó en dicho propósito y ahora purga prisión por robo a mano armada.
A ratos, “Al filo del deber” es un retrato de segundas oportunidades. Ni la instructora ni el novato quieren fallar esta vez.
Pero viendo este proyecto desde un lente más amplificado, la miniserie de Prime Video aspira a algo más que un simple policial de cámaras colgadas en el chaleco antibalas. Hay en cada uno de estos episodios pequeños vistazos de mujeres que mueren inyectadas por fentanilo, de trabajadoras sexuales abusadas por sus ‘clientes’, de vagabundos que no encuentran soporte del Estado, es decir, de gente que parece en las márgenes de un sistema que, a veces, parece avanzar sin detenerse a mirarlos a la cara.
En esa proyección de pequeñas realidades oscuras, y bajo un contexto de amplia y creciente desconfianza hacia la autoridad policial, Traci y Alex son testigos privilegiados del horror. Y ambos expondrán, obviamente, sus vidas, pero, fundamentalmente, descubrirán una noción de humanidad que no te enseña la academia de policías, sino que solo te da la calle.
AL FILO DEL DEBER/ PRIME VIDEO
Sinopsis: On Call es un drama policial visceral y lleno de adrenalina que sigue a un dúo de oficiales novatos y veteranos mientras patrullan en Long Beach, California. Filmada con una combinación de cámaras portátiles, cámaras corporales y metraje de cámara de tablero para crear un efecto cinema verité, la innovadora serie explora la moralidad de proteger y servir a una comunidad.
Casting: Troian Bellisario, Brandon Larracuente, Lori Loughlin, Rich Ting, Eriq La Salle
Episodios: 8
Streaming: Prime Video
TE PUEDE INTERESAR
- “Apples Never Fall”, un drama familiar con Alison Brie: “En la vida, hay cosas que los padres no necesitan saber sobre nosotros, y viceversa”
- “Un detective suelto en Hollywood 4″: Eddie Murphy conserva la magia de Axel Foley 40 años después
- “En tierra de santos y pecadores”: Liam Neeson se reivindica en un notable policial a la antigua | RESEÑA
- Juan José Campanella y el reto de ser parte de “La ley y el orden UVE”, la serie récord de la TV estadounidense
- “Jujutsu Kaisen 271″ Manga - Reseña: más que un cierre digno, una oportunidad desperdiciada
- Con superinteligencias artificiales y sin multimillonarios: un vistazo al futuro según Bill Gates en nueva docuserie
Contenido Sugerido
Contenido GEC