Venom: The Last Dance
☆☆☆☆
2024
Cine
Director:
Kelly Marcell
Actores:
Tom Hardy
Género:
Superhéroes, Acción
Duración:
Clasificación:
+14
"Venom: The Last Dance" cierra la trilogía de películas del simbionte y Eddie Brock protagonizada por Tom Hardy. (Foto: Sony)
"Venom: The Last Dance" cierra la trilogía de películas del simbionte y Eddie Brock protagonizada por Tom Hardy. (Foto: Sony)
Paolo Valdivia

El género de superhéroes ha pasado por altibajos, con personajes icónicos y tramas memorables dominando la cultura pop. Sin embargo, cierra su trilogía de manera decepcionante, dejando más dudas que emociones. Como la última entrega de una saga que comenzó con gran sorpresa en 2018, esta película confirma que, a veces, las franquicias se desgastan y pierden el rumbo.

En Saltar Intro de El Comercio ya hemos podido ver “Venom: The Last Dance”, la última película de la trilogía de Tom Hardy como el ‘Protector letal’ y aquí te contamos qué nos pareció.

Una trama apresurada y sin sentido

Lo primero que se destaca en “Venom: The Last Dance” es lo apresurado de su narrativa. A pesar de tener una premisa interesante, la película rápidamente se convierte en un torbellino de eventos sin conexión sólida. La historia gira en torno a impedir que Knull, un poderoso villano simbionte, obtenga el códice que lo liberará de su prisión eterna. Sin embargo, la ejecución de esta trama se siente fragmentada y sin dirección clara. Los nuevos simbiontes que aparecen están allí solo para morir, sin el menor esfuerzo en construir personajes que generen empatía o impacto.

El sacrificio que se presenta en la película, en lugar de ser conmovedor, resulta vacío y carente de emoción. Esto refuerza la sensación de que tanto Kelly Marcel, la guionista y directora, como Tom Hardy, protagonista y productor, parecían estar ansiosos por terminar de una vez con la historia de Venom, sin importar la calidad o la coherencia del cierre.

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Relación entre Eddie y Venom: lo único rescatable

A pesar de los múltiples problemas narrativos, algo que “Venom: The Last Dance” logra mantener es la relación entre Eddie Brock y Venom. Desde la primera entrega, este vínculo ha sido el corazón de la saga, y aunque la película no ofrece un desarrollo profundo, la manera en que ambos personajes intentan protegerse mutuamente sigue siendo lo más destacado. A su estilo disfuncional, Eddie y Venom se han construido como una pareja única en el mundo de los superhéroes, y ese lazo emocional es lo que le da al film sus únicos momentos de autenticidad.

Gráficos extraños

Otro de los aspectos que decepciona en “Venom: The Last Dance” es el apartado visual. Aunque el diseño de los simbiontes podría haber sido uno de los puntos más fuertes de la película, las secuencias de batalla terminan viéndose como si estuvieran sacadas de un videojuego de PlayStation 2. Los efectos visuales resultan torpes y poco impresionantes, especialmente en una época donde se espera mucho más de las superproducciones. Esto afecta notablemente la inmersión en las escenas de acción, haciendo que las peleas se sientan repetitivas y sin emoción.

La película se estrena oficialmente el 31 de octubre en todas las salas de cine. (Foto: Sony)
La película se estrena oficialmente el 31 de octubre en todas las salas de cine. (Foto: Sony)

Un villano desaprovechado

Knull, el ‘villano central’ de la película, es presentado como una amenaza imponente, pero su desarrollo y participación en la trama son lamentablemente mínimos. En lugar de aprovechar a este personaje que, en los cómics, tiene una rica historia y un gran potencial, “Venom: The Last Dance” lo reduce a un enemigo genérico que nunca llega a tener un verdadero impacto. El filme simplemente utiliza la presencia de Knull como un motor narrativo débil, sin explorar lo que podría haber sido una batalla épica entre él y Venom.

Un universo cinematográfico desmoronándose

Uno de los problemas más evidentes de la película es la desconexión con el universo cinematográfico de Spider-Man. Sony ha tenido grandes dificultades para construir su propio mundo de superhéroes en torno a Spider-Man, pero en “Venom: The Last Dance”, la ausencia de referencias claras y significativas al arácnido resulta más desconcertante que nunca. Salvo por algunos guiños, el héroe de Marvel parece inexistente en un universo que claramente necesita de su presencia para funcionar.

Desde “Morbius” hasta “Madame Web”, pasando por “Venom: Let There Be Carnage”, Sony no ha logrado encontrar un rumbo claro para sus producciones. “Venom: The Last Dance” es otro ejemplo de cómo el estudio ha fallado en darle coherencia y solidez a su franquicia de superhéroes. La esperanza ahora recae en “Kraven: The Hunter”, programada para diciembre de este año, que podría ser la última oportunidad para salvar este universo cinematográfico en decadencia.

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Humor ineficaz y diálogos forzados

Uno de los mayores atractivos de la primera película de Venom fue el tono ligero y humorístico que manejaba la relación entre Eddie y su simbionte. Sin embargo, en esta tercera entrega, el humor se siente forzado y fuera de lugar. Kelly Marcel, quien también dirigió la película, parece no haber encontrado el equilibrio adecuado entre la comedia y la acción, resultando en chistes que rara vez funcionan. Los diálogos carecen de chispa, y muchas de las bromas se pierden en medio de una trama que no tiene claro hacia dónde se dirige.

"Venom: The Last Dance" marca el final de la trilogía cinematográfica sobre el simbionte alienígena que le dota a su huésped de habilidades sobrehumanas (Foto: Sony Pictures Releasing)
"Venom: The Last Dance" marca el final de la trilogía cinematográfica sobre el simbionte alienígena que le dota a su huésped de habilidades sobrehumanas (Foto: Sony Pictures Releasing)

Incluso Tom Hardy, cuya dedicación al personaje es indiscutible, parece agotado. Su química con Venom sigue ahí, pero se nota una falta de frescura y creatividad en las interacciones. Lo que en las primeras entregas resultaba novedoso y entretenido, ahora se siente repetitivo y sin la capacidad de sorprender.

Problemas de ritmo y dirección

El ritmo de “Venom: The Last Dance” es otro de los grandes inconvenientes. La película intenta condensar demasiados elementos en un tiempo relativamente corto, lo que genera una sensación de caos y desconexión. Las subtramas que se introducen a lo largo del film, como la historia de un grupo de científicos liderados por Juno Temple, o la inclusión de un pasado que nunca llega a desarrollarse, son ejemplos de cómo la película está sobrecargada de detalles innecesarios.

El clímax del film, que debería haber sido un enfrentamiento épico entre Venom y sus enemigos, se ve empañado por un montaje desorganizado y secuencias difíciles de seguir. Kelly Marcel, quien debuta como directora en esta entrega, demuestra una ejecución competente, pero se pierde en el frenético desenlace lleno de simbiontes y armas, donde la acción es más confusa que emocionante.

Un final olvidable y sin impacto

Lo más decepcionante de “Venom: The Last Dance” es su final. En lugar de cerrar la saga con un desenlace memorable o conmovedor, la película opta por un giro abrupto y sin sentido. Acompañado por una banda sonora poco inspirada, el desenlace no solo falla en generar emoción, sino que deja al espectador con una sensación de vacío. A diferencia de otras películas del género que logran dejar una marca, esta despedida de Venom parece completamente desechable, algo que se olvidará en poco tiempo.

Escenas post créditos: un sin sentido más

Finalmente, la película ofrece una segunda escena postcréditos que se siente como un añadido innecesario y desconcertante. En lugar de generar expectación o curiosidad sobre el futuro del personaje o del universo de Sony, esta escena deja al espectador confundido, recordando la igualmente desconcertante escena postcréditos del Capitán América en “Spider-Man: Homecoming”.

En conclusión...

“Venom: The Last Dance” es una película que intenta ser un final épico, pero fracasa en casi todos los aspectos importantes. A pesar de algunos momentos rescatables entre Eddie y Venom, el film está plagado de problemas narrativos, visuales y de ritmo. Con una trama débil, un villano desaprovechado y un final sin impacto, esta película representa un tropiezo final para una saga que comenzó con fuerza pero que no supo mantener su rumbo. Para los fans de Venom, esta despedida deja más sinsabores que satisfacciones.

“Venom: The Last Dance” ya se encuentra disponible en todas las salas de cine de Perú.


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