Todos aquellos que tienen o tuvieron alguna vez una mascota se detuvieron quizás alguna vez pensando en lo siguiente: ¿Qué suele pasar por la cabeza de un animal capaz de sacarme los sentimientos más profundos de cariño, estima e incluso amor? Si nos remontamos a los millones de tiernos videos virales que hay en YouTube y demás redes sociales, la interrogante ciertamente toma mayor validez.
Pero del viral a la posibilidad de construir una historia que pueda presentarse en el cine hay más de un paso. Así pues, el séptimo arte ha intentado en más de una ocasión presentarnos historias de amor y lealtad entre humanos y sus canes. Desde recordados clásicos como “Bethoven”, hasta propuestas como “Marley y yo”. Incluso cintas en donde el protagonismo se lo lleva un asesino serial como John Wick o un boxeador como Rocky, los perros son parte importante.
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El más reciente ejemplo de una incursión de este tipo en el cine es “Dog: Un viaje salvaje”, cinta que acaba de pegar el salto a la plataforma de streaming Prime Video. La propuesta tiene como protagonista (y coguionista) a Channing Tatum, un actor que, salvo excepciones, ha sabido explotar su fortaleza física y su innegable personalidad para hacerse un camino con sello propio en Hollywood.X
Él interpreta a Jackson Briggs, un agente del equipo especial de los Rangers, unidad que se ha ganado el respeto entre las instituciones militares por su eficacia y pulcritud al cumplir duras tareas de guerra fundamentalmente fuera de los Estados Unidos.
Ciertamente Tatum encaja perfectamente con su rol en la cinta. Si nos adelantamos un poco más, su personaje del agente Briggs se encuentra momentáneamente separado de la actividad porque, tras sufrir un accidente en una operación, terminó con lesiones cerebrales que –aunque él intenta ocultar o minimizar—le generan secuelas que podrían impedirle realizar nuevos operativos de forma óptima.
Desesperado porque siente que su inactividad le ha quitado el sentido a su vida, Briggs le ofrece a su superior (Jones/Luke Forbes) “hacer todo lo que le pida” para que lo reintegren a los Rangers. Aquí viene el kid del asunto: para una recomendación, el alto mando le encomienda una tarea: trasladar a Lulu, la perra raza pastor belga, héroe del citado batallón, al funeral de su dueño, el agente Riley Rodríguez, el único ser humano que parece haber conquistado el corazón de un can a todas luces incontrolable. Luego de esto, tendrá que derivar el perro a la Armada para su sacrificio.
Confiado en que su tarea será fácil, Briggs acepta la misión y acepta trasladar en su camioneta a una perra que, si con bozal luce de temer, sin este implemento efectivamente lo es. Tenemos aquí el inicio de una cinta de viaje: un agente atormentado porque no desea ir al retiro lleva en el asiento de atrás de su vehículo a un can que fue entrenado para misiones de alto riesgo, y que en dicho propósito sufrió más de una lesión, impacto de bala y, lamentablemente, traumas.
Conforme Briggs y su nueva acompañante recorren los caminos de Estados Unidos, el primero va confirmando porqué había tantas leyendas acerca de Lulu. No solo le impide sobrellevar con tranquilidad las pequeñas ‘paradas’ en las que busca algo de sosiego (practicar tiro, tomarse unos tragos o conquistar bellas féminas), sino que además destroza su camioneta, colmando su paciencia en varios momentos.
No se puede ver una película como esta sin tener en cuenta dos detalles: “Dog” cuenta la historia de un can (Lulu) que actúa tal como fue entrenada (para matar enemigos en operaciones o rescatar vidas de compañeros) y, por consiguiente, sus reacciones, silenciosas o furiosas en distintas ocasiones, tienen mucho que ver con las experiencias que esta tuvo en el campo de batalla. Del otro lado, su ‘humano’, el agente Briggs, se resiste a quedar fuera de los Rangers pese a que, evidentemente, es consciente de que las secuelas de sus lesiones cerebrales son un diagnóstico negativo innegable.
Así pues, tenemos a dos protagonistas que afrontan serias complicaciones. Inicialmente ninguno parece muy dispuesto a ceder y pierde la paciencia en más de una ocasión (mordidas, gritos e inclusive insultos), pero pronto empieza a aparecer una luz al final del túnel. A partir de aquí, “Dog: Un viaje salvaje” se convierte en un retrato de amor entre los hombres y los animales.
Con un argumento que cumple con lo justo, esta cinta dirigida por Reid Carolin y el propio Tatum no cuenta con un elenco sumamente popular, por lo que cada uno de los actores secundarios debe esforzarse al máximo por servir de coro al vínculo Reiggs-Lulu. Muchos personajes pasan del temor a este can, a la admiración por sus logros en el equipo Ranger, y finalmente al más absoluto cariño y amor, como Noah (Ethan Suplee), dueño de Nuke, el pastor belga hermano de Lulu.
Y si en algún momento hubo mordidas y gritos, “Dog: Un viaje salvaje” tiene también momentos sumamente tiernos. Como toda película de viajes, las segundas oportunidades se convierten en la gran fortaleza de esta propuesta de 100 minutos de duración. Cientos de kilómetros después de empezar un viaje que parecía destinado a fracasar desde el inicio, dos incontrolables seres humanos descubren que no solo un hombre rescata a un perro cuando lo escoge como mascota, sino que este último también puede rescatarlo a él de la más absoluta soledad.
"DOG: UN VIAJE SALVAJE"- PRIME VIDEO
Género: comedia, drama.
País y año: Estados Unidos, 2022.
Directores: Channing Tatum y Reid Carolin.
Reparto: Channing Tatum, Jane Adams, Kevin Nash.
Sinopsis: Briggs, un ex ranger del ejército que se aventurará a cruzar el país junto a su perra Lulu. Ambos recorrerán la costa del Pacífico con la esperanza de llegar a tiempo al funeral de su mejor amigo. Juntos, se volverán locos el uno al otro, romperán algunas reglas, aprenderán cómo amar y tendrán la posibilidad de crear una nueva vida.
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