

Diciembre es un mes esperado por muchos: las luces navideñas adornan las calles, las reuniones familiares se multiplican y las mesas se llenan de mucha, mucha comida. No obstante, también es una época que, para muchos, se traduce en el aumento de peso. Tanto las estadísticas como las experiencias personales confirman que este mes, lleno de celebraciones, puede convertirse en un reto para quienes buscan mantener hábitos saludables.
¿Por qué sucede esto? No se trata solo de la comida. Es el resultado de una combinación de factores: el mayor consumo de alimentos calóricos típicos de las festividades, la reducción de la actividad física debido al clima o las vacaciones, y los cambios en las rutinas diarias. Además, las comidas de fin de año no solo cumplen una función nutritiva; están cargadas de simbolismo, tradición y emociones, lo que lleva a comer más por disfrute, conexión social o incluso nostalgia.
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El Dr. Mirko Mostaccero, médico de MAPFRE, explica que este fenómeno es común y está vinculado a elementos sociales, culturales e incluso biológicos. “Las fiestas influyen porque son la principal causa de los comportamientos alimentarios que conducen al aumento de peso. A esto se suma el estrés y el desajuste de los hábitos cotidianos”, asegura.
Por su parte, Linda Flores, nutricionista de Sanitas Consultorios Médicos, destaca que diciembre no solo representa un reto físico, sino también emocional. Añade que los alimentos festivos están cargados de significado emocional, lo que puede llevarnos a comer más por disfrute o tradición. “Es importante abordar estas fechas desde un enfoque de equilibrio y disfrute consciente, valorando los momentos compartidos y evitando la culpa”, señala.

¿Cómo cuidarnos durante las celebraciones?
No se trata de renunciar al placer de la comida, sino de encontrar un balance. El Dr. Mostaccero sugiere planificar menús que incluyan frutas secas, vegetales y proteínas magras. También recomienda controlar las porciones, evitar el exceso de postres y mantener una hidratación adecuada, bebiendo entre 2 y 3 litros de agua al día. Además, mantenerse activo, aunque sea con una caminata diaria, puede marcar la diferencia.
Flores coincide en que el equilibrio es clave. “Mantener horarios regulares de alimentación evita llegar con mucha hambre a las celebraciones”, explica. Asimismo, sugiere complementar los platillos festivos con ensaladas y opciones más ligeras.
Opciones saludables para la cena de diciembre
El pavo o lomo de cerdo al horno son alternativas ideales, ya que son ricas en proteínas y antioxidantes como el selenio. Las ensaladas pueden enriquecerse con frutos secos y frutos rojos, evitando salsas altas en grasa, como las hechas con mayonesa. Optar por aliños a base de yogur natural light, mostaza o vinagre balsámico es una excelente elección.
¿Qué alimentos evitar o consumir con moderación?
Entre los principales culpables del aumento de peso en estas fechas están los postres como panetones, galletas navideñas y chocolates, además de las bebidas alcohólicas. Según el Dr. Mostaccero, es fundamental disfrutar de estos alimentos con moderación y optar por porciones más pequeñas.
¿Cómo recuperarse tras los excesos?
Si te excediste en la cena navideña, no te castigues. Flores enfatiza que lo más importante es retomar una alimentación balanceada y evitar dietas extremas. “Opta por comidas ricas en vegetales, frutas, proteínas magras y alimentos integrales. Mantente hidratado y vuelve a moverte regularmente”, aconseja.

El Dr. Mostaccero sugiere priorizar alimentos fáciles de digerir y ricos en fibra al día siguiente, además de incorporar líquidos como agua o infusiones digestivas para ayudar a la desintoxicación. “Si comiste en abundancia en Nochebuena, la alimentación posterior debe ser mínima y centrada en alimentos fáciles de digerir y ricos en fibra. El consumo de líquidos como el agua e infusiones digestivas ayudará a la desintoxicación natural. Lo más importante es mantener la calma, no caer en el estrés y retomar tus hábitos saludables.
Ambos expertos coinciden en que la clave para disfrutar de las festividades sin preocupaciones es adoptar una actitud consciente hacia la comida. Disfrutar de los momentos compartidos, priorizar opciones saludables y mantener hábitos equilibrados son las mejores herramientas para cerrar el año de manera saludable y feliz. Porque, al final, la salud no se mide por las calorías consumidas en una noche, sino por los hábitos que construimos durante todo el año.
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