“Hoy tuve un día lindísimo, las olas eran magníficas”, nos dice Felipe Pomar Rospigliosi (Lima, 1943), vía Zoom, desde la isla de Kauai, en Hawái, el lejano archipiélago al que se fue a vivir para siempre antes de cumplir los 20. “Si hubiera participado de un campeonato, lo ganaba de todas maneras”, ríe.
A sus 78 años, el surfista peruano se levanta todos los días, minutos antes de las seis de la mañana, para correr olas. Es una actividad que mantiene constante desde fines de la década del cincuenta, cuando su buen amigo, el tablista Joaquín Miró Quesada, lo llevó por primera vez a la playa Kontiki de Punta Hermosa para que aprenda a dominar la brava marea. Aquella no era cualquier ola: es famosa por superar los cinco metros de altura. “Es allí que nace mi predilección por correr olas grandes. Les agarré el gusto desde comencé, son mucho más emocionantes”, explica.
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Antes de ingresar al mar, bebe un jugo de frutas o un vaso de agua con limón, calienta y estira los músculos, toma un poco de sol y, si el clima está en óptimas condiciones, puede surfear hasta tres horas de largo. Felipe sostiene que el secreto para mantener su envidiable estado físico está, principalmente, en una buena alimentación. “Para mí la nutrición es muy importante. Como nueces, huevos, arroz integral, espinaca, pollo, pescado fresco… cosas saludables”, cuenta.
En la isla polinésica, el campeón mundial de tabla de 1965 divide su tiempo entre hacer deporte, brindar asesoría como health coach y la inversión de bienes raíces. Confiesa, además, que está profundamente enamorado de una mujer de ascendencia italiana, “bastante más joven”, que lo llena de vitalidad. “Mi mayor deseo es poder seguir sano y practicar el deporte que me hace feliz, junto a ella”, comenta.
Las últimas semanas, Felipe ha podido seguir la competencia de los peruanos Lucca Mesinas y Miguel Tudela en el CT de la Liga Mundial de Surf, cuyas primeras dos fechas tienen como sede a Hawái. “El Perú tiene tablistas de primera categoría, eso no lo puede dudar nadie. Lamentablemente, hasta hace poco, no tenían los auspicios necesarios para poder viajar por el mundo y estar preparados para las competencias. Pero veo que eso ya está cambiando”, opina.
Leyenda viva
A inicios del 2021, luego de su habitual jornada en el mar, Felipe Pomar recibió una llamada inesperada desde Roma. “Queremos contar su historia y saber cómo enfrenta sus miedos sobre las olas”, le propuso la productora de Netflix Simona Ercolani. El tablista peruano aceptó encantado y al cabo de unos meses, en junio, tenía a todo un equipo de producción instalado en su casa para grabar uno de los episodios de la serie documental ‘Historias de una generación con el Papa Francisco’.
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La producción, basada en el libro ‘Sharing the wisdom of Time’ (Compartiendo la sabiduría del tiempo), escrito por el pontífice argentino, presenta una serie de relatos de hombres y mujeres mayores de 70 años, quienes reflexionan acerca de los momentos más cruciales de sus vidas y cómo salieron airosos. El experimentado surfista peruano, entre otras anécdotas, narra el susto que pasó la vez que ingresó al mar junto con su amigo Pitty Block para “aprovechar las olas” que se habían desatado tras el terremoto de Lima, en 1974.
En el documental lleva a todo momento un polo con la inscripción ‘Live long, live strong: surf til 100′ (Vive largo, vive fuerte: surfea hasta los 100). “He conocido las historias de personas que han surfeado hasta pasado los 90 y he podido estudiar sus vidas. Si tomamos en cuenta los últimos descubrimientos de la ciencia, creo que tengo más chances de llegar a los 100. Ojalá que suceda”, comenta. “Ya somos varios los que nos hemos sumado a este movimiento. Vamos a ver quién lo consigue primero”.
Algunos de los tablistas que promueven la iniciativa de Pomar son los campeones mundiales de surf Jeff Hakman (Estados Unidos, 1948), Fred Hemmings (Hawái, 1946) y Corky Carrol (Estados Unidos, 1947), con quienes vendrá en mayo de este año a correr las enigmáticas olas de la ruta Moche, en Chicama, Pacasmayo, Huanchaco y el Brujo. Esta actividad formará parte del Shimuchikfest, un evento que tiene como misión difundir la hipótesis de que los primeros hombres en deslizarse sobre las olas fueron los mochicas, al norte del Perú, en caballitos de totora.
“El surf moderno, como lo conocemos hoy en día, nació en Hawái. Pero miles de años antes de que existan habitantes en esta isla, los antiguos peruanos corrían olas en tablas de totora, sobre todo en la zona de Huanchaco”, concluye Felipe Pomar. Una historia que nos vincula con los orígenes del deporte de la tabla y bien vale que todo el mundo conozca. //
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