Jorge Chávez Noriega

Detrás de un enorme portón azul, en la zona industrial de Lurín, nadie podría imaginar que se esconde un centro de innovación tecnológica donde se ha desarrollado una solución humanitaria para los desplazados por la entre y . Se trata de un refugio de emergencia fácil de transportar y armar, capaz de resistir a un conflicto bélico o a una catástrofe natural. “Ha sido un largo proceso de testeos y pruebas para llegar a esta versión final”, nos dice Nicolás García Mayor (43), un diseñador industrial oriundo de Bahía Blanca, Argentina, que llegó a nuestro país hace dos años para hacer realidad este proyecto.

Mientras recorremos la fábrica, Nicolás cuenta cómo nació su idea. Era un estudiante de la Universidad Nacional de La Plata cuando presentó como trabajo final de tesis un proyecto de módulos habitacionales que, a su vez, pudieran funcionar como clínicas móviles. Su propuesta fue reconocida con una alta calificación, pero por razones económicas era inviable de materializar.

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Nicolás entendió que su trabajo sería su principal fuente de financiación. Tras egresar de la universidad, empezó a construir una importante carrera, que lo llevó a recorrer el mundo para diseñar trenes de alta velocidad, automóviles de alta gama y hoteles de lujo. Al mismo tiempo, por su genuino interés en ayudar a los demás, creó la ‘Fundacionar’, una organización con la que ha donado prótesis de manos y brazos hechas con impresoras en 3D, en distintos países de Latinoamérica.

Un colega peruano le propuso venir al país para construir las primeras CMAX, como bautizó a sus casas.
Un colega peruano le propuso venir al país para construir las primeras CMAX, como bautizó a sus casas.

Luego de múltiples intentos, en el 2015 surgió la posibilidad de fabricar sus refugios en Washington D. C., ciudad a la que se había ido a vivir, pero las cosas no salieron como él esperaba. Tuvo que dejar su proyecto de lado hasta que en el 2020, en medio de la pandemia, un colega peruano le propuso venir al país para construir las primeras CMAX, como bautizó a sus casas. “Hoy estoy poniendo en este proyecto toda la experiencia que he adquirido”, comenta. “Aquí encontré la logística necesaria para sacarlo adelante”, añade. Tuvieron que pasar 22 años.

TIEMPOS DE GUERRA

Por su noble labor, Nicolás García Mayor ha sido distinguido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El papa Francisco, por su parte, dijo que su proyecto “estaba bendecido por Dios” y lo alentó a no dejar de persistir.

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El último 28 de abril, con el apoyo de la aerolínea LAN, el diseñador industrial viajó a la frontera de Polonia y Ucrania, previa parada en Ginebra, para entregar los primeros seis prototipos de refugios a los ucranianos desplazados. “El objetivo es instalar una urbanización temporal de emergencia. Esta es una solución all-in-one box, completa e integrada, que permite acceder a electrificación y saneamiento y puede albergar hasta diez personas”, explica.

Por territorio moldavo han entrado más de 400 mil refugiados ucranianos, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Por territorio moldavo han entrado más de 400 mil refugiados ucranianos, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
/ GIL COHEN-MAGEN

Sobre lo que viene ocurriendo en Europa, luego de que el presidente ruso Vladimir Putin ordenara una intervención militar en territorio ucraniano el pasado 21 de febrero, tiene una reflexión. “Me genera una enorme tristeza ver cómo el ser humano puede causar tanto dolor en otros. Si tenemos un problema, podemos resolverlo hablando, con comunicación, pero no con bombas”, comenta. “Nosotros, los diseñadores industriales, somos los que nos encargamos de diseñar las armas. Hay colegas que se dedican a ello y ganan mucho dinero, pero yo, en vez de destruir, prefiero construir”.

A su retorno al Perú, tiene planeado seguir fabricado las CMAX para continuar ayudando a tanta gente como pueda. Su objetivo también es venderlas –”hay la posibilidad de que las llevemos al Mundial de Qatar”– para que así el proyecto sea sostenible. “Lo que quiero es seguir desarrollando proyectos que les cambien la vida a las personas. Hoy en día, ese es mi principal desafío”, concluye. //

Además…
Casa y también clínica

Los materiales principales de los refugios de Cmax System son el polipropileno, el aluminio y tela de poliéster. Pesan 200 kg, tienen un área de 6 m2 y el costo de producción de cada unidad bordea los 5 mil dólares. Un piso permite aislar a las personas del agua, el barro y la nieve. Cualquier persona la puede armar, sin herramientas, en un lapso de diez minutos.

Casa y también clínica

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