El sacerdote peruano que evangeliza a sus fieles en TikTok y tiene un millón de seguidores

Pero su hermana, comunicadora social de profesión, no dejaba de animarlo. “Tú tienes el carisma y esa plataforma puede ser una gran herramienta para evangelizar. Úsala”, le repetía. Los jóvenes de las catequesis también le insistían: “¡Nosotros lo vamos a ayudar! ¡Le va a agarrar el hilo al toque!”.

Eso lo fue motivando, pero lo que determinó que el religioso de 34 años cogiera su celular y creara una cuenta, finalmente, fue la promesa que él mismo se hizo cuando se ordenó como sacerdote hace 13 años: tocar corazones y dibujar sonrisas en nombre de Dios.

“Antes de entrar a Tik Tok ya tenía una cuenta en Facebook. Junto a los chicos de la parroquia hicimos un video sobre la Virgen María y se hizo viral. Hoy ya tiene como dos millones de reproducciones. Allí comencé a darme cuenta lo que Jesús me estaba respondiendo cuando le preguntaba qué más quería de mí. Entonces entramos a TikTok, la verdad es que no tenemos ahí más que ocho o nueve meses, pero la acogida de los contenidos que hacemos ha sido enorme, inesperada. Estamos al tanto de las tendencias, claro, pero las adaptamos con respeto al mensaje de Jesús, de la Iglesia Católica”, detalla el padre David, chiclayano de nacimiento.

Es en el último punto que menciona, de hecho, donde radica la clave de la popularidad de @siervoporamor, su cuenta en la red social: emplear lo que es trending (lo más comentado en el momento, canciones de moda, efectos visuales atractivos), humor y creatividad y vincularlas a mensajes relacionado con la fe, la vida de Jesús, el amor a la Virgen María, sacramentos y misterios, entre otros temas.

Samuel David Miranda Atoche creció en el seno de una familia modesta en la capital lambayecana. Su casa quedaba muy cerca de la parroquia San José Obrero, y según cuenta, después de las clases del colegio, siempre entraba al templo unos cinco minutos a rezar. Ese hábito llamó la atención del sacerdote Eleuterio Vásquez González, quien un día le preguntó si eventualmente no quería consagrar su vida al Señor.

“Yo en ese tiempo era catequista, hacía labor social. En el 2005 comenzamos a ir a dar la mano a zonas rurales y allí me di cuenta de cuánta necesidad pasa la gente, necesidad económica y también espiritual. Pienso que Dios me confirmó entonces lo que quería de mi: que dedicara mi vida al prójimo”, dice el padre David. Viajó a Guatemala a hacer el noviciado, se fue a estudiar teología y un curso de comunicaciones con las hermanas Paulinas en Brasil y volvió al Perú. Está destacado en Huancayo hace cuatro años.

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“El TikTok es una herramienta que me sirve para robar sonrisas mientras hablo de Dios. Tenemos videos con seis millones de reproducciones, pero al final estamos contentos llegando a una o diez personas. Lo importante es que el mensaje se difunda”, señala. Recalca que si bien los jóvenes de la catequesis lo ayudaron al inicio, hoy ya es ducho en el manejo de la cuenta. Sabe cómo grabarse y editar.“La naturaleza de la red social te obliga a publicar contenidos con regularidad y, claro, yo tengo muchas más obligaciones. Lo que hago es grabar varios videos un par de tardes y luego los voy ‘subiendo’ durante la semana”. Agrega que los miembros de su congregación, cuyo carisma principal es trabajar por los más abandonados, están contentos porque se ha encontrado un nuevo camino para evangelizar especialmente con los jóvenes.

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Puede ver al padre David en su cuenta de TikTok, pero también puede seguir las misas que oficia todos los domingos desde Huancayo y transmite por la cuenta de Facebook de su parroquia. Hay contenidos para todos en la viña del Señor. //

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