
En el norte cercano a Lima, ese de aguas transparentes y turquesas en el departamento de Áncash, se encuentran paisajes aún por descubrir para miles de peruanos. A solo cuatro horas y media de Lima (o más si continúa la congestión tras la caída del puente de Chancay y el cierre de una vía de la carretera) llegamos a Huarmey, un valle hermoso y destino paradisíaco con mucha diversión para los visitantes que están buscando nuevas playas, turismo vivencial y opciones gastronómicas por descubrir.
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Se trata de una costa en las faldas de la cordillera, de temperaturas templadas con aguas que pueden ser en ocasiones muy frías para algunos bañistas, pero siempre tranquilas. Depende de los gustos. Pero, especialmente, este territorio posee una geografía marina que el tiempo decretó en corales, inmensos paisajes rocosos pulidos por el viento y el agua, y márgenes arenosos que delinean escenarios únicos para los ojos. Pasear por el amplio circuito de playas de Huarmey y trepar a las alturas de sus miradores naturales, será como tener un dron incorporado con mirada panorámica que capturará las mejores postales.

Además, según el estudio Perfil del Vacacionista Nacional 2023 elaborado por Promperú, “el viajero nacional prefiere viajes y experiencias de naturaleza y aventura”, nos dice Ricardo Limo del Castillo, presidente ejecutivo de Promperú, por ello “la costa de Áncash es una alternativa ideal para turistas nacionales y extranjeros”, señala Limo. “Algunas de las playas paradisíacas, que en este verano se pueden visitar son Erizo, Las Princesas, Los Perdidos y Las Pocitas. Asimismo, el desarrollo del turismo gastronómico en la región nos permite disfrutar de platos típicos en Huarmey como su famoso ceviche huarmeyano o picante de cuy”.
Destinos que dejan huella
Salimos a conocer la costa muy temprano y comenzamos el recorrido por la entrada de Médanos, a cinco minutos en auto desde Huarmey. Está a la altura del kilómetro 306 de la Panamericana Norte. Con un auto particular y un chofer que conozca la zona, se puede llegar a las mejores playas como Los Perdidos, Erizo, Las Princesas o Embudo (conocida como Cocinita). También es posible bordear la costa a través de una trocha que conecta las playas del sur de Tuquillo. Si bien hay señalización, el camino es de trocha, por lo que los guías locales recomiendan tomar taxis que los dejan y recogen sin problema.

Si van en auto particular, tengan un guía que les recomiende las mejores rutas para no perderse ninguna aventura. Es un destino ideal para ir en familia, incluso se puede acampar con tranquilidad. Solo debemos tener en cuenta que hay zonas de playas rústicas —y esto es parte de su encanto— que no tienen restaurantes ni hoteles en caso estén en búsqueda de mayores comodidades. Para los aventureros con la energía suficiente para unas largas caminatas por el suelo rocoso y sin miedo a mojarse las zapatillas, en esta parte de Huarmey encontrarán pozas turquesas, cuevas ocultas, playas silvestres y disfrutarán de un reencuentro con la naturaleza.

Como la marea estaba alta no pudimos realizar una de las actividades más interesantes, la pesca deportiva en la playa Erizo; pero sí gozamos de la velocidad de las cuatrimotos por las playas Los Perdidos y Las Princesas. Desde lo alto, para descansar, nos dimos con el espectáculo visual de una isla rodeada de aguas verdes por el color de sus algas y un buzo nadando de extremo a extremo en busca de la pesca del día. Otras de las actividades que no se pueden perder, además de zambullirse en el mar por horas, son sus paseos en bicicleta, en bote, o pescar tranquilamente.

En el camino nos encontramos con un personaje local, Erick Heredia, mariscador huarmeyano de 45 años que aprendió de pequeño este milenario y peligroso oficio: “Es riesgoso, tengo que estar bien atento al mar, y concentrado, un mínimo error me puede costar la vida”. Desde las 5 a.m., todavía en la oscuridad, Erick entra al mar y comienza a sacar de las rocas mariscos como la pausa, barbón, barquillo o lengüita, este último netamente huarmeyano y el insumo característico del tradicional cebiche del lugar.
Otro personaje que dedica su vida al mar es Fernando Reyes, uno de los primeros buzos de la zona para quien la caza submarina es parte de su vida. Como huarmeyano se encuentra orgulloso de todo lo que tiene para dar: “Me he dedicado por años al buceo a pulmón sacando lenguado, cabrilla, chita y el pulpo que ha sido nuestro recurso principal. Para suerte de todos los huarmeyanos, todavía tenemos playas remotas y un mar sano y rico en especies marinas”. Pero también le preocupa que invasiones y pesca irresponsable perjudiquen su querido Huarmey.

Un poco más al norte, al lado de la famosa playa Tuquillo (actualmente, calificada como no saludable para bañistas según el Minsa), se ubica Las Pocitas, un destino superviral en redes sociales y de los más tranquilos para nadar y disfrutar del mar con los más pequeños.

Chicha huarmeyana
Hacia el lado agrícola, en el valle, Huarmey también tiene mucha historia por contar. Bajo la tierra, todavía ocultas por la arena, se encuentran zonas arqueológicas esperando ser más reconocidas, como el mausoleo imperial El Castillo de Huarmey, cerrado al momento de nuestra visita. Pero también personajes del presente que guardan las tradiciones e identidad.

Don Felipe Morante, de 90 años, realizó una hazaña en los años noventa, cuando las inundaciones del fenómeno de El Niño prácticamente llevaron a la extinción el maíz con el que se prepara la tradicional chicha huarmeyana. La extrañaba tanto que buscó la manera de recuperarla y recordó que, por una huaca cercana, décadas atrás habían enterrado sacos de maíz jora con el que recobraron su identidad: “Es la reliquia de mi pueblo. Somos los únicos que la preparamos y repartimos a restaurantes”, nos dice don Felipe, lúcido y contento por su proeza familiar. Actualmente, sus hijos continúan la tradición y mantienen la sazón local con su clásico cebiche de pato y picante de cuy en el restaurante La Casa de Don Felipe.

Nos dicen los lugareños que el naturalista italiano Antonio Raimondi llamó a Huarmey el oasis en el desierto. Orgullosos de este apelativo, no pretenden perderlo. Por ello, piden a los visitantes que cuiden sus playas y no dejen desperdicios para no afectar la naturaleza. También los invitan a disfrutar las actividades turísticas, explorar cada rincón, admirar los atardeceres y conocer a sus pescadores, mariscadores, pulperos y su variada gastronomía, lista para recibirlos y brindar con su chicha huarmeyana bien helada. //
-La Asociación de Vitivinicultores de Huarmey está innovando con varios tipos de vinos, como este de pitahaya. contacto: 995 712 528 (Jorge López).
-En la página web Y Tú Qué Planes (www.ytuqueplanes.com) hallarás información detallada de las playas huarmeyanas para que armes tu itinerario viajero.
-En el mismo Huarmey, se recomienda contactar a dos agencias de viajes: Marwa Tours (923 110 064) y Tuquillo Tours (937 768 1145).

Una vez en Huarmey, será una buena idea visitar Casma a una hora y media, aproximadamente, en auto. Aquí, se encuentran hermosas playas como el tranquilo balneario de Tortugas (ver imagen), además de zonas arqueológicas como el Patrimonio de la Humanidad, Chankillo, y el arte mural de Sechín.

-Entre los operadores turísticos recomendados, si se viaja desde Huaraz hacia Huarmey, está Kaori Adventures. Contacto: 943 841 688.
-Si en tu visita a Huarmey buscas vivir experiencias de turismo vivencial, puedes contactar al mariscador Erick Heredia. Con gusto, te guiará por las zonas ideales para una ruta inolvidable. Contacto: 924 550 337.
-En la página web Y Tú Qué Planes (www.ytuqueplanes.com) hallarás información detallada de las playas huarmeyanas para que armes tu itinerario viajero.
-En el mismo Huarmey, se recomienda contactar a dos agencias de viajes: Marwa Tours (923 110 064) y Tuquillo Tours (937 768 1145).