Cuenta la historia que, a inicios del siglo pasado, solo había tres cruces en toda la comunidad, y que los porconeros, cuando las vieron, empezaron a hacer las suyas propias. La particularidad de esta tarea era que debían ser diferentes unas de otras. Con el tiempo fueron apareciendo nuevas cruces, consolidándose como un poderoso símbolo de identidad para Porcón.
La fiesta de las Cruces de Porcón es una tradición andina y católica que escenifica el ingreso triunfal de Cristo a Jerusalén el domingo de Ramos, acompañado de 40 grandes y pesadas cruces, que los porconeros cargan orgullosamente. La fiesta inicia con la cuaresma del calendario cristiano y, durante 40 días, los devotos realizan una serie de actividades y ritos en los que se mezclan armoniosamente lo católico y lo andino.
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La fiesta de las cruces
Las cruces son el elemento principal de la fiesta. Con un peso aproximado de 80 kilos, son estandartes vestidos con espejos, imágenes con elementos religiosos y muchas flores. Los estandartes son sacados en procesión por los campos de Porcón, en que se reproduce sobre sus superficies el fuerte brillo del sol. Se desconoce el sentido de los espejos que adornan las cruces; sin embargo, hay dos hipótesis sobre su uso. La primera asegura que los espejos sirven para que Dios observe desde el cielo a los devotos cuando las cruces van en procesión por el campo y se reflejan con la luz del sol. La segunda afirma que los espejos simbolizan la gran cantidad de lagunas que existieron en la zona.
Cristo Ramos, conocido popularmente en la comunidad como el Cristo Campesino, durante la fiesta va recorriendo los campos de Porcón visitando las casas de los agricultores, quienes lo han adoptado como uno de ellos. A Cristo Ramos lo acompañan en procesión los apóstoles (o ‘apostoles’, como suelen llamarse ellos mismos), 12 hombres mayores que han decidido voluntariamente seguir y cuidar al patrón de Porcón en todas sus actividades. Ellos dirigen los rezos que acompañan al cristo durante los días de celebración, y velan por su seguridad en la procesión del Domingo de Ramos. Ese día, llevan en la cabeza una corona de la cual cuelgan doce ramas de olivo.
El acto de cargar las cruces acompañando en procesión a Cristo Ramos, el patrón de la comunidad, es para los porconeros un acto de liberación por las culpas cometidas.
Los porconeros no celebran la muerte de Cristo; más bien han convertido esta fiesta en un símbolo de esperanza para la comunidad. //
Recientemente, se ha publicado la web documental www.lascrucesdeporcon.com , un recorrido en capítulos sobre las actividades y los personajes de esta festividad. El trabajo muestra una mezcla de elementos que hacen de esta fiesta una tradición única en torno a la semana santa.
El autor de este reportaje trabajó el proyecto fotográfico y transmedia desde el 2011 hasta el 2020, y fue uno de los trabajos seleccionados del concurso “arte al bicentenario”.
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