Si su visión se ha vuelto borrosa, turbia o débil o las cosas que ve no son tan brillantes o coloridas como antes, pues es muy probable que usted haya desarrollado catarata en uno o ambos ojos, advierte Luis Izquierdo Villavicencio, director médico de Oftalmosalud.
El ojo tiene en su interior un lente natural llamado cristalino, que a medida que envejecemos pierde su transparencia y deja pasar menos luz, lo que ocasiona que la imagen que pasa a la retina sea difusa o dispersa, lo cual brinda una imagen borrosa.
"A medida que una catarata comienza a desarrollarse, es posible que usted no note ningún cambio. Pero a medida que la catarata progresa, puede interferir con sus actividades diarias; es así que por medio de un examen ocular completo, su oftalmólogo puede decirle si las cataratas u otro problema son causa de su pérdida visión", explica Izquierdo.
Por ejemplo, si la catarata se localiza en el borde externo del cristalino, la vista no sufre cambios; pero si el problema está situada cerca del centro del cristalino, generalmente interfiere con la visión.
Esta disminución de la agudeza visual es uno de los síntomas más claros y típicos en las personas que están desarrollando una catarata, alerta el especialista.
Actualmente existen técnicas como el Femtosegundo, que aportan mayor seguridad y rapidez al tratamiento debido a que permite al cirujano intervenir el cristalino con gran cuidado, indica el médico. Este procedimiento no requiere el uso de bisturí, ni una larga etapa de recuperación.
"No hay que olvidar que las cataratas más frecuente son las que originan entre los 65 a 70 años; no obstante, hay personas que desarrollan este problema mucho antes incluso a los 35 años o personas que no las sufra hasta los 80 años", finaliza Izquierdo.