La Reserva Nacional Pampa Galeras Bárbara D’Achille es el hogar de la vicuña (Vicugna vicugna) en Perú. Un lugar a 4100 metros de altura en Ayacucho donde actualmente viven alrededor de 17 mil vicuñas: 4 mil dentro de la reserva y otras 13 mil en las zonas aledañas.
Estos camélidos en el Pampa Galeras son parte de una población de 200 000 ejemplares que recorren los Andes en todo el Perú. Pero no siempre fue así. Entre las décadas de 1950 y 1960 la caza furtiva estuvo a punto de acabar con este hermoso animal. La población, que en ese momento bordeaba los 5 millones de ejemplares en el Perú, se redujo a apenas 5000.
Un trabajo de más de cinco décadas emprendido por el gobierno peruano en coordinación con comunidades campesinas ha logrado la recuperación de la vicuña.
En este viaje virtual, el fotógrafo Gabriel Herrera nos sumerge en la reserva de Pampa Galeras para mostrarnos la majestuosidad del paisaje que alberga, además de vicuñas, otras especies como vizcachas (Lagidium peruanum), búhos (Bubo virginianus), gansos andinos (Chloephaga melanoptera), entre muchos otras.
Lee más | Los secretos de la fauna silvestre: las mejores cámaras trampa del 2020
Primera parada: el paisaje andino
La Reserva Nacional Pampa Galeras Bárbara D’Achille tiene una extensión de 6500 hectáreas, en la provincia de Lucanas, Ayacucho, pero su zona de influencia se calcula en 60 000 hectáreas, según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), que tiene a su cargo esta zona de conservación de la vicuña.
La mayor parte del territorio está cubierto por pajonales, vegetación que capta el agua de la lluvia y del ambiente para filtrarlo hacia tierras más bajas. Pero también se encuentran bosques relictos de queñua (Polylepis sp.), una especie que crece en las alturas de los Andes tropicales, por encima de los 3 000 metros.
Otras especies de flora características de la reserva son el quishuar (Buddleja sp.), un árbol andino considerado sagrado que crece por encima de los 3000 metros de altura en Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia; y la yareta (Azorella compacta) un arbusto similar al musgo que puede superar los 3000 años de vida.
Lee más | Latinoamérica: los 10 reportajes ambientales más leídos del 2020
Segunda parada: la conservación de las vicuñas
La Reserva Nacional de Pampa Galeras concentra la mayor población de vicuñas en Perú, y en el mundo, en un espacio reducido, indica Sernanp. Es una especie que habita entre los 3500 y 5000 metros de altura en cuatro países de la región: Argentina, Bolivia, Perú y Chile.
La caza furtiva puso en grave riesgo a esta especie, perseguida por los cazadores ilegales, debido al valor de su lana. En la década de 1960 su población dentro de la reserva llegaba apenas a los 1000 ejemplares, y en todo Perú apenas había 5000 animales. Por esa razón, la vicuña llegó a ser declarada En Peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Actualmente está en la categoría de Preocupación Menor.
Sin embargo, la recuperación de la especie requirió que un grupo de conservacionistas impulsara la creación de esta reserva, que se concretó en 1967. En pocos años, la población creció. Sin embargo, entre 1980 y 1994, durante el conflicto armado interno peruano, hubo atentados en la reserva y reaparecieron los cazadores furtivos. Fue a partir de 1991 cuando el gobierno involucró a las comunidades en las tareas de conservación y de aprovechamiento de la fibra, lo que logró expulsar a los cazadores y dar paso a un negocio sostenible.
Lee más | Mongabay Latam: las 10 historias gráficas más populares del 2020
Tercera parada: el chaco, una practica ancestral
El chaccu o chaco es una práctica ancestral que consiste en capturar y esquilar a las vicuñas para aprovechar su fibra, un insumo para la confección de finas prendas de alto valor en el mercado. Un kilo de lana de vicuña puede costar hasta 500 dólares en el mercado internacional.
En la Reserva Nacional Pampa Galeras se realizan aproximadamente 14 chaccus cada año, entre mayo y noviembre, pero la fecha central es el 24 de junio, el día del campesino peruano. En cada ritual de esquila participan alrededor de 40 personas. Luego, se debe limpiar la fibra, un trabajo que realizan las mujeres y que requiere mucha fineza y precisión. La venta de fibra de vicuña se ha convertido en una actividad económica rentable para los pobladores de Lucanas.
Lee más | Las 10 historias de Mongabay Latam que nos inspiran a seguir conservando
Cuarta parada: la fauna en la reserva
Si bien la vicuña es la estrella en la Reserva Nacional Pampa Galeras, el área protegida alberga otras especies representativas de este ecosistema. El guanaco (Lama guanicoe) es otro de los camélidos que habita en estos campos, pero también se puede observar a la vizcacha (Lagidium peruanum), la taruca (Hippocamelus antisensis), el zorro andino (Pseudalopex culpaeus), la muca (Didelphis marsupialis) y la comadreja (Mustela frenata).
En Pampa Galeras también se puede observar hasta 20 especies de aves, entre las más representativas están el cóndor andino (Vultur gryphus), la parihuana (Phoenicopterus chilensis), la perdiz serrana (Nothoprocta ornata) y la quiula (Tinamotis pentlandii). Y en las lagunas están el pato jergo (Anas georgica) y el pato sutro (Anas flavirostris).
Pinturas rupestres que muestran cazadores en cuevas y, por supuesto, vicuñas, han sido encontradas en la reserva. También hay chullpas de piedra y antiguas trampas inca para capturar a estos animales. Actualmente, Perú es el primer productor de fibra de vicuña a nivel mundial y Ayacucho la región que encabeza esta lista al concentrar el 34 % de la producción nacional.
El artículo original fue publicado por Yvette Sierra Praeli en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
Si quieres conocer más sobre el medio ambiente en Latinoamérica, puedes revisar nuestra colección de artículos. Y si quieres estar al tanto de las mejores historias de Mongabay Latam, puedes suscribirte al boletín aquí o seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.