
En 2024, los incendios forestales llegaron a niveles sin precedentes en toda América Latina. Un reciente análisis elaborado por el Programa de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP, por sus siglas en inglés) da cuenta de esta devastación causada por el fuego en los países de la Amazonía. Según el estudio elaborado en base a imágenes satelitales fueron 2.8 millones de hectáreas de bosques tropicales amazónicos los que resultaron afectados por los incendios forestales el año pasado.
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El reporte Deforestación e Incendios en la Amazonía 2024 señala que por lo menos el 95% de los incendios de 2024 se produjeron en solo dos países: Brasil y Bolivia. Sin embargo, no fueron los únicos devastados por el fuego, Perú, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa también batieron sus récords anuales de bosques quemados. “En general, estos datos sobre incendios pueden interpretarse como una degradación forestal, a diferencia de los impactos más permanentes de la deforestación”, señala el informe de MAAP, un programa de la organizacion Amazon Conservation.

“El total de 2.8 millones de hectáreas batió el récord anterior de 2016, que fueron 1.7 millones de hectáreas. Además de romper el récord en toda la Amazonía, estableció récords en seis países: Brasil, Bolivia, Perú, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa”, señala Matt Finer, director de MAAP.
En el reporte también se hace un análisis de los patrones espaciales de la pérdida de bosques. Según estos datos, la mayoría de los focos de incendios se concentraron en los límites de los cultivos de soja y de lugares ocupados por ganado del sudeste de la Amazonía brasileña y el sudeste de la Amazonía boliviana.
“La mayoría de los focos de pérdida intensa de bosques se debieron a los incendios”, agrega Finer, responsable del reporte de MAAP, que también recoge datos anuales elaborados por la Universidad de Maryland y Global Forest Watch.
Incendios devastadores en Brasil y Bolivia
Marlene Quintanilla, directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), señala que “2024 ha sido el año más catastrófico para la Amazonía por la dimensión, la severidad y la extensión de los incendios forestales”. “Nunca se había visto así, principalmente en Bolivia”, agrega.

Quintanilla explica que más del 60 % de las áreas afectadas por incendios están en zonas de bosques y en bosques amazónicos, una situación que antes no ocurría. “La Amazonia, por sus condiciones de humedad, tenía como una barrera de protección, pero 2024 ha sido un año extremadamente seco y esto ha condicionado que el fuego avance. Al sumar los vientos y otros factores sociodemográficos, se ha generado este escenario catastrófico”.
Las cifras del reporte de MAAP respaldan lo que dice Quintanilla. Según este informe, el país con mayor cantidad de hectáreas afectadas por incendios fue Brasil, con 1.9 millones de hectáreas de su Amazonía, una cifra que supera lo que hasta el momento había sido el pico más alto, 1.6 millones de hectáreas en 2016.
El informe también dice que muchas de las zonas de incendios intensos se concentraron en el sureste de la Amazonía brasileña, que incluyen la carretera principal de norte a sur en el estado de Pará. Estas zonas de grandes incendios también se expandieron hacia el sur, en la frontera de los cultivos de soja del estado de Mato Grosso, precisa el informe. Además hubo focos de incendios en el estado de Roraima y en algunos sectores de la carretera Transamazónica.
“Hay un fuerte vínculo entre los incendios y la agricultura en la Amazonía. En Brasil, investigaciones anteriores han revelado que muchos incendios grandes ocurren en zonas recientemente deforestadas y a veces se escapan a los bosques circundantes”, comenta Finer sobre los análisis satelitales que realizó para el reporte.

Finer también menciona la situación de Bolivia. En ese país, aclara el investigador, aunque la deforestación suele preceder a los incendios, también se produce una segunda ronda de deforestación luego de los incendios para expandir la frontera agrícola.
Según el reporte de MAAP, los incendios forestales afectaron directamente 779 960 hectáreas de la Amazonía boliviana en 2024, una cifra que superó el récord de 250 843 hectáreas alcanzado por el país en 2023. De esta forma, Bolivia se ubica como el segundo país más afectado por los incendios forestales el año pasado.
El informe también indica que hubo una concentración de focos de incendio en la frontera entre los departamentos de Beni y Pando, así como cerca de la Cordillera de los Andes, en los departamentos de La Paz y Beni.
Sobre lo ocurrido en Bolivia, Quintanilla menciona que los municipios de Monteverde, Concepción, Ascensión de Guarayos y San Ignacio de Velasco, donde se ubican los territorios indígenas de Monteverde y Guarayos, en el departamento de Santa Cruz, en Bolivia, han sido los lugares con mayor presencia de incendios.

La experta de FAN señala que en las imágenes satelitales estas zonas aparecen actualmente como lugares deforestados porque la vegetación no ha logrado recuperarse.
Récords en Sudamérica
El tercer país con mayor cantidad de bosques amazónicos afectados por incendios forestales fue Perú. En 2024, la Amazonía peruana perdió 47 574 hectáreas de bosques debido al fuego, duplicando las 20 042 hectáreas de 2023.
Según el informe, los incendios en la Amazonía peruana se concentraron en la selva central, principalmente en la región de Ucayali, así como en la selva suroriental, es decir, en la región de Madre de Dios.

“La gran sequía que sufrimos en la región el año pasado ocasionó que existan zonas muy propensas a incendios muy grandes en diferentes sectores de Brasil, Bolivia, Perú, que fueron los países más afectados”, dice Jorge Villa, especialista en Sistemas de Información Geográfica (SIG) y de Sensores Remotos de la Fundación Ecociencia, en Ecuador.
Villa también señala que una de las recomendaciones del reporte es que el monitoreo en tiempo real debe ser una prioridad, puesto que hay zonas muy propensas a incendios identificadas en Brasil, Bolivia y Perú.
Un informe elaborado por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental sobre los incendios ocurridos en Perú en 2024 indica que “las dinámicas detrás del fuego son diversas” y que entre las razones detrás de los incendios “pueden existir también economías delictivas como el acaparamiento de tierras”.
El mismo informe también indica que el uso del fuego está prohibido en Perú y que el Reglamento de Infracciones y Sanciones en Materia Forestal y de Fauna Silvestre establece una multa desde 10 UIT hasta 5000 UIT (Unidad Impositiva Tributaria) para todo aquel que “cause daño a los recursos que integran el Patrimonio Forestal y de Fauna Silvestre de la Nación mediante el uso del fuego”. Actualmente una UIT equivale a 5350 soles (alrededor de 1486 dólares) por tanto, la sanción puede costar entre 53 500 soles (unos 14 861 dólares) hasta 26 750 000 soles (alrededor de 7 430 555 dólares).

“Perú jamás tuvo esta dimensión de incendios y creo que es un síntoma del punto de no retorno, porque ya la Amazonía no está logrando generar la humedad que habitualmente generaba”, comenta Quintanilla, de FAN. “También se ha visto lo mismo en Colombia y parte de Ecuador, donde no era tan notorio en el tema de incendios. Creo que son datos que deben llamar la atención”, agrega.
El reporte también indica que en Colombia los incendios en la Amazonía fueron menos frecuentes, pero afectaron directamente 5184 hectáreas, mientras que en la Amazonía ecuatoriana los incendios impactaron en 1540 hectáreas, principalmente en el noroeste de la Amazonía.
Guyana también batió récords anteriores de incendios forestales con 38 314 hectáreas quemadas por el fuego. Lo mismo pasó en Surinam, con 7 926 hectáreas arrasadas, y Guayana Francesa, con 635 hectáreas quemadas. En ambos casos se registraron los mayores incendios de su historia.

Jorge Villa, de la Fundación Ecociencia, comenta que la Amazonía ecuatoriana generalmente es muy húmeda, por lo que no es tan común que ocurran incendios. Sin embargo, en 2024 ocurrieron incendios en el norte de la Amazonía, casi en la frontera con Colombia. “La provincia de Sucumbíos, principalmente, ha sufrido muchísimos cambios en su cobertura vegetal. Hay un espacio que ya no es bosque, sino que ha sido cambiado a agricultura y ganadería, principalmente, y a zonas urbanas y minería”.
Vila también menciona que los incendios en esta zona no ocurren en los bosques, sino en áreas que no tienen cobertura vegetal propiamente dicha, sino pastos. “Existe una afectación de algunos bosques por estos incendios que no necesariamente se originaron en el bosque”. Además de estas zonas, dice Villa, ocurrieron incendios en los límites de la Amazonia con la zona andina ecuatoriana, entre las provincias de Zamora, Chinchipe y Loja.
Imagen principal: Los incendios forestales en Perú afectaron 47 574 hectáreas de bosques. Foto: Agencia Andina
El artículo original fue publicado por Yvette Sierra Praeli en Mongabay Latam. Puedes revisarlo aquí.
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