La convivencia entre las personas y los robots no está muy lejos, incluso en el trabajo. Un equipo de investigadores peruanos ha trabajado en un robot con capacidades para operar en diferentes terrenos, de subir y bajar escaleras, hacer trabajos de precisión, y hasta puede atender emergencias.
El equipo liderado por el ingeniero Francisco Cuellar reúne la participación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, ProCiencia y la empresa Tumi Robotics, por lo que contó con el trabajo de tres alumnos y tres ingenieros.
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Señala Cuellar que el robot cubre la necesidad de hacer inspecciones en una planta industrial donde el personal puede estar expuesto a riesgos, “y si lo hacen personas, igual son propensas a cometer errores, ya sea por cansancio o por la extensión de cosas que deben revisar”.
En cuanto a la tecnología, el robot cuenta con una computadora embebida que le permite ser teleoperado por una persona o navegar de forma autónoma dentro de una planta.
Para realizar todos los movimientos se dispone de sofisticados sensores. Gracias a esto puede detectar obstáculos durante la inspección de una planta, cuenta con cámaras térmicas para detectar calor, sensores de gases y sensores de vibración. Además, en la parte superior tiene un brazo robótico que le permite hacer todo tipo de operaciones.
El proyecto inicial fue presentado en el 2023. Luego de 18 meses ya se puede ver un gran resultado: el robot está bastante avanzado y entra en etapa de pruebas.
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Indica Cuellar, quien además es docente de la PUCP, que lo más complicado “ha sido desarrollar un sistema que sea robusto para poder validarlo en campo”. Esto le ha permitido al equipo viajar incluso a Japón para hacer una demostración del robot, donde también se recibió capacitación en inteligencia artificial.
El robot cuenta con inteligencia artificial y un algoritmo que fue trabajado por el mismo equipo "para que cumpla ciertas especificaciones". Es así que el dispositivo identifica los instrumentos de medición que se encuentran en una planta, lee datos de presión, de temperatura, almacena la información y la interpreta. Para esto se ha tomado datos de la comunidad científica, fotos de plantas industriales, etc. "Con esos datos entrenamos a nuestro algoritmo de inteligencia artificial", explica Cuellar.
Hecho para todo
Este equipo se concibe como un robot móvil con un brazo robótico integrado al sistema de desplazamiento mediante orugas. Esta característica se debe a que no tiene ruedas, sino una cadena, como si se tratara de un pequeño tanque.
El robot también puede ser usado en respuesta a desastres naturales, como terremotos o huaicos. “Cuando hay algún desastre, algunos eventos naturales que generan un desastre, el terreno es muy irregular. Entonces, este robot, por la configuración que tiene, puede desplazarse en terrenos difíciles”, indicó Cuellar.
La tecnología usada es transversal, por lo que se puede adaptar en varias actividades. Pero una de las particularidades es el brazo que le permite abrir y cerrar válvulas. Esto se logra a un sistema de cámaras y sensores de vibración.
Por otro lado, como parte de su adaptabilidad se lo ha probado incluso hasta subir y bajar escaleras. “Es lo que encontramos en una planta industrial, normalmente, hay escaleras y es una demostración para que pueda justamente superar obstáculos de ese tipo”, indicó.
“Se necesita más inversión del Estado”
¿Y cómo avanza la robótica en el país? ¿Qué es lo que más se necesita? Para el desarrollo de este robot se contó con un financiamiento de 350 mil soles, sin embargo, aún no es un producto final y restan varios pasos para culminar. Es como si se estuviera a mitad de camino.
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Francisco Cuellar explicó a este Diario que el desarrollo de la robótica es importante para el país por varios factores. Lo primero es el acceso a la tecnología: si bien algunas grandes empresas pueden conseguir robots en el extranjero, resulta costosa para las pequeñas empresas. Además, hay otra consecuencia.
“Al no desarrollar la tecnología localmente, no tienes un soporte, no formas personal altamente calificado. El gran problema que tienen las empresas que compran tecnología es que hay poco soporte local”, indica Cuellar, por lo que resulta más costoso hacer mantenimiento. Por último, desarrollar la tecnología también crea conocimiento con publicaciones científicas y registros de propiedad intelectual.
Este robot es ejemplo de lo que se puede lograr, pero aún hay mucho por mejorar. En palabras del investigador, el Estado está haciendo un gran esfuerzo, ya que no existían los incentivos hace 10 años. “Sin embargo se necesita más inversión de parte del Estado para poder escalar más la tecnología y llegar más rápido al mercado”, concluye, en esta carrera que ha iniciado el mundo con la robótica.