Hace unos días, Magdyel Ugaz sorprendió a sus seguidores al anunciar en sus redes sociales que estaba lista para “adoptar”. Sin embargo, la actriz que interpreta a la elocuente ‘Teresita’ en “Al fondo hay sitio” aclaró que no se trata de convertirse en madre, sino de su compromiso con la campaña “Adopta una mama” de Por un Perú sin Cáncer, iniciativa que promueve la realización de chequeos preventivos de cáncer de mama.
“La adopción de un hijo me parece uno de los actos más generosos y humanos. Aunque alguna vez lo consideré, mi condición de endometriosis y adenomiosis hace que, por ahora, el tema de la maternidad deba esperar”, señala la actriz.
Ugaz enfatiza la alarmante realidad sobre el cáncer de mama. “Veinte mujeres al día son diagnosticadas con esta enfermedad, pero el 90% de los casos detectados a tiempo tienen tratamiento y cura. Por eso, campañas como esta son cruciales. Al realizarte un chequeo preventivo por 35 soles, cada mujer ‘adopta’ simbólicamente a otra. Gracias a ello, una mujer de escasos recursos se beneficia con un despistaje gratuito”, asegura.
Un camino de autodescubrimiento
A los 36 años, Magdyel congeló sus óvulos para preservar su fertilidad, un procedimiento que le permitió descubrir las enfermedades que la aquejan: endometriosis y adenomiosis. “Fue un golpe saberlo, pero también una calma. Antes sufría dolores constantes y nadie me daba respuestas. Ahora entiendo lo que ocurre en mi cuerpo”, señala.
“Aquella vez también descubrí que en mujeres con endometriosis no es recomendable la extracción de óvulos para congelarlos, porque se sobreestimulan las hormonas. Eso produjo en mí mucho más adherencias”, añade.
La endometriosis la ha llevado a replantear su vida. Tras su segunda cirugía hace tres meses, Magdyel reconoce que esta enfermedad inflamatoria crónica no tiene cura y requiere un cuidado constante: dieta, deporte, chequeos médicos y apoyo emocional.
“Es una lucha diaria. Aceptar el dolor ha sido un desafío enorme, pero la terapia psicológica y el respaldo de mis amigos y familiares es fundamental. Es una enfermedad que no se va. Como es crónica e inflamatoria tengo que tratar de no inflamar mi cuerpo para no producir más estrógenos y adherencias, y causarme más dolor”, destaca.
Ugaz admite que, como paciente de endometriosis, puede enfrentar dificultades para ser madre de forma natural, incluso después de haber congelado sus óvulos. “No es imposible, pero sí muy complicado. La enfermedad afecta toda la parte reproductiva, lo que hace que el camino sea difícil. Esto genera mucha frustración y dudas”, reconoce.
Uno de los aspectos más difíciles de esta condición, explica, son las adherencias que provocan. “No solo se quedan en la pelvis, el útero o los ovarios; pueden extenderse a otros órganos, como los pulmones o los riñones. Ahí radica lo más terrible y doloroso de la enfermedad”.
Reflexiones al cumplir 40
Con la llegada de los 40 años, Magdyel reflexiona y asegura que este ha sido un año de aprendizajes. “La enfermedad me movió demasiado. Ahora entiendo que no debo correr, debo avanzar a mi ritmo porque mi salud es mi prioridad y, aunque el tema de ser madre sigue rondando, lo tomaré con calma”, afirma.
El arte como refugio
Ugaz se siente agradecida por poder vivir de su pasión: la actuación. En el 2025, la ‘Teresita’ regresará para seguir sacando sonrisas en “Al fondo hay sitio”. “La gente la quiere porque es auténtica, atrevida y sin filtros. Aunque a veces puede ser pesada, tiene un encanto único. Estoy emocionada por lo que viene”, remarca.