“Si mi hija se ponía a llorar, yo iba corriendo a verla. Siempre quedó claro que mi familia es la prioridad”

Lo que Ricardo Montaner inició con temas icónicos como “Me va a extrañar” o “Tan enamorados” trascendió, convirtiéndose en un legado que lleva como sello el apellido Montaner. Más allá de su carrera artística, la vida familiar del cantante venezolano siempre ha sido un tema de interés para sus seguidores, quienes desde 2022 pueden descubrir las distintas facetas de esta familia a través de un docureality de Disney+ que coloca a sus integrantes bajo los reflectores.

En los primeros episodios de la primera temporada, el público fue testigo de cómo cada miembro de la familia vive su día a día, enfrentando compromisos profesionales y la dinámica familiar que les permite mantener la armonía y el éxito. Sin embargo, no todo es perfecto; el programa también muestra momentos de vulnerabilidad, risas, conflictos y reconciliaciones, humanizando aún más a esta reconocida familia.

“Buscamos mostrar la magia de la cotidianidad de una familia tan particular, por eso no necesitamos crear un libreto ni montar escenas alejadas de la realidad. Que la gente encuentre coincidencias entre su vida familiar y la nuestra es lo que hace que este proyecto tenga éxito”, comentó Camilo en una entrevista con El Comercio.

Esas coincidencias se manifiestan en indecisiones al planificar cenas, en olvidar ciertos compromisos o, por el contrario, en recordar juntos momentos vividos y compartidos como parte de la gran familia de artistas que, con cada temporada, parece crecer con nuevos integrantes que se suman a los Montaner.

Uno de los elementos que más ha captado la atención en la serie es la relación de Evaluna Montaner y su esposo Camilo. Esta pareja, que ha alcanzado una popularidad arrolladora, se ha convertido en un pilar fundamental tanto en la narrativa de la serie como en la vida de la familia. La conexión que comparten se refleja en pantalla, mostrando una relación que ahora cuenta con una nueva integrante: Índigo, su hija de dos años.

“Nuestra relación siempre fue pública, entonces mostrar nuestra vida es algo natural. De esta forma, también podemos sentir lo real del vínculo entre el público y nosotros”, comenta Evaluna sobre la transparencia con la que comparten su vida, como se evidenció en la primera temporada, donde mostraron la espera de su primera hija.

En esta segunda temporada, la historia se enriquece con la noticia del segundo embarazo de Evaluna, quien espera a su hija Amaranto. Este nuevo capítulo añade una dimensión adicional a la serie, mostrando cómo Evaluna y Camilo equilibran sus carreras artísticas con la crianza de sus hijos y la preparación para la llegada de un nuevo miembro a la familia.

“Al contrario de lo que se pueda pensar de un docureality, si mi hija se ponía a llorar o necesitaba amamantar, yo iba corriendo a verla. Siempre quedó claro que mi familia es la prioridad, y la producción fue completamente respetuosa con eso”, enfatiza Evaluna.

Con seis episodios de 30 minutos, esta nueva temporada profundiza en las facetas más íntimas y desconocidas de los Montaner, mientras revela el crecimiento de su linaje familiar. Para Evaluna y Camilo, la conexión con el público peruano se materializará el próximo 25 de febrero, cuando su tour “Nuestro lugar feliz” llegue al país. Sin embargo, más allá de los escenarios, el título de la gira parece encapsular su verdadera esencia: el hogar que han construido junto a su familia.