LIMA, 28 DE AGOSTO 2003
COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACION, PRESIDIDA POR SALOMON LERNER FEBRES, PRESENTA SU INFORME FINAL EN PALACIO DE GOBIERNO AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, ALEJANDRO TOLEDO. 
FOTO: INES MENACHO / EL COMERCIO
LIMA, 28 DE AGOSTO 2003 COMISION DE LA VERDAD Y RECONCILIACION, PRESIDIDA POR SALOMON LERNER FEBRES, PRESENTA SU INFORME FINAL EN PALACIO DE GOBIERNO AL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, ALEJANDRO TOLEDO. FOTO: INES MENACHO / EL COMERCIO
/ INES MENACHO
Adolfo Bazán Coquis

Huamanga. Tenía que estallar algún día y ayer, cuando su trabajo ya concluyó, aun cuando la formalidad dice que los plazos vencen mañana domingo, Salomón Lerner Febres, presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), respondió todas las imputaciones hechas contra el grupo durante las últimas semanas.

“Han adelantado afirmaciones cuando no habíamos publicado el informe. Se han dicho inexactitudes por ignorancia o mala fe. Por ejemplo, que tendríamos una posición pro senderista, pero si a alguien se ha condenando en el documento, es precisamente a Sendero Luminoso por iniciar la lucha, por su crueldad, porque la violencia fue su instrumento y luego su fin, y por su actitud genocida con los asháninkas”, dijo Lerner.

Una condena que se le reclamó tras su discurso del jueves en Palacio de Gobierno y que ayer Lerner se encargó de enterrar fue la calificación de SL como grupo terrorista. Sin duda lo es, afirmó.

Pero también surgieron críticas por no haber rendido homenaje a los miembros de las Fuerzas Armadas y policiales que enfrentaron la subversión. Ayer, en la plaza mayor de Huamanga, lo hizo, y minutos después lo reiteró ante los periodistas.

“Hemos reconocido la legitimidad de usar las fuerzas del orden para enfrentar el terror y defender el Estado y la sociedad, pero una cosa es hacerlo con la ley en la mano, ciñéndose al orden, y otra utilizar los métodos de violencia indiscriminada del adversario. Esos actos no son honor”, comentó el titular de la CVR al tiempo que advirtió que no ponía en tela de juicio las instituciones por los actos de unos pocos.

Pero las precisiones no acabaron allí, pues también se refirió a las quejas sobre el pasado político e ideológico de algunos comisionados. “Todos tenemos pasado y conciencia, y soy testigo de cómo estos ‘izquierdistas’ enfrentaron los temas incluyendo una crítica enérgica a las izquierdas”.

Además, fustigó que se hubiera dicho que la reconciliación que propondría la CVR buscaba la concordia entre perpetradores y víctimas, o una especie de vínculo de amistad entre las Fuerzas Armadas y los senderistas. “Hasta se dijo que buscábamos una amnistía, y nosotros, en un pronunciamiento, pusimos en claro que estábamos en contra; además condenamos la que propugnó Alberto Fujimori por su cinismo e hipocresía”, aseguró.

Por un instante, Lerner dio paso al enojo y empleó términos como “gente con prejuicios”, obcecación, falta de razones, desvergüenza, desfachatez y caradura. Fue una catarsis, con el verbo indignado y el fastidio en el rostro.

Lo que se viene

Salomón Lerner no fue el único en hablar. El padre Gastón Garatea puso énfasis en la prioridad de reparar a las víctimas de la violencia, tanto en términos colectivos como individuales. “El dolor sufrido no puede quedar nada más que en buenos deseos. Sabemos que esto le complica la vida al país porque somos una nación de pocos recursos, pero vale la pena”, reflexionó.

Beatriz Alva resaltó que la Defensoría del Pueblo es el organismo encargado de hacer un seguimiento de sus recomendaciones, en tanto que Salomón Lerner añadió que cuando se dice que el Estado debe reparar, no se comprende que el Estado somos todos. “Así como hay un Impuesto Extraordinario de Solidaridad se podría poner en marcha algún sistema o fondo similar”, anotó.

Los comisionados explicaron que se han adelantado gestiones ante países amigos y organismos foráneos para cooperar en este rubro.

Otro aspecto en el que pusieron énfasis fue hallar, identificar y entregar los restos de las personas desaparecidas. Enrique Bernales recordó que, al iniciar su trabajo, se hablaba de unas 150 fosas comunes (o sitios de entierro), pero que hoy hay registros de 4.644, habiéndose hecho constataciones preliminares en unas 2.200. “El Estado tiene la obligación de continuar con el trabajo”, enfatizó.

Desde Huamanga

Denominación. El comisionado Carlos Tapia puso las cosas en claro al sostener que Sendero Luminoso es una organización política maoísta, comunista, marxista, leninista, terrorista y genocida, que no se integró al sistema político formal. “No debe sorprender que algunos partidos no sean democráticos y más bien sean subversivos”, comentó.

Cifras. El comisionado Enrique Bernales resaltó que se haya identificado con nombres y apellidos completos a 25.100 víctimas de la violencia política. Recalcó que el registro más completo que se tenía antes era el de la Defensoría del Pueblo con 4.022 desaparecidos. Carlos Iván Degregori destacó, a su vez, que recogieron 17 mil testimonios, cinco mil más de los calculados inicialmente.

Posiciones. Familiares de las víctimas de la violencia y voceros de organizaciones de derechos humanos que llegaron desde Lima mostraron su confianza en que el plan de reparaciones que propugna la CVR se pueda cumplir.

Ataques. Algo que se pudo constatar en esta ciudad es que la mayoría de la prensa ataca a la CVR. Solo un diario independiente ha tratado el tema de forma ponderada. Se supo además que algunos ronderos anuncian una marcha contra la CVR.

Malestar. Hay cierto malestar en la CVR en torno del anuncio del ministro de Defensa, Aurelio Loret de Mola, de que se reunirá con altos mandos militares para analizar el informe. Es que esto podría dar la sensación de que se está consultando con un poder paralelo.

Apagón. En plena conferencia de la CVR se apagaron las luces y el equipo de sonido. Durante algunos minutos, los comisionados tuvieron que elevar la voz para contestar las preguntas. Alguien comentó que este ‘apagón’ no era nada en comparación con los que había en la época de SL.

El Frontón no se agota en el aspecto penal

El informe concluye que hubo ejecuciones extrajudiciales en el debelamiento del motín en El Frontón en junio de 1986, durante el gobierno aprista.

“Hemos buscado una evaluación que no se centre en lo penal, porque este aspecto tiene que ver con una legislación específica y con indicios que permitan aplicarla”, afirmó el comisionado Rolando Ames al explicar que ese hecho no se agota en lo penal.

Recalcó que este caso es un ejemplo de cómo un gobierno optó por una represión violenta que no era indispensable. “No encontramos pruebas específicas sobre la responsabilidad penal del expresidente Alan García”, recalcó Ames, pero destacó que en el Ministerio Público hay una investigación abierta sobre el tema y allí podría definirse cualquier responsabilidad.

La tarea de la Iglesia no se menoscaba

Las críticas al cardenal Juan Luis Cipriani, por su actuación como arzobispado de Ayacucho a fines de los ochenta y principios de los noventa, mereció un punto aparte en la conferencia de prensa de la CVR.

“Nos hemos pronunciado sobre los gremios, los sindicatos, las ONG, las iglesias y tuvimos que señalar los diferentes matices del comportamiento de la jerarquía eclesial”, explicó Salomón Lerner. Precisó que en función de testimonios y documentos se rescató “cierto grado de insatisfacción de la población ayacuchana, porque cuando el terror y la violencia campeaban, no encontraron en ocasiones la respuesta adecuada de su pastor”.

Sin embargo dijo que esto no menoscaba el trabajo de la Iglesia, pues destacó el papel de la Comisión Episcopal de Acción Social y el de muchos sacerdotes.

Filosofemas (3 de setiembre de 2003)

Por Francisco Miró Quesada Cantuarias

Como era previsible, desde antes de que se publicaran las conclusiones de la Comisión de la Verdad y conciliación, unas personas comenzaron a hablar, en forma muchas veces apasionada, en contra, y otras a favor.

Pero una vez que se han conocido los resultados del titánico trabajo realizado por la comisión, el panorama se ha aclarado. Ahora se sabe, ya que la meta que ha perseguido la comisión es dar a conocer al país la verdad de lo que aconteció durante las casi dos décadas, en que el pueblo peruano (o sea todos nosotros) sufrió los horrores del terrorismo. Antes de que las publicara, muchas personas aseguraban que estaba integrada por peligrosos izquierdistas y que, en el informe no se mencionaba la palabra ‘terrorismo’. Pero las cosas son al revés. En el informe se dice que Abimael Guzmán Reynoso es el gran responsable de haber desencadenado la violencia que empapó de sangre el Perú durante casi dos décadas.

Pero la comisión no solo se limita a decir la verdad sobre el terrorismo, también la dice sobre la manera como se comportaron diversas personas y diferentes grupos que luchaban contra la subversión, pero que aplicaron una violencia injustificada. Entre ellos, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional. Muchas personas, especialmente algunos políticos, se han aferrado a este hecho, alegando que se ha ultrajado a quienes habían dado su vida para salvarnos de la demencia terrorista. Esta acusación es falsa. En el informe no hay una sola palabra condenatoria respecto de nuestras instituciones castrenses y policiales.

Dejando de lado la reacción, a favor o en contra, de los medios de comunicación, de los políticos, y de los ciudadanos que atacan o defienden a la comisión, lo que debemos preguntarnos es si su informe es confiable. La respuesta es positiva. El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación es confiable, porque sus integrantes cumplen las dos condiciones básicas de la confiabilidad: seriedad profesional y honestidad. El doctor Salomón Lerner Febres, además de cumplir ampliamente las dos condiciones, ha demostrado un gran coraje al aceptar la presidencia de la comisión y en haber hecho público todo lo malo que se encontró. Es un coraje moral, que es superior al físico. Coraje físico tienen muchos, coraje moral, muy pocos. El presidente de la comisión tuvo, en todo momento, lúcida conciencia de que sería satanizado por personas y grupos poderosos, sobre todo, políticos. Pero se mantuvo firme. Y llegó hasta las últimas consecuencias. Decir la verdad es peligroso, a veces, muy peligroso. Pero sin la verdad, ningún país puede seguir adelante. Sobre todo el Perú.

Uno de los más graves problemas que tiene nuestro pueblo es la falta de integración. Y, por eso mismo, debemos tratar de identificarnos. No sabemos bien lo que somos, y mientras no lo sepamos, nuestra historia seguirá dando tumbos a diestra y siniestra, sin poder marchar con la clara visión de las metas que queremos realizar. El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, al decir la verdad sobre lo que sucedió durante el terrorismo, ha hecho un gran aporte para la comprensión de nuestra identidad, para tomar conciencia de lo que somos y de lo que podríamos ser si nos decidiéramos realmente a luchar para que el Perú sea una patria para todos.

Al final de la jornada, la figura del presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación refleja al gran humanista. Su humanismo revela su condición de filósofo. No todo humanista es filósofo, pero todo filósofo es humanista. Además, el doctor Salomón Lerner Febres, es un devoto cristiano. Y si alguien debe ser humanista, es el cristiano que reconoce que todos sus semejantes son hijos de Dios.



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