Al parecer los beneficios de la vitamina D podrían ir más allá de solo la salud de los huesos, pues así como impulsa el buen funcionamiento de nuestros órganos, también ayuda a reducir el riesgo de sufrir infecciones respiratorias.
Según un estudio publicado en Nature Immunology, si los niveles de esta vitamina D son bajos, las células asesinas del sistema inmunitario no se activan, por lo que no pueden movilizarse y actuar contra los agentes patógenos que provienen del exterior. Otra investigación, concluyó que el aporte de vitamina D durante los meses fríos protegió contra la gripe al 40 % de los participantes.
¿Qué hace la vitamina D en las vías respiratorias?
La vitamina D puede modular los mecanismos de defensa, específicamente el reflejo de la tos, es decir, la secreción de moco por parte del tejido que recubre los bronquios,. Así ayuda a mantener la integridad del tejido pulmonar.
También ejerce función sobre la respuesta inmune adaptativa, la encargada de activar las células responsables del reconocimiento de agentes extraños inhalados a través de las vías respiratorias. Así, la vitamina D participa en el mantenimiento de la integridad de la mucosa, ayudando en el proceso de eliminación de agentes extraños.
Además, la vitamina D podría tener relación con el funcionamiento del sistema pulmonar en cuanto al rendimiento físico. Según estudios, se ha observado que la suplementación con vitamina D está asociada a la función pulmonar y potencia muscular.
Cabe mencionar que unos niveles adecuados de esta vitamina tienen relación con la regulación de oxígeno en las arterias y de flujo sanguíneo en los músculos, así como de absorción y consumo de oxígeno de estos últimos.
¿Cómo aumentar mis niveles de vitamina D?
- Toma sol: Es una de las mejores fuentes de vitamina D. Es recomendable que las personas con piel más oscura pasen más tiempo al sol que aquéllos con piel más clara porque la melanina inhibe la producción de vitamina D. Asegúrate de usar bloqueador solar para prevenir el cáncer de piel cuando pases mucho tiempo al aire libre.
- Consume pescados: El consumo de pescados grasos y mariscos puede aumentar la cantidad de esta vitamina. El atún, las sardinas y el salmón son excelentes fuentes naturales de vitamina D para tu cuerpo.
- Incluye hongos en tu dieta: Los hongos contienen mucha vitamina D, las setas silvestres usualmente tienen más de esta vitamina en comparación con los hongos cultivados comercialmente, debido a su exposición a la luz solar. Evita los hongos potencialmente venenosos.
- Consume yemas de huevo: Estas tienen un alto contenido de vitamina D y pueden incorporarse fácilmente a sus comidas. Los huevos de gallina de corral ofrecen un mayor contenido de vitamina D.
- Toma suplementos: Muchos suplementos de vitamina D pueden traer beneficios, pide el consejo de tu médico para encontrar los suplementos dietéticos adecuados. Los suplementos de aceite de hígado de bacalao son una fuente excelente de vitamina D.
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