Uno de los constructos sociales que ha primado a lo largo de la historia de la humanidad, son los cánones de belleza. Sin duda, esta serie de características que rigen el aspecto físico de una persona han sido una fuerza poderosa para moldear la percepción colectiva de lo que se considera bello o atractivo. Si bien durante mucho tiempo han sido promovidos, incluso de forma subliminal, a través de los diversos canales de comunicación, actualmente, sabemos que estas normas poco realistas y excluyentes, ejercen una profunda influencia en la salud mental de las personas, especialmente, en las mujeres.
En efecto, esta necesidad inminente que tenemos los seres humanos por alcanzar la perfección tanto en uno mismo, como verla reflejada en los demás, nos ha llevado a emitir juicios, críticas y comentarios en torno al cuerpo femenino. Estas observaciones, ya sean positivas o negativas, causan un impacto significativo en el bienestar emocional de miles de mujeres que nos sentimos evaluadas y valoradas en función de nuestra apariencia física.
Una dura realidad
Indudablemente, los comentarios sobre el físico de las mujeres han sido una preocupación persistente, sobre todo, en los últimos años, pues es una realidad que va más allá de la edad, la raza y la clase social. Si bien la mayoría de personas tenemos cierta noción sobre este fenómeno y sus posibles consecuencias, el poder cuantificar la situación, nos invita a reflexionar sobre el papel que estamos ejerciendo como individuos en una sociedad prejuiciosa y desigual.
Con la finalidad de evidenciar la dura realidad que enfrentamos las mujeres día a día, Falabella e Ipsos desarrollaron un estudio en el marco de la campaña “Mi cuerpo no necesita tu opinión”, la cual contó con la participación de más de 1.000 peruanos entre hombres y mujeres de 18 años en adelante.
“Con este estudio pudimos darnos cuenta del gran dolor social que existe en nuestro país y que repercute en la autovaloración y el empoderamiento femenino. Verdaderamente, las cifras son alarmantes, ya que 2 de cada 3 mujeres en el Perú (67%) expresa haber recibido comentarios u opiniones no solicitadas sobre su cuerpo o aspecto físico. Mientras que, 6 de cada 10 mujeres (58%) que recibió estas críticas declara haber sentido una emoción negativa, como incomodidad (39%), molestia, enojo o furia (16%) e inseguridad (16%). Entre los comentarios negativos que más suelen recibir están: “has subido de peso” (37%), “la ropa no te queda bien” (19%), “te ves demasiado delgada” (17%) y “tienes arrugas, cicatrices y celulitis” (10%)”. Por consiguiente, 1 de cada 4 mujeres que se ha sentido afectada por estas críticas, suelen cubrir sus cuerpos en el verano con una toalla, ropa o pareo por vergüenza”, destacó Silvana Musante, gerente central de marketing de Falabella a Bienestar.
¿Cómo impacta en las mujeres los comentarios sobre su físico?
En primer lugar, creo que ninguno de nosotros- hombres o mujeres- somos ajenos a esta situación, ya sea porque alguien ha opinado sobre nuestro físico o porque nos hemos dejado llevar por esta tendencia social de juzgar a los demás. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes de las consecuencias de este tipo comentarios, cuyos efectos pueden manifestarse de diversas maneras y variar en intensidad según la vulnerabilidad y las experiencias previas de cada individuo.
Por ello, me gustaría mencionar algunas de las formas en que estos comentarios pueden afectar negativamente a nuestra salud mental:
Baja autoestima
Definitivamente, las opiniones que resaltan ciertos aspectos del físico, pueden llevarnos a la comparación constante, por lo que podemos empezar a medir nuestra propia valía en función de estándares externos, lo que contribuye a una baja autoestima y una autoimagen negativa. Asimismo, las críticas repetitivas sobre nuestro cuerpo, pueden ser internalizadas y adoptadas como propias, causando así un impacto directo en nuestra confianza y que desarrollemos una percepción negativa de nuestra propia apariencia.
“Evidentemente, las diversas opiniones sobre el cuerpo afectan mucho la autoestima y la autopercepción, ya que se generan una serie de miedos, temores e inseguridades, además de un rechazo hacia el propio cuerpo. Básicamente, pueden causar serias distorsiones de la imagen corporal, es decir, una mujer al verse al espejo puede sentirse fea, gorda, delgada, etc., desencadenando una dismorfofobia. Por esta razón, es fundamental evitar referirnos al aspecto de una persona, aun así, sea con una “buena” intención, puesto que puede ser malinterpretado, ahondar mucho más en estas inseguridades y ocasionar un daño importante en la salud mental”, expresó Liliana Tuñeque, psicoterapeuta de la Clínica Internacional.
Trastornos alimenticios
Desde luego, las críticas que enfatizan la importancia de cumplir con ciertos estándares de belleza pueden generar una presión significativa sobre las mujeres, generando así una serie de comportamientos alimenticios extremos, como dietas restrictivas, ayuno o ejercicio excesivo, en otras palabras, se pueden desarrollar diversos trastornos, ya sea anorexia, bulimia o vigorexia. En concreto, estos comentarios pueden llevarnos a utilizar la comida como un mecanismo de control en un intento por alcanzar o mantener un cuerpo determinado.
Ansiedad y depresión
De acuerdo con la psicoterapeuta, la exposición continua a comentarios negativos sobre el cuerpo puede tener un efecto acumulativo a lo largo del tiempo, por lo que este impacto prolongado puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y/o depresión. De igual manera, la atención excesiva a este tipo de juicios, puede llevarnos a una preocupación constante por la apariencia, lo que aumenta los niveles de ansiedad y genera cambios significativos en nuestro estado de ánimo, además supone un riesgo importante para el desarrollo de trastornos alimenticios.
Aislamiento social
Lastimosamente, la vergüenza asociada con la percepción de un cuerpo que no cumple con los estándares de belleza puede causar aislamiento social. Esto quiere decir que, podemos tener una mayor tendencia a evitar situaciones sociales e incluso experimentar la autoexclusión. Igualmente, la baja autoestima derivada de los comentarios negativos puede afectar las relaciones interpersonales, dada que hay una mayor dificultad para establecer conexiones significativas debido a la inseguridad y el temor al rechazo.
“Muchas mujeres prefieren no salir a la calle para evitar estas opiniones no solicitadas, lo que las lleva a no asistir a reuniones sociales, lo que a su vez, dificulta la interacción con el entorno y perjudica las habilidades sociales. Sin lugar a duda, esto puede derivar en cambios en el estado de ánimo, dificultades para conciliar el sueño, baja autoestima, alteraciones del apetito, etc.”, señaló Tuñeque.
¿Cómo podemos promover una cultura más inclusiva y respetuosa?
Principalmente, considero que, es crucial cambiar la narrativa en torno a la apariencia física de las mujeres. Por lo tanto, es necesario que como sociedad adoptemos un enfoque más inclusivo, con el cual podamos celebrar la diversidad de cuerpos y rompamos con los estereotipos preestablecidos. Asimismo, es fundamental que se promueva una cultura que sepa valorar a las mujeres por sus logros, habilidades y personalidad, en lugar de únicamente por su apariencia.
“Es importante tomar conciencia de la gravedad y el daño que pueden producir nuestras palabras, por esta razón, debemos cuidar mucho lo que decimos y cómo lo expresamos. En efecto, es esencial proporcionar una formación en empatía y respeto desde edades tempranas, en donde se busque desarrollar habilidades sociales que promuevan la comprensión y la aceptación mutua, con el fin de disminuir la propagación de comentarios negativos”, enfatizó la psicóloga de la Clínica Internacional.
De igual modo, como refirió Silvana Musante, es primordial que las marcas tengan un propósito que esté orientado a generar un bien en la sociedad, en especial, teniendo en cuenta el gran impacto que la publicidad y las redes sociales ejercen sobre las personas. Por este motivo, es sustancial promover mensajes positivos y empoderadores sobre el cuerpo y la autoimagen, así como fomentar la diversidad y la equidad de género.
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Milenka Duarte
periodista y psicóloga por la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
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