Todos en algún momento hemos tenido molestías por una mala digestión, en realidad, es un problema muy común. A pesar de ello, no es algo por lo cual debemos asustarnos; sin embargo, acudir a un especialista nunca está demás.
Usualmente, una mala alimentación y unos malos hábitos son las principales razones de una digestión pesada. Si bien las consecuencias son molestas, podemos ayudar a nuestro organismo para prevenirlas y aliviarlas. Estos hábitos te ayudarán a mejorar tu digestión:
Mantén un horario para tus comidas. No alteres demasiado tus horarios, se recomienda hacer cuatro o cinco comidas de forma balanceada, si dejas pasar alguna tu organismo sentirá más hambre y tendrás la necesidad de comer más la siguiente vez que consumas alimentos. Esto hará más pesada tu digestión y por lo tanto provocará diferentes malestares estomacales después de la comida.
Mastica bien. La forma en que consumimos nuestros alimentos influye en cómo nuestro cuerpo los procesa, lo mejor es siempre masticar muy bien cada bocado y darle un tiempo adecuado para generar la suficiente saliva y podamos triturar adecuadamente los alimentos. De esta forma, nuestra digestión será mucho más sencilla.
Evita consumir líquidos durante las comidas. Cuando tomamos demasiado líquido durante las comidas, provocamos que los jugos gástricos de nuestro sistema se diluyan haciendo que la comida nos caiga pesada y dificultando los procesos digestivos. Lo mejor siempre será tomar los líquidos al final de la comida.
Cuida tus porciones de comida. Come hasta que te sientas satisfecho y detente una vez que obtengas una sensación de saciedad. En muchas ocasiones, debido al sabor de la comida y a la cantidad disponible, solemos comer demás. Como consecuencia, sobrecargamos nuestro estómago y favorecemos la aparición de síntomas como el reflujo.
No duermas después de comer. Si nos acostamos directamente después de comer, dificultamos los procesos digestivos correctos de nuestro organismo. Debes evitar ir a dormir inmediatamente después de comer, pues tu organismo necesita un espacio en el que pueda digerir de forma activa y adecuadamente tus alimentos.