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Crédito: Celia Shapiro
La mala costumbre de festejar con cohetones no solo genera sustos en nuestros niños pequeños sino también en nuestras mascotas, y peor aún en los animales de la calle.
Los perros, por ejemplo, tienen un oído mucho más desarrollado que los humanos, lo cual los hace sentir diez veces más la intensidad de un sonido. Entonces la detonación de un cohetón para ellos es percibido como el estallido de una dinamita.
Algunos animales de la calle, como los pajaritos y los perros callejeros, son los que quizá más sufren pues viven en las calles y están expuestos a estas detonaciones. Además, hay que tener en cuenta que se trata de animalitos sin casa y hambrientos, que siempre están en la búsqueda de restos de comida. Al escarbar basura muchos tragan -sin querer- estos cohetones, lo que les genera serios problemas en el aparato digestivo, y en ocasiones la muerte.
A pesar de haber vivido hace 15 años un episodio tan triste como fue el incendio de Mesa Redonda -provocado por la explosión de piroténicos-, que dejó unos 300 fallecidos; y que recientemente hayamos conocido la noticia de una desgracia similar en México, la gente no recapacita.
Y esto no se trata “travesuras”, sino de actos de irresponsabilidad por parte de niños y –lo que es peor- de adultos. Los juegos pirotécnicos han causado diversos accidentes, entre quemaduras, pérdida de extremidades de los niños que los manipulan, y en ocasiones hasta la muerte.
Volviendo a los animales y reconociendo que aun cuando todos los que compartimos este blog no participamos de estos juegos, hay mucha gente que sí lo hace.
Los juegos pirotécnicos ponen en riesgo la tranquilidad e incluso salud de nuestras mascotas. Sobre todo de los perros, que reaccionan con gran nerviosismo y temor,.
¿Qué hacer entonces para que las mascotas, que están bajo nuestro cuidado, no la pasen tan mal?
Al detonar uno de estos explosivos, los animales perciben el olor a pólvora que les genera desconcierto.
Para tranquilizarlos, durante el momento de las explosiones, es necesario que tu mascota esté acompañada de la familia, y que cuando se le vea nerviosa, la acaricie.
No la dejes sola en casa, pero si no tienes otra opción, que no sea por mucho tiempo. Déjale agua y su alimento concentrado. Y es muy importante que dejes encendida la radio en volumen moderado paro que se sienta acompañada.
Si todos están en casa, asegúrense que la puerta de la casa esté cerrada, pero por si acaso colócale un collar con sus datos, por si llegara a escapar (instinto de supervivencia) y así se le pueda localizar.
El peor error que cometemos las personas con nuestras mascotas es que tratamos de “humanizarlas”. Y no lo hacemos por maldad, al contrario, lo hacemos porque queremos compartir nuestras celebraciones y fechas especiales con nuestros animalitos. Pero, no es necesario.
