En el año 2014, se reportó el primer derrame de petróleo en la zona de Cuninico, en Loreto. Al menos 2.358 barriles de petróleo se derramaron al río Marañón, afectando a varias comunidades ribereñas. Estas solicitaron apoyo a las autoridades locales y del Gobierno, pero no fueron atendidas. Un nuevo derrame, registrado el 16 de setiembre del 2022, agravó el problema.
Ante ello, las comunidades de la zona convocaron a un paro de protesta y bloquearon el tránsito fluvial en el río. Las embarcaciones que circulan por la zona transportando víveres y diversos productos desde Yurimaguas hasta Nauta no pudieron completar su recorrido, y eso generó un alza en el precio de los alimentos.
“Debido al paro que emprendieron las comunidades cercanas a Cuninico afectadas por el derrame de petróleo, que cerraron el río Marañón con canoas y botes, varias embarcaciones fluviales que transportaban alimentos desde la costa, principalmente verduras y frutas, quedaron retenidas. Algunos comerciantes tuvieron que hacer el transporte vía aérea desde la ciudad de Lima, incrementando la tarifa de los productos”, explicó a El Comercio un comerciante de Nauta.
Sin embargo, luego de varios días de diálogo, las comunidades acordaron permitir el paso de las embarcaciones. Las autoridades locales, por su parte, se comprometieron a brindar una mejor atención a los moradores afectados por el derrame de crudo.