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¿Vivimos en democracia?: la alarmante percepción de estudiantes de 4to y 5to de secundaria
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Las elecciones del 2026 están cerca, pero la confianza del país en la política cada vez es más débil. Y no es para menos. En solo seis años, el Perú ha tenido cinco presidentes. Una cifra que sería alarmante en cualquier parte del mundo, y que sin embargo, los peruanos hemos normalizado. Rodeados de protestas, vacancias y un intento de golpe de Estado se ha generado una grave crisis política que ha debilitado la institucionalidad y la percepción de la democracia entre los ciudadanos.

Y si bien para muchos la política es un tema de adultos, hay una voz que casi nunca se escucha: la de los adolescentes. Sin embargo, esta generación también se verá afectada por las decisiones tanto de una población desinformada como de los políticos incapacitados para gobernar. Además, en tan solo unos años los adolescentes estarán en condiciones de votar e incluso de asumir funciones públicas.
Por ello, los corresponsales escolares del colegio La Inmaculada Concepción de Surco decidimos aplicar una encuesta a estudiantes de 4to y 5to de secundaria, con el objetivo de entender cómo es que perciben la democracia en el Perú y qué tan comprometidos se ven con la política. Se abordaron temas como su comprensión del término democracia, la confianza en las instituciones públicas y los principales problemas que perciben en el panorama político actual.
Los resultados de la encuesta permiten reconocer que, lejos de la indiferencia, los adolescentes parecen decepcionados y preocupados por la realidad del país. Un ejemplo de ello es que un 70% de los estudiantes encuestados piensa que en el Perú no se vive en democracia.

La desilusión temprana
La democracia, según estándares internacionales, sigue siendo considerada el sistema de gobierno más deseable. El Perú ocupa el puesto 75 en el Índice de Democracia 2022 elaborado por The Economist, con una calificación de 5,92 puntos, lo que lo posiciona como una democracia en problemas.
En ese mismo sentido, los resultados de la encuesta reflejan una percepción similar: el 90% de los estudiantes considera que la democracia peruana es ineficiente, siendo la corrupción el principal motivo. Esta coincidencia entre el diagnóstico internacional y la mirada de los jóvenes evidencia una problemática reconocida tanto desde fuera como desde dentro del país: un claro descontento social hacia la democracia.
Al contrastar estos resultados con encuestas nacionales como las del IEP e IPSOS, encontramos coincidencias notables: más del 80% de la población adulta considera que el Congreso no representa adecuadamente a los ciudadanos, y el 75% cree que el sistema democrático peruano está en crisis. Lo impactante es que esta desconfianza ya está presente en quienes aún no tienen derecho al voto, lo que evidencia una desilusión temprana y arraigada.
Otro hallazgo clave es la percepción compartida sobre la corrupción como el principal obstáculo para una democracia real. Los jóvenes no solo identifican el problema, sino que comprenden su impacto directo en la credibilidad del sistema democrático.
¿Desconfianza o nueva conciencia política?
Al respecto, la politóloga Paula Távara comenta que dentro de la juventud peruana empieza a desarrollarse una forma distinta de participación política partiendo por rechazar los partidos tradicionales. Aunque hay una gran desconfianza política —agravada por múltiples escándalos de corrupción y crisis institucional—, los jóvenes no abandonan su participación dentro de la democracia.
Por lo contrario, esta generación se involucra de manera activa tanto en redes sociales como en movilizaciones ciudadanas, como en las marchas de noviembre del 2020.
Távara resalta que esta nueva forma de participación nace de la pérdida de confianza en partidos políticos como forma efectiva de representación. A pesar de la fragmentación y a las múltiples crisis que sufre nuestro país, la politóloga subraya que “los jóvenes aún participan activamente, aunque mediante otros medios más descentralizados”.
Entonces, ¿este nuevo estilo de participación podría ser el primer paso hacia una democracia más honesta, más horizontal y realmente representativa?
El riesgo a futuro
En el colegio los alumnos aprenden sobre los tres poderes políticos y que se debe votar cada cinco años, pero nadie los prepara para tantas crisis políticas en poco tiempo. De hecho, la mayoría de los estudiantes encuestados sabe qué es la democracia en tanto a que el ciudadano sienta confianza en sus autoridades y, por ende, crea que tiene la misma representatividad que otro ciudadano ante las instituciones.
Por tanto, el verdadero riesgo está en cómo se enseña a los estudiantes sobre los problemas históricos de la política apuntando a un pesimismo que hace pensar que nada va a cambiar.
Los escolares somos capaces de reconocer el problema, los resultados demuestran que los jóvenes no esperan a cumplir los 18 años para empezar a pensar en el país, sino que ya están opinando, analizando y eligiendo entre repetir la historia o cambiarla.
La participación no desapareció, solo se transformó: de los partidos a las redes, de las urnas a las calles. Y eso también es una expresión de democracia. Una democracia que esta generación no desea abandonar. Pues aunque haya crisis, hay algo que no cambia: las opinión de los jóvenes que se siguen alimentando y a las que habría que escuchar con más atención.
Esta nota fue escrita por los corresponsales escolares Gabriel Aguirre, Jimena Baza, Joaquín Lazo, Pedro Camacho y Valery Baldeón del Colegio Inmaculada Concepción de Surco, bajo la mentoría de la periodista de El Comercio Fernanda Huapaya.










