Eden Hazard, de 29 años, flamante fichaje del Real Madrid. Antes brilló en el Chelsea. (Foto: Reuters)
Eden Hazard, de 29 años, flamante fichaje del Real Madrid. Antes brilló en el Chelsea. (Foto: Reuters)
/ Sergio Perez
Diego Barrio de Mendoza

fue el fichaje estrella del para la presente temporada por 100 millones de euros. Luego de un Mundial excepcional, una campaña magnífica en Chelsea y varios intentos por mudarse a España, Florentino Pérez logró cerrar la operación con la intención de salvar al conjunto merengue, que sufrió los despidos de dos entrenadores en menos de un año por pésimos resultados.

Sin embargo, el extremo belga de 1.75 metros, lejos de demostrar su mejor nivel en el Santiago Bernabéu, dio sus primeras actuaciones con cinco kilos de más. “Es cierto, no puedo mentir, si estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. Engordé cinco kilos en verano. Soy una de esas personas que engordan muy rápido y luego lo pierden muy rápido”, expresó Hazard a la revista belga Sport/Foot.

Incluso, en su primera temporada con el Real Madrid solo ha jugado ocho partidos, en los que marcó un gol y brindó tres asistencias. En el partidazo ante Atlético de Madrid por la Supercopa de España, en el que los merengues se impusieron por penales, el belga ni apareció en la banca de suplentes.

"Tuve que parar tres semanas por una pequeña molestia. Tardé en tomar el ritmo después de eso", reconoció el jugador.

Pese a que puede justificarse con el hecho de caer en reiteradas lesiones al tobillo, lo cierto es que Hazard se está convirtiendo en uno de los peores fichajes en la historia del club por sus pocas e intrascendentes colaboraciones con la decente campaña del Madrid hasta el momento. No marcó su primer gol hasta la victoria por 4-2 contra el Granada en octubre.

Esta situación dista bastante de lo sucedido con Gareth Bale en su primera campaña merengue 2013/2014. El galés pasó prácticamente todo su primer año entre algodones y sin jugar, pero fue fundamental en la obtención de la Copa del Rey y la Champions League de ese año con sendos golazos.

En el mejor de los casos, Hazard podría igualar la marca de Bale, brillante a su vez en la última final de Liga de Campeones ante Liverpool; pero también teme volverse como otros jugadores de corte ofensivo que en su mayoría costaron carísimo y no rindieron como se esperaba.

Michael Owen: el ‘Niño Maravilla’ fue contratado por Real Madrid en 2004, una temporada después de la llegada de David Beckham. El inglés se sumaba así a una delantera fantástica que incluía al ‘Fenómeno’ Ronaldo, Raúl González y Fernando Morientes. Costó la cómoda cifra de 12 millones de euros, un insólito precio para una figura del calibre de este futbolista letal.

Pero, el mundialista británico no ganó ni un solo título con los merengues y se marchó la temporada siguiente, pese a concretar algunos golazos (16 en total) principalmente en combinación con Beckham.

Robinho: considerado el ‘Nuevo Pelé’ cuando recién exhibía su fútbol en Santos, el delantero brasileño desplegó habilidad en la campaña 2005-2006 con la tienda blanca, aunque nunca llegó a brillar. El valor de la transacción ascendió a 43 millones de euros.

Este veloz atacante marcó solo 25 goles en tres temporadas. Ganó la liga española en dos oportunidades y la Supercopa de España. Su último año lo pasó en la banca y expresó públicamente su enojo con el entonces entrenador Fabio Capello. Acabó firmando por el Manchester City.

Antonio Cassano: el ‘Bambino’, poseedor de un talento innegable con la pelota en los pies, fue presentado en casa blanca como uno los mejores jugadores de Italia. Estuvo en la capital española a modo de préstamo por 5.5 millones de euros.

Sin embargo, su mal estado físico y kilos de más le impidieron desenvolverse con normalidad, pese a disputar algunos buenos partidos. Al final de su camino fue apartado por Capello debido a indisciplinas. Solo conquistó dos goles en dos goles en una temporada y media.

Arjen Robben: 35 millones desembolsaron los blancos para hacerse con los servicios del veloz futbolista holandés en 2007. Por momentos, su juego era tan preocupante para los rivales como el de Lionel Messi.

Se marchó al Bayern Múnich en 2009, debido a la incorporación de CR7 y el retorno de Florentino Pérez como presidente, conocido por su ambiciosa política de fichajes.

Kaká: llegó a Real Madrid junto a Cristiano Ronaldo por 67 millones en 2009. Ambos eran las principales estrellas y armas para hacerle frente a un extremadamente fino Barcelona de Pep Guardiola. Pero, solo el portugués logró destacar y, además, volverse en quizás la mejor incorporación madridista de la historia (cuatro Champions, tres Mundial de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos ligas, dos Copas del Rey y dos Supercopas de España en diez años).

Quien ganó el Balón de Oro, la Champions y la Copa Intercontinental con el Milan, se vio superado por las lesiones y finalmente fue opacado por la figura de Mesut Özil, que fue fichado luego de su gran Mundial Sudáfrica 2010, en la época de José Mourinho. Tras 120 partidos y 29 goles, se fue de vuelta a Italia en 2013 con una liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España en su palmarés como jugador merengue.

Con Ricardo sucedió todo lo contrario que con Cristiano, su nivel físico disminuyó considerablemente y terminó relegado a la banca de suplentes. Ya no era el mismo que ganó casi todo con la selección brasileña.

Hazard, por su parte, está a la mitad de la su primer período y aún tiene mucho por demostrar. Capacidad no le falta, nadie lo duda. Quien lo ha visto dentro de una cancha sabe que su velocidad natural y control de balón en movimiento es superior al de la mayoría de futbolistas. Cabe esperar a que termine la temporada para saber con más certeza si se transformará en un deportista que evoluciona y hace crecer al equipo o que se conformó con pisar el campo del Santiago Bernabéu vestido de blanco.

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