Daniel Ahmed: “Si no hay desarrollo, es muy difícil exigir una bolsa de minutos, porque no hay base”

Por más que en algún momento buscamos razones para ilusionarnos, la Selección Peruana Sub-20 de ‘Chemo’ del Solar no inspiraba confianza. Si bien se hizo un trabajo de largo aliento durante más de dos años, varias decisiones del entrenador redujeron el pequeño margen que teníamos y todo se vino abajo en Venezuela: sin un lugar en el hexagonal final por cuarta vez consecutiva, cero puntos en el Grupo A, apenas tres goles a favor y 11 en contra. Las estadísticas dicen mucho, pero no resumen la seguidilla de errores que se vienen cometiendo en la formación de menores desde hacer varios años.

MIRA: “La trascendencia solo podrá medirse en el futuro”, Renato Cisneros y por qué el ‘U’ - Messi fue mucho más que un amistoso

Un Torneo de Reservas inestable a lo largo de los últimos años –y que no se disputará desde este 2025–, los cuestionamientos a la desaparecida bolsa de minutos y el desinterés de algunos clubes por formar futbolistas como un proyecto a largo plazo. No hay un orden, no hay normativas y la exigencia cada vez es más frágil. Con ese panorama, competir con otras selecciones juveniles se vuelve una quimera.

Para Daniel Ahmed, actual director de fútbol de la Universidad San Martín y que en el pasado lideró un ambicioso proyecto en la Federación Peruana de Fútbol (FPF), charló con nosotros y analizó el escenario que encontramos por estos días en la pobre formación de jugadores que hay en el Perú. Con varios puntos sobre la mesa, el argentino cree fervientemente que en nuestro país hay material humano para sacar adelante una buena camada de futbolistas. Sin embargo, pone el parche: sin una reglamentación clara ni una vigilancia activa sobre las instituciones deportivas, todo seguirá siendo un sueño sin sustento.

¿El desarrollo del fútbol de menores ha retrocedido en el Perú?

Es una afirmación lógica. Uno de los grandes problemas que siempre hablamos que hay en el Perú, es que en el Perú no existen las menores, existen solo en Lima. Y eso no varía, y al no variar, no hay crecimiento. Nosotros tuvimos 36 años sin ir a un Mundial, justamente por ese poco desarrollo que hubo. A partir de 2010 y 2011, empezó a haber un empuje dentro de la Federación a tener ciclos completos de selecciones juveniles. Ya en el proceso de (Edwin) Oviedo, en el 2018 se terminó de instalar la Sub-13, Sub-15, Sub-17 y reservas para todos los equipos de Primera División y Segunda División del país. Hubo el reto regional, que eran selecciones regionales Sub-12, Sub-14 y Sub-16, que proveían a los equipos profesionales; y se creó un torneo nacional, que es el Torneo Centenario, y ahí fue quizás el pico más alto que tuvo el fútbol peruano en el sueño de alcanzar el desarrollo. Pero a partir de ahí empezó a caer y hoy volvemos a la primera hoja, que tenemos que buscar sí o sí desarrollar el fútbol nacional, porque en las menores están los futuros jugadores profesionales.

En una coyuntura como la peruana, donde en los últimos dos años no ha habido bolsa de minutos, y salvo cuatro o cinco equipos de Primera División hacen uso de sus canteras, ¿cree que deba volver la bolsa?

La bolsa de minutos va proporcionalmente de la mano del desarrollo de menores. Yo no te puedo pedir bolsa de minutos, sino desarrollo de menores, porque, ¿a quién le voy a dar minutos si no tengo menores? En cambio, si yo invierto en menores, la bolsa de minutos obliga a premiar al que forma menores. En este caso es muy desproporcional todo, porque como decís vos, cinco equipos forman menores, los otros 11 equipos de Primera División, y casi todos los equipos de Segunda División (a excepción de San Martín y otros equipos más), no forman menores. De 30 y pico de equipos, tendrás a siete u ocho que forman menores, después los otros 20 y pico no forman.

Entonces, ¿cuál es la exigencia de la bolsa? Si no hay menores para formar competitivamente. Para mí es el desarrollo, y a partir del desarrollo es la exigencia de la bolsa. Pero si no hay desarrollo, es muy difícil exigir una bolsa de minutos, porque no hay base.

¿Por qué para algunos clubes en la Liga 1, los menores son negociables?

Si vos te fijas, el modelo de Sudamérica es justamente formar y vender. Los países desarrollados a nivel fútbol son todos grandes; jugadores de Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Colombia, todos se dedican a formar y vender, porque dentro de ese rubro del fútbol está la sustentabilidad y el crecimiento del fútbol en los países. Yo pienso que Perú es un país donde hay grandes ingresos en los clubes, porque la TV invierte, las casas de apuestas invierten, etc.. Entonces, no sé, eso lleva a los dirigentes a decir “bueno, con esto me conformo, no necesito crear”. En Primera estoy hablando, porque en Segunda no hay ingresos y en Tercera no hay ingresos. Entonces, para mí el fútbol de Primera División se endulzó por muchos años, porque tenían ingresos muy fáciles y no recurrieron al desarrollo de menores.

Y más allá, pienso que hay un tema cultural que el fútbol peruano no se acostumbró a formar, a crear escuelas formativas y el responsable principal de esa gestión es la FPF. Es muy importante que la Federación ponga a través de las licencias a todos los equipos del Perú, en el calendario y en la obligación de tener menores justamente supervisadas por licencias para que se cumplan con las normativas; porque yo puedo decir que tengo menores, pero no tengo entrenadores, no tengo un campo para entrenar, no tengo elementos, entonces, es un proceso de normativas que me permitan desarrollar. Y desarrollar es una inversión, no es un gasto; esa inversión deja mucho dinero.

Se entiende...

Mira los casos de muchos clubes de Argentina, casos como Independiente del Valle, el mismo Perú. Perú por ir al Mundial, por haber tenido un desarrollo en la década que pasó, fue al Mundial y por ir al Mundial solamente, la FIFA dio 20 millones de dólares. El periodo de hoy es un periodo de mucho crecimiento y desarrollo, hubo muchas empresas muy importantes que invirtieron sumas muy altas, justamente porque el desarrollo convoca a las empresas que tienen esta visión.

Vos vivís en Piura y quieres ser abogado, ¿no? Y en Piura no hay facultad de abogacía. ¿Podés ser abogado? No. Es un tema tan lógico, pero tan lógico. Entonces, si en Piura hay una universidad de fútbol, en este caso un club profesional y ese club profesional tiene todo un programa formativo como una universidad y tiene un torneo nacional competitivo, ya está. Son esas dos piezas que hay que mover, pero moverlas profesionalmente, moverlas a través de licencias, a través de normativas, a través de exigencias, a través de multas si no se cumplen con los objetivos e inmediatamente empieza a fluir. ¿Qué cantidad de jugadores empezó a vender Perú al extranjero a partir del Mundial? Un montón de jugadores. Entonces, por eso el fútbol peruano tiene mucho potencial económico en sus talentos jóvenes y también profesionales. Pero si no armamos la estructura deportiva adecuada, vamos a estar 36 años más sin ir al Mundial.

Este año no va a haber Torneo de Reservas, pero va a haber Liga 3, que en parte sí es bueno para que haya un programa como que Liga 1, Liga 2, Liga 3...

Por un lado, es muy bueno que el fútbol peruano se haya categorizado. Antes era Primera y Copa Perú. La Copa Perú no es algo malo, la Copa es algo bueno en el lugar que le corresponde porque la Copa Perú es fútbol amateur; y el fútbol amateur tiene el rol de promover al fútbol profesional y está bien que exista la Copa Perú. Ahora se ha categorizado el fútbol profesional. Este es un punto a favor. Haber creado Primera, Segunda, Tercera, son tres procesos de categorización para llegar al fútbol máximo que es la Liga 1. Está bien, ya lo podés regular el fútbol, ya el equipo que desciende a Segunda puede reorganizarse y volver de la Primera. Antes, el equipo que descendía a Copa Perú se perdía y desaparecía. Ahora de Segunda, puedes descender a Tercera y seguir subsistiendo; lo que estaría faltando es un sistema de reparto en esta categorización. Hoy toda la plata entra al fútbol profesional y no hay un sistema de reparto a Segunda y a Tercera para dar una base de estabilidad a los equipos que descienden. Porque si yo desciendo de Primera ganando un millón de dólares a Segunda y en Segunda hay cero dólares para repartir de los ingresos de la televisión, me estás condenando a desaparecer.

Entonces, por un lado, la categorización del fútbol para mí es muy bienvenida. Necesitaba el fútbol peruano, de Copa Perú no ascender a Primera, sino tener una Primera División, una Segunda , una Tercera y recién la Copa Perú. Hasta ahí está bien en la medida que a futuro Segunda y Tercera reciban ingresos en reparto de la televisión que les permita autosustentarse. Yo estudié las Ligas de Sudamérica cuando estuve en la Federación y en las Ligas, si la televisión reparte 100: van 70 a Primera, 20 a Segunda y 10 a Tercera, y eso con eso tienen que sustentarse los clubes. Además de crear menores, tanto en Primera como Segunda como en Tercera.

¿Qué es lo que está faltando?

Lo que le han quitado, es otro desarrollo que es el desarrollo justamente del fútbol de menores. Le está faltando ahora crear menores en Primera, Segunda y Tercera. Tercera puede ser una Liga más juvenil, pero Primera y Segunda tendrían que estar todos los equipos categorías menores por lo menos como se creó en su momento: Sub-13, Sub-15, Sub-17 y reserva, y jugar un torneo nacional. Y ahí vamos al presupuesto. No tener menores en el fútbol de un país es como que un padre le diga a hijos: “hijos todo este mes no vamos a comer porque no tengo plata para comprar la comida”. La única inversión que no se puede dejar de hacer en un desarrollo del fútbol de un país, es la de menores. No invertir en menores es como no darle de comer a tu hijo, es lo esencial para que el fútbol de un país crezca claro.

Aproximadamente, ¿con cuantos partidos de diferencia llega un chico de otro país de Conmebol con un peruano?

Ahí se empiezan a generar las grandes distancias. ¿Por qué hablamos de competencias y por qué hablamos de formación? Porque volvemos a lo mismo: a partir de que todos los clubes forman de manera profesional, un chiquito de 12 o 13 años empieza desde edades tempranas a trabajar con la nutricionista, con la parte física, la fuerza, las capacidades físicas, lo técnico-táctico, y paralelamente todos los fines de semana empieza a competir contra un equipo fuerte. Y no es que entrena tres veces por semana o cuatros veces al mes, entrena desde febrero o desde enero hasta mediados de diciembre y está todo el año evolucionando.

El colegio es un paralelismo a lo que es la formación en el fútbol. El fútbol infantil es primaria, de primer grado al séptimo grado; el fútbol juvenil es secundaria, de primer año a quinto o sexto año, y después entras a la universidad que es fútbol profesional. Acá, los equipos profesionales son pocos los que tienen fútbol base y la secundaria existe en cinco equipos de élite nada más. Entonces, ¿cuántos egresados de la universidad vas a tener? Casi ninguno, tienes muy poca población, no hay espacios formativos. Por eso vuelvo a lo mismo: es un tema de desarrollo, si no hay desarrollo, no hay crecimiento, si no hay educación no hay crecimiento, es un tema básico. Si a un chico no lo mandan a la primaria o a la secundaria, es imposible que entre a la universidad; la universidad en el tema del fútbol es el fútbol profesional.

Como es el caso en Argentina, Brasil, Colombia, entre otros...

En Argentina, Brasil, Colombia, en todos los países desarrollados en fútbol, les llegan por años miles de futbolistas formados desde fútbol base con procesos de fútbol juvenil a la Primera División. En Perú, te llegan 100 y en otros países llegan 1000. Por eso, a la hora de armar un equipo juvenil o una Sub-17, en Argentina tienen a 40 equipos que han armado juveniles y en Perú tienen seis. Son 800 jugadores contra 40, ¿cómo haces para competir? ¿Cómo haces para tener igualdad de condiciones a nivel material humano para poder vencer? Y a la vez, este chico que se formó en las categorías de menores, tuvo un proceso formativo con psicólogos, con nutricionistas, con trabajo de fuerza, con gimnasios, con campo; y el formado en Perú tuvo pocos elementos. Entonces, es muy difícil.

El camino es simple: hagamos que el chico cumpla los procesos educativos y si los cumple, que no solo sea en Lima, sino en las 24 regiones del país. Ahí vas a tener claramente un desarrollo enorme y una riqueza de ingresos, porque el país va a empezar a vender jugadores, va a competir en Copa Libertadores, vamos a ir a Mundiales, los profesionales van a ganar muchísimo dinero, va a ser una industria. Acá nos está faltando eso porque Perú tiene todo: tiene material humano, talentos en el país, grandes docentes que hoy no tienen lugar, hay dinero para invertir en infraestructura, pero bueno, tenemos que dar el paso, tenemos que tomar la decisión que en su momento tomó Oviedo y así fue como llegamos a un Mundial y llegamos a tener menores en todos los equipos del país. Yo más que criticar, lo que quisiera es construir. Lo que no hicimos, ya no se hizo; bueno, empecemos a hacerlo, empecemos a crecer porque en definitiva lo que hacemos es ayudar a la sociedad de jóvenes del país, porque más allá que ese jugador no llegue al fútbol profesional, el fútbol lo educó y va a lanzar un ciudadano a este hermoso país para hacerlo crecer.

Se toma como una buena noticia que un equipo como Universitario que esté trabajando en su CAR, Melgar el año pasado inauguró el suyo y en Cusco haya tres clubes que estén trabajando en eso…

Yo recién estuve con la gente de ADT y están buscando eso. Es una buena noticia para el fútbol peruano porque hay clubes con cultura deportiva, los clubes están empezando a entender que sí, el fútbol no solo es intentar llegar a Primera División, sostenerse o llegar a Copa, también es desarrollar sus canteras. Las canteras, si la analizas monetariamente, lo primero que hace es bajar el costo de la plantilla del equipo profesional, porque no es lo mismo traer un jugador de segunda línea de Lima, que me va a salir unos 3 o 4 mil dólares, que uno que sale de mi cantera. Si en 10 jugadores me estoy ahorrando 30 mil dólares mensuales, en un año me sale 300 mil dólares, todo gracias a lo que está produciendo mi cantera.

Si eso pasa, generas pertenencia por la región en donde te crías, generas un desarrollo sostenible porque el deporte educa, genera conducta deportiva y tiene un montón de riquezas a nivel social; tiene mil temas positivos. Por eso los menores en el país son la salud de una sociedad a través del deporte, hasta es un nivel moral de los líderes que llevan adelante que esto se pueda producir.

¿Cómo miras ahora el proyecto que tienes en San Martín?

San Martín, hablando de esta cultura que supo instalar en su momento, está buscando crear un proyecto de desarrollo que le permita volver a posicionarse, ya sea en el fútbol profesional como en menores nuevamente. Es una universidad que tiene el espíritu educativo en sus genes y tiene a varios líderes que han estado comandando los proyectos en el pasado y los quiere revivir ahora. Hay un nuevo socio dentro de la universidad y dentro del equipo, que también tiene una visión a futuro. Hay un proyecto que entusiasma mucho. Alberto Macías, que un histórico dentro de los procesos sociales en juveniles, está dentro del proyecto gestionándolo. Es un proyecto que esperanza mucho y genera un sueño que puede terminar siendo un Independiente del Valle tranquilamente, y la evolución que esperamos se lleva a cabo.

El tema de menores es un tema muy social, es un tema muy arraigado al crecimiento de un país. Genera un dolor que eso no se produzca, siendo este un país tan noble, un país con tanto potencial. Hay que pasar a la acción y la acción es miremos para adelante, si el cambio existe, hagámoslo ahora y hagámoslo por un país mejor, por un Perú mejor.