Christian Cruz Valdivia

En la salida al campo de juego, Rodrigo Ureña carga a su pequeño vestido de crema en brazos. Un simbolismo perfecto, porque el volante chileno es quien da sus hombros para que se apoyen todas las ilusiones de Universitario, porque da todo su amor para que la sonrisa de su hijo se repita en cada rostro enamorado de esos colores. Da la vida para que la alegría se mantenga semana a semana.