Carlos Zambrano: así fueron las últimas horas del defensor peruano que escupió a un policía en Brasil

Entremos en contexto: tras el empate sin goles en La Bombonera -también controversial-, Boca disputó la vuelta en el Mineirao. En la previa, el propio presidente del Atlético Mineiro acusó malos tratos por parte de los argentinos y amenazó con recibirlos “de la misma forma”. Dicho y hecho. El ‘Xeneize’ tuvo problemas desde su entrada a tierras brasileñas: pasó horas varado en el aeropuerto de Belo Horizonte y la noche anterior al partido los jugadores no pudieron dormir por los fuegos artificiales que reventaban afuera del hotel de concentración.

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Aún así, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo pudo reponerse a los obstáculos y, en medio de un partido friccionado, se puso adelante en el marcador. El lateral Marcelo Weigant aprovechó un error del portero rival tras un tiro libre y puso el gol que suponía, hasta ese momento (minuto 66), el gol de la clasificación. Pero el árbitro uruguayo Esteban Ostojich, apoyado en el chileno Julio Bascuñán, encargado del VAR, decidió anular el tanto por un off-side milimétrico del ‘Pulpo’ González.

Ahí empezó todo.

Zambrano, de la calma a la impotencia

Carlos Zambrano no formó parte de los once jugadores que estuvieron dentro del campo en el momento del gol anulado. Estaba en el banco de suplentes. Buscando borrar la imagen de “explosivo” que tiene, el ‘León’ fue uno de los pocos que intentó apaciguar las aguas cuando el árbitro Ostojich fue a ver al VAR la jugada. En las imágenes se ve a Russo diciendo “esto es una vergüenza”, al central Lisandro López cogiendo un parlante y amenazando con lanzarlo a los miembros de la delegación rival...y al peruano tranquilo, intentando calmar a sus compañeros.

Después de ocho minutos, el partido continuó y acabó con el marcador en blanco. En los penales, Mineiro ganó 3-1 con el arquero Everson como la figura. Pasó de ser casi villano a héroe. Cosas del fútbol. Pero el caos vino después de los festejos del cuadro brasileño.

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En el túnel que dirige a los vestuarios del recinto deportivo, jugadores y dirigentes de Boca Juniors empezaron a pelearse con miembros de seguridad. Leandro Somoza, ayudante de Russo, levantó una valla y amagó con tirarla. Detrás entraron Bermúdez y el propio DT. Luego la policía empezó a tirar gases. Algunos jugadores, como el propio Zambrano que aún seguía buscando la calma de sus compañeros, resultaron afectados. El central nacional publicó una historia en su Instagram en la que mostraba sus ojos rojos y un mensaje “los colores se defienden”, aunque lo borró en cuestión de segundos.

Luego de unos minutos de calma, volvieron Somoza, Russo y Cascini. Primero, a hablar con la seguridad. Pero enseguida, el integrante del Consejo reaccionó a una agresión y repartió golpes. Enseguida se sumaron el ‘Pulpo’ González y Javier García. Sebastián Villa cogió una valla de seguridad y lo aventó. Pavón tirando objetos contundentes. Y Marcos Rojo con un extintor en sus manos.

Mientras tanto, el presidente de Mineiro Sergio Coelho protagonizó un bochorno más al tirar botellas a los jugadores de Boca desde el vestuario local.

Cerca de la medianoche, todavía dentro del vestuario, de los incidentes se pasó a la detención de integrantes de la delegación por “agresiones y desacato”, según informaron las autoridades locales. Rojo, Izquierdoz, Villa, Zambrano, Javier García, Somoza y Gayoso, los apuntados que terminaron en la comisaría, pero la Policía buscaba más nombres.

Una noche en la comisaría y el parte policial

A muchos les sorprendió ver el nombre de Carloz Zambrano en medio de los detenidos por la policía brasileña. En las imágenes que circulan en las redes sociales se ve al peruano buscando que la pelea no llegue a mayores. Sin embargo, el defensor fue denunciado por escupir a policías del batallón de ROTAN (Operaciones policiales especiales), según se lee en el parte policial.

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Tras el escándalo, el ómnibus de Boca se dirigió directamente a una comisaría local para continuar con las indicaciones de la policía. En otro hecho inédito y sin precedentes, el plantel xeneize pasó la noche en el micro y en la puerta de la comisaría en Belo Horizonte. Y con los ocho integrantes de la delegación apuntados declarando por los hechos acontecidos.

Después de más de 12 horas de escándalo internacional, y con la eliminación de la Copa Libertadores, los integrantes de la delegación argentina recibieron el OK para dejar la comisaría y emprender el viaje hacia el Aeropuerto Internacional de Belo Horizonte, donde los espera el vuelo que los llevará a Buenos Aires.

Según medios argentinos, Boca espera viajar hoy mismo (1 de la tarde, hora peruana) para luego someterse a los testeos de COVID-19 y ver la manera de afrontar el siguiente partido: vs. Banfield el sábado 24 por la liga. Carlos Zambrano aún no se pronuncia al respecto, pero lo ocurrido en Brasil puede ser el guión de una película. Aunque por ahora solo es un escándalo más en la Copa Libertadores.

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