De pie. Así despidió el exigente público francés al peruano Juan Pablo Varillas en el Philippe-Chatrier, la cancha central de Roland Garros. En su debut en un Grand Slam, el tenista peruano salió con la frente en alto y con las sensaciones de que a sus 26 años ha llegado el momento de dar el golpe en el circuito ATP.
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Fue derrota en cinco sets ante el número 9 del ránking Félix Auger-Aliassine, pero hay mucho de dónde agarrarse. De esos dos primeros sets brillantes que ganó por doble 6-2, de ese segundo aire en el quinto set para pelearle hasta un 3-3 a un tenista llamado a ser uno de los sucesores del ‘Big 3′, de esa garra que demuestra el peruano que no dejó ver en el campo que se trata de un tenista que está más de cien puestos por debajo de su rival.
El marcador de 6-2, 6-2, 1-6, 3-6 y 3-6 nos habla de un Juan Pablo con el tenis para pelear en el circuito ATP. Ya le hizo partido a Diego Scharzmann en Tokio 2020, batalló con Benoit Paire en un ATP 500 en Hamburgo y ayer lo demostró en la misma cancha central de Roland Garros. “Que el 9 del mundo tenga que jugar a su mejor nivel dice mucho del partido”, nos explica Tupi Venero, hoy capitán de la selección peruana de la Copa Davis. Y así lo sintió el mismo Varillas. “Es una forma de demostrarme que tengo el nivel para jugar este tipo de torneos y subir en el ránking”, aseguró para el portal Tenis al Máximo.
Es que los dos primeros sets fueron de maravilla y despertó la ilusión del público peruano, del que estuvo en la tribuna y del que madrugó en nuestro país para ver el partido, pero mantener ese ritmo le fue complicado. “Mantener esa velocidad es difícil, más aún cuando no se está acostumbrado. Correrle todo a ese canadiense que es potente y agresivo es complicado. Recién en el quinto set Juan Pablo agarró un segundo aire, pero Auger-Aliassime metió mucha presión con su devolución”, nos agrega Tupi.
Ovacionado en la cancha central
Así también lo ve Juan Diego Llosas, especialista en tenis. “Ganar los dos sets fue una situación nueva para Juan Pablo y algo a lo que está acostumbrado Auger-Aliassime. Varillas empezó a ser impreciso y el canadiense encontró sus goles”, nos comenta.
Para el periodista, el cambio se dio en el juego del número 9 del ránking. “Dio un paso adelante, se paró más cerca a la línea y empezó a ser más agresivo. Varillas tenía menos tiempo para llegar a las bolas”, nos dice. En los dos primeros sets “el juego era más profundo, puntos más largos”, asegura.
El cambio se dio para el tercer set. “Félix levantó su nivel y eso descuadra a Juan Pablo. Ahí se notó el hecho que esté empezando a competir en la élite”, nos dice Gonzalo Sobrevilla, aficionado al tenis que estuvo en el Philippe-Chatrier alentando a Varillas.
“La experiencia que él tiene se notó y yo caí un poco en la intensidad”, aceptó el mismo Juan Pablo Varillas en contacto con la prensa en Roland Garros. “En algún momento él iba a subir su nivel porque jugar a cinco sets es muy largo. Traté de llevarlo al límite y el quinto set estuvo ahí, en detalles”, concluyó el tenista peruano.
Lo que ninguno discute es la garra con la que jugó Juan Pablo Varillas. “Eso está clarísimo. El sueño de Juanpi era jugar Roland Garros y en esa cancha central. La actitud no la negoció nunca”; nos dice Juan Diego. “Nada que reprochar. Tiene el tenis para seguir jugando este tipo de torneos”, agrega Gonzalo. “Todo el tiempo luchó, con muchas armas”, sentencia Tupi.
Pese a la derrota, ha sido una buena presentación de Varillas. En Roland Garros y en Philippe-Chatrier. “De esto uno nunca se olvida”, asegura y el público peruano se lo aplaude.