Rogger Fernández

Cuatro años atrás en Tokio 2020, cuando el Perú madrugaba para ver en acción y sentirse orgulloso de sus deportistas, María Belén Bazo avanzaba al compás del viento en la modalidad RS:X hacia la meta con el objetivo de hacer historia. Su vela estaba rodeada de los mejores competidores del mundo y finalizó su prueba alcanzando el puesto 13 de la clasificación general. Si bien la posición no le permitió pelear por una medalla, fue la peruana mejor ubicada en el ranking general. Y, hoy, cuatro años después y una nueva modalidad iQFOiL (Windsurf), las piezas del destino se acomodaron para que vuelva a intentarlo en los Juegos Olímpicos de París 2024.

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Previo a que inicia la competencia, el lunes 29, ‘Mabe’ -como también la conocen- alzó el teléfono desde Marsella, hermosa ciudad francesa que estableció como su base de entrenamiento desde hace casi un mes, para conversar con Deporte Total sobre sus expectativas en París 2024, su ilusión por codearse con veleristas de élite, su preparación física y mental de cara a esta competencia y sus ganas por sacarse esa espinita clavada desde la edición anterior.

—¿Desde cuándo estás en Marsella y qué es lo que más te ha llamado la atención?

Estoy aquí desde hace un mes. Hace bastante calor, hay más viento de lo normal. Yo vine a entrenar aquí en 2022 y 2023, y normalmente no había mucho viento; pero este año ha habido más viento que en anteriores ocasiones. Es más, el pronóstico para los próximos días es de bastante viento. Me llamó la atención eso. Y, en verdad, es una ciudad que me encanta, porque es súper entretenida, es bastante alocada y desordenada; pero tiene su lado entretenido. Ya la conozco bastante.

—¿Entrenas en el lugar de la competencia?

Sí, hemos entrenado aquí en el lugar de competencia. Para nuestro deporte es muy importante conocer el lugar. Nosotros navegamos en el mar y cada cancha es diferente. Las condiciones de viento y de olas son diferentes en cada lugar, por eso es súper importante para nosotros instalarnos con bastante anticipación para ir conociendo las principales características de la zona. Y, sí, las olas acá son bastante complicadas, porque son desordenadas. Me ha costado un poco acostumbrarme a eso, pero me ha servido un montón estar acá entrenando casi un mes.

—¿Cómo se viven los días previos a una competencia como los Juegos Olímpicos?

En verdad estoy súper feliz de estar acá. Me encanta esta ciudad, hay un montón de cosas por hacer aparte de navegar. Hay unas montañas súper cerca, también está la playa. Estoy con mi papá y mi hermano; y a parte de estar enfocada en mis entrenamientos la estoy pasando bien.

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—¿En qué consisten tus entrenamientos?

Hemos estado entrenando con bastantes chicas de todos los países. La mayoría ha venido a entrenar acá el último mes. Cuando tuvimos una regata de práctica como un amistoso fue súper bueno para la preparación. Hemos entrenado partidas, maniobras, bombeos, todo tipo de entrenamientos específicos para el campeonato.

—Buscaste la clasificación a París 2024 en la cancha, pero tuviste que esperar otros resultados para conseguirla. ¿Qué sentiste cuando te dieron la noticia de que habías obtenido el cupo?

Estaba triste por no haber clasificado, confundida, un poco perdida con todo. Y cuando me dieron la noticia me puse súper feliz y emocionada de poder participar en estos juegos. Sigo sintiéndome agradecida de que al final se dieron las cosas (la suiza Elena Sandera declinó de su participación) y ahora estoy aquí entrenando los últimos días para competir.

—En Tokio 2020 fuiste la peruana mejor ubicada en la clasificación general (puesto 13). ¿Cuánto ha cambiado esa versión de María Belén hasta hoy?

Era otra modalidad. La había entrenando toda mi vida. Tenía las expectativas súper altas, sentía mucha presión. Tokio 2020 eran mis primeros Juegos Olímpicos, era como mi gran objetivo, entrenaba con los mejores del mundo. Había bastante presión. Ahora que cambió la modalidad fue un reto empezar casi de cero, aprender una clase nueva. He aprendido no solo de los Juegos Olímpicos anteriores, sino también de los Panamericanos: presionarte tanto y ponerse nerviosa no sirve de mucho. Entonces, siento que voy con una mentalidad mucho más relajada, obviamente lista para dar lo mejor de mí y esforzarme al máximo en cada regata, pero sabiendo también que quiero disfrutar la experiencia. Es un regalo estar acá y quiero aprovecharlo al máximo.

—¿Qué te motiva a dar todo y hacia dónde apuntas?

Me encanta navegar, dar lo mejor de mí, esforzarme al máximo y exigir a mi cuerpo físicamente. Mi motivación es disfrutar de hacer este deporte increíble y sacar lo mejor de mí. Mi objetivo es darlo todo y no arrepentirme de no haberlo hecho, sentirme satisfecha con mi esfuerzo.

—¿Sueñas con una medalla en París 2024?

Ahora tengo mucha más experiencia. Me siento mejor preparada mentalmente, con una mejor actitud y confianza. Creo que eso me va a ayudar bastante a pelear por ese objetivo.

—¿El día de la competencia esperas ver a una gran cantidad de peruanos apoyándote?

Sí, claro. Mi papá y mi hermano están acá conmigo apoyándome también. Espero que sí hayan más peruanos.

—¿Cómo crees que le vaya al Team Perú en París 2024?

El equipo de vela está súper bien preparado. Somos solo tres, pero siento que lo podemos hacer muy bien. Está Stefano Peschiera, campeón panamericano, y ojalá que le vaya increíble. Y también Florencia Chiarella, que es un poco menor, pero tiene una proyección increíble. Y el resto del equipo creo que hay mucha ilusión por hacer un buen papel.

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