Simone Biles, la gimnasta superestrella de nacionalidad estadounidense, volvió a poner en duda su presencia en la final, ahora de gimnasia modalidad aparatos, debido a que indicó que tiene dificultades con las herramientas. Ya antes se había retirado de la final individual y de las finales por equipos.
Biles señaló “los demonios” en su cabeza para explicar su renuncia a competir, que se podría extender a las finales por aparatos que comienzan el domingo. Además de las dificultades psicológicas, Biles evocó una pérdida de referentes en el espacio, lo que las gimnastas llaman la pérdida de figura (“twisties”), una situación que a veces se refuerza con el estrés y que puede poner en peligro a los deportistas.
En un vídeo publicado en Instagram durante el entrenamiento del viernes, se la puede ver aterrizando con la espalda en las almohadillas al final de sus movimientos. “Nunca me había pasado en barras y potro, solo en suelo y salto. Pero esta vez ha sido literalmente en cada aparato. Realmente da miedo”, explicó Biles en su cuenta de Instagram.
“Esto no me había pasado antes de dejar los Estados Unidos. Empezó por azar justo después de las clasificaciones”, añadió. Los problemas de referencias en el espacio amenazan la participación de Biles en las finales de salto y barras asimétricas el domingo, el lunes en suelo y el martes en potro.
“Seriamente, no sé qué hacer. Es el sentimiento más raro. Estoy petrificada por intentar hacer un movimiento pero no tener mi espíritu y mi cuerpo sincronizados. A los que dicen que renuncio, no renuncio, mi espíritu y mi cuerpo sencillamente no están sincronizados, como pueden ver aquí (vídeo)”, añadió.
Simone es para los especialistas, la mejor gimnasta de la historia y llegaba a estos Juegos Olímpicos, luego de haber ganado cuatro medallas de oro en Río 2016.