Hay vueltas en la vida que tarde o temprano terminan por concretarse, y para Juan Máximo Reynoso cruzar la puerta de la Videna volverá a ser algo habitual, como lo fue hasta el 2000 cuando era el capitán de la selección peruana.
Desde el seno de la FPF, ayer confirmaron a El Comercio el acuerdo al que se llegó con el ‘Cabezón’ para que tome el buzo de la selección peruana que dejó Ricardo Gareca. Hay historias que parecen hechas para repetirse y el fútbol peruano tiene muchas –de las buenas y malas–, pero esta variante se vio en el 2009, cuando Juan Reynoso pasó a dirigir a Universitario tras el año y medio que dirigió el ‘Flaco’ en el cuadro de Ate.
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Este miércoles podría ser presentado Reynoso en el nuevo cargo, en el cual desde ya debe encarar lo que será el proyecto para las Eliminatorias 2026. Tendrá su primer acercamiento con los jugadores en setiembre, para el amistoso hasta ahora confirmado ante México.
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—Lo que dejó, lo que encuentra—
Juan Reynoso bien podría ser catalogado como un histórico de la selección peruana. Fue el capitán durante el proceso a Francia 98 en el que tuvimos a puertas del Mundial, pero su salida fue de la peor manera.
Francisco Maturana no lo consideró luego de la caída ante Colombia en la Copa de Oro en febrero del 2000. La explicación que dio Lander Aleman –hoy presidente de la Comisión de Torneos de la FPF– fue que el técnico no cree en intocables ni conflictivos. Reynoso nunca más volvió a ser convocado.
Esa fue la selección que dejó. Un equipo que tras 14 partidos vio cómo la FPF despedía a Maturana, un proceso hacia Corea-Japón que tuvo que completar Julio César Uribe. Esa era la selección post Reynoso. De luchar una clasificación mundialista con Oblitas de técnico y el ‘Cabezón’ en la zaga a octavos en Sudamérica.
Era la Federación que presidía Nicolás Delfino, con Manuel Burga en la vicepresidencia y con el mencionado Aleman titular de la comisión seleccionadora Japón-Corea del Sur 2002. Eran los tiempos que nacían las famosas comisiones seleccionadoras, algo que recién en el 2010 se fue olvidando. Como recordaba Mario Fernández, estas comisiones tuvieron al general Julio Velázquez Giacarini que le firmó solo 5 partidos a Ternero y al Juvenal Silva que se cerró y botó a Uribe en tiempo récord
Hoy encuentra otra Blanquirroja tras lo hecho por Ricardo Gareca. Un equipo que es capaz de levantarse desde el fondo de la tabla, que ha sabido ganar dos veces en Quito y salir victorioso en Asunción y Barranquilla. Encuentra otra vez a Juan Carlos Oblitas en la Videna, ya no como su técnico, sino como el director general de fútbol, el encargado de darle todas las garantías para su proceso.
Si bien no hay jugadores en la élite del fútbol –solo Tapia en la Liga–, existe un universo de jugadores que podrá dar soporte con miras al Mundial 2026 –con Carrillo y Cueva como abanderados– y nuevos rostros a descubrir y fortalecer, como Valera, Concha, Távara o los Sub 20 que la FPF va descubriendo por el mundo.
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Además, llega a un lugar donde la palabra ‘reestructuración’ suena fuerte y él es un abanderado de ello. Lo demostró en el humilde Bolognesi; lo confirmó en Melgar, que tras el 2014 se volvió un equipo competitivo año a año; y renunció cuando las condiciones no eran las mejores como en Aurich y Garcilaso. El orden institucional es también su prioridad.
Juan Reynoso, ese técnico al que cuesta aún descubrir pese a su apertura en los últimos años volverá a la Videna. Lo hará luego de 22 años con el mismo objetivo de cuando era jugador: luchar por un trabajo ordenado y pensar en el Mundial como máximo premio.