No es el clásico rival, pero el destino lo puso al frente en momentos importantes. Brasil fue el coprotagonista del primer partido de la selección por Eliminatorias, allá por 1957. También en una de las dos finales que disputó la ‘Bicolor’ en Copa América (2019). Y es el único al que no hemos podido vencer en procesos clasificatorios. Perú nuevamente enfrentará al ‘Scratch’ este jueves (7:00 p.m.) en el debut de peruano en la Copa América 2021.
El primer Perú-Brasil se dio en 1936, por la Copa América 1936-37 (en ese entonces llamado Campeonato Sudamericano), ante 20 mil espectadores. En el Viejo Gasómetro, en Argentina, el equipo dirigido por Alberto Denegri cayó por 3-2. Roberto, Afonsinho y Niginho marcaron para la ‘Verdeamarela’. Lolo Fernández y ‘Manguera’ Villanueva descontaron para los nuestros.
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Desde entonces, ambas selecciones se han enfrentado en 47 oportunidades, entre amistosos, Eliminatorias, Copa América y Mundial. La balanza está claramente a favor de ellos: 33 victorias, 9 empates y apenas 5 triunfos de la ‘Bicolor’. La diferencia de goles también es enorme: 102 contra 31. Sin embargo, hay dos particularidades que invitan a la ilusión previo al debut de este jueves: tres de las cinco victorias se dieron por el certamen continental y dos fueron en tierras brasileñas.
Mientras el equipo de Ricardo Gareca se prepara para dar el batacazo en Río de Janeiro y cortarles una racha de ocho triunfos al hilo, recordamos cuatro historias curiosas que se dieron en choques entre ambos.
Así le fue a Perú ante Brasil por Copa América:
AÑO | SEDE | RESULTADO |
---|---|---|
1936 | Argentina | 3-2 | D |
1942 | Uruguay | 2-1 | D |
1949 | Brasil | 7-1 | D |
1953 | Perú | 1-0 | V |
1956 | Uruguay | 2-1 | D |
1957 | Perú | 1-0 | D |
1959 | Argentina | 2-2 | E |
1963 | Bolivia | 1-0 | D |
1975* | Brasil | 3-1 | V |
1975* | Perú | 2-0 | D |
1989 | Brasil | 0-0 | E |
1993 | Venezuela | 0-0 | E |
1995 | Uruguay | 2-0 | D |
1997 | Paraguay | 7-0 | D |
2001 | Colombia | 2-0 | D |
2015 | Chile | 2-1 | D |
2016 | Estados Unidos | 1-0 | V |
2019** | Brasil | 5-0 | D |
2019** | Brasil | 3-1 | D |
* La ediciónde 1975 no tuvo sede fija. La semifinal de ida se jugó en Brasil y la vuelta en Perú.
** En 2019, ambas selecciones se enfrentaron en fase de grupos y en la final.
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La hazaña de Belo Horizonte
Sensacional y categórico. Con esos dos adjetivos el Diario El Comercio destacó el triunfazo de Perú (3-1) ante Brasil por la semifinal de ida de la Copa América 1975. Ni antes ni después la ‘Bicolor’ pudo imponerse ante el ‘Scratch’ como aquel 30 de septiembre en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. Era, además, el primer triunfo peruano en tierras brasileñas (ya le habíamos ganado 1-0 en Lima en la Copa América de 1953).
A los 19 minutos, luego de un gran pase del Teófilo Cubillas, Enrique Casaretto pisó el área brasileña y cruzó un balón inatajable para el golero Raúl. Ese fue el 1-0. Pero Brasil le complicó el partido a la blanquirroja con el tanto de Roberto Batata a los 50′, quien empalmó una volea de derecha que venció al golero Sartor.
Perú no se intimidó y reaccionó con un golpe letal del ‘Nene’ Cubillas a solo nueve minutos del final. El ’10′ de la blanquirroja ejecutó un tiro libre de manera espectacular y colocó el balón en un ángulo alto, imposible para el guardameta Raúl quien se estiró al máximo para evitar la caída. El 2-1 de Perú sobre Brasil ya era histórico y por demás inesperado.
Pero hubo más. Casaretto se apoderó de un balón en ataque tras un pivoteo y sacó un zurdazo potente desde fuera del área. Fue un golazo que sentenció el 3-1 de una batalla épica en la historia de la selección peruana. Ese fue un paso gigante hacia el título de la Copa América 1975.
Las informaciones de la época cuentan que el vestuario fue invadido por varios hinchas peruanos residentes en Brasil, quienes se desesperaban por abrazar y besar a los jugadores de la blanquirroja. Todos, junto al cuerpo técnico y dirigentes del plantel, lloraron y cantaron el Himno Nacional.
Entre tanta emoción, El Comercio pudo conversar con las figuras del partido. “Jugando al lado de Teófilo todo resulta más fácil, este ha sido el mejor partido de toda mi vida y lo dedico a quienes tuvieron confianza en mi persona y a toda la afición peruana”, dijo Enrique Casaretto. “Siempre confié en la victoria peruana, salimos a buscarla porque en nuestra patria tenemos jugadores de gran clase, igual que en cualquier parte del mundo. Muy buen rival, lo que amerita más el triunfo”, finalizó el ‘Nene’ Cubillas.
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La niña que eliminó a Brasil
Por un momento, ni la magia de Teófilo Cubillas ni las decisiones tácticas de Marcos Calderón podían marcar el futuro de la selección. Todas las miradas estaban puestas en lo que podía hacer la pequeña Verónica Salinas. Con una chompa negra, la adolescente de 14 años introdujo su mano derecha a un trofeo que hacía de boletillero y sacó un papelito con el nombre de Perú. La alegría se apoderó de los peruanos presentes en el salón de actos de la Asociación Nacional de Fútbol: la ‘Bicolor’ accedía así a la final de la Copa América 1975.
Unas horas antes, en el estadio Alejandro Villanueva, la ‘Bicolor’ perdió 2-0 frente al ‘Scratch’. Y tras el 3-1 de Belo Horizonte, la derrota igualaba a ambas escuadras en el marcador global de las semifinales. Al estadio llegó el peruano Teófilo Salinas, presidente de la Conmebol, junto a su hija, Verónica. El dirigente se dirigió al palco, mientras que la estudiante del segundo año de secundaria en el Colegio San Silvestre se dirigió en la zona baja de occidente.
La derrota no estaba en los planes de nadie. Tanto que ni el reglamento de la Copa América 1975 no decía qué hacer en caso de igualdad de goles y puntos en el resultado global, en este caso de 3-3. En una decisión apresurada, los dirigentes decidieron hacer un sorteo esa noche. Verónica fue a buscar a su papá al palco, quien la vio y decidió que ella decida la suerte de ambas selecciones.
El salón de actos de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF) ubicado en el estadio Nacional, fue el lugar elegido para el sorteo. Ya habían pasado dos horas del partido cuando Teófilo Salinas reunió a Augusto Moral, dirigente peruano, y Coronel Guillermo Ferreyra, representante brasileño, le pidió a cada uno que escriban el nombre de su país en un papel y las depositaran en una copa. Luego vendría la historia ya conocida, Verónica Salinas llevaba a la Selección Peruana a la final del torneo.
La hija de Teófilo Salinas se convertía en una nueva heroína del fútbol peruano sin pisar una cancha de fútbol. A sus 14 años, era la escolar más querida de la noche, presente en cada brindis de las celebraciones. La Selección Peruana finalmente lograría la segunda Copa América de su historia tras ganarle a Colombia en Caracas. ¿La más feliz? Verónica Salinas, la niña que le ganó a Brasil.
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Una mano bendita
“¿Ya son las 4?”, pregunta algo nervioso Raúl Ruidíaz a los reporteros peruanos que llegaron hasta el hotel Westin de Seattle, en Estados Unidos. El delantero del Morelia de México, con bolsas en mano tras hacer algunas compras en un centro comercial cercano, pensaba que llegaba tarde a la charla técnica de Ricardo Gareca, pero no era así. Eran las 3:58 p.m. del 5 de junio de 2016, un día después del debut de la selección peruana en la Copa América Centenario: 1-0 ante Haití por el grupo B. En Estados Unidos se construyó la base para los nuevos tiempos en el equipo bicolor, que clasificó a Rusia 2018. Los horarios eran más rígidos y los permisos casi nulos; la idea de Gareca era renovar el plantel e instaurar una nueva idea de compromiso y disciplina. Ruidíaz era consciente de eso y por eso el nerviosismo con el tiempo.
Pero no sería la única vez que la ‘Pulga’ cuente los segundos con tanta angustia. Siete días después, en el Gillette Stadium, de Massachusetts, el delantero de metro 69 se convertiría en gigante ante Brasil. Marcó con la mano el gol que produjo tres hechos al mismo tiempo: victoria y clasificación para Perú, eliminación por primera vez en fase de grupo para el ‘Scratch’. Y también el partido que sacó a Dunga del seleccionado brasileño.
¿Cuántos gritos de gol pueden durar más de un minuto? Esa euforia extendida solo puede desatarse con esas anotaciones en tiempos de descuento. La corrida de Andy Polo, la noche del 12 de junio del 2016, comenzó en el minuto 74; la anotación de Raúl Ruidíaz se registró a los 75′; sin embargo, se hizo oficial 240 segundos después. Al anotar en el arco de Alisson, Ruidíaz salió a festejar a una de las esquinas de la cancha. Lo acompañaron Yotún, Guerrero, Cueva, Vílchez. Frente a ellos estaba un grupo de peruanos que olvidó el viento helado para agitar las manos de victoria. De pronto, Cunha le habló a su micrófono portátil. Todavía los jueces no habían corrido al centro del campo. La terna uruguaya quería el apoyo de los árbitros asistentes en medio de esta jugada que ni siquiera la televisión pudo enfocar con claridad.
En ese tiempo no existían las licencias para utilizar el VAR (‘árbitro asistente de video’, por sus siglas en inglés) en partidos oficiales; Cunha lo único que podía hacer era llamar a jueces de apoyo que estaban en el campo. Hoy ese gol habría sido anulado sin contemplaciones y este equipo renovado de Gareca iba a quedar fuera de la Copa América en primera ronda. “Recordé lo que habíamos conversado con Marcelo [el psicólogo] y salí corriendo con Corzo para hablar con Cunha”, comenta Ramos. Esos cuatro minutos se jugó otro partido. Y también tenía que ganarlo Perú.
“Ya cobraste el gol, todo el mundo ha visto que lo cobraste. Lo cobró tu juez de línea también”, le repetía Ramos a Cunha. Lo acompañaban Corzo, Polo y el preparador físico Néstor Bonillo. Doscientos cuarenta segundos tuvieron que pasar para que se tomara una decisión con este gol. Cunha se sacudió los audífonos y señaló el centro del campo. Gol peruano para ganarle a Brasil después de 41 años en una Copa América y clasificar a los cuartos de final del torneo. Las cámaras de todas las cadenas internacionales minutos después confirmaron la mano de Ruidíaz.
Al salir del campo del estadio Gillette, Ruidíaz negó que su gol fuera con la mano. “Fue muslo”, dijo el atacante. Ya de vuelta en Lima, luego de la eliminación por penales ante Colombia en Nueva Jersey, la ‘Pulga’ hizo una inesperada confesión. “Tenía miedo a decir lo, pensé que nos iban a descalificar del torneo. Decidí confesar lo de la mano, porque me sentía mal por haber mentido”, señaló quien fue por un momento el peruano más querido. Y el más odiado en tierras brasileñas.
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