Duro golpe en Brasilia. La goleada nos mostró el rostro que se había maquillado con la victoria sobre Uruguay. Si bien una derrota ante Brasil es previsible, un 4-0 desnuda dos cosas básicas: cuando sales a defender, luego de un primer tanto en contra, el equipo no tiene las herramientas para pensar en una remontada. Y la otra es que la Bicolor sigue teniendo un plantel corto, que queda en evidencia con las variantes.