De marca ferretera tradicional a protagonista nacional: la historia de Matusita Tigre y sus planes de expansión en 2025

De negocio limeño a marca nacional con historia

Durante más de seis décadas, Matusita fue una marca reconocida por su calidad dentro del canal ferretero tradicional limeño. Nació en los años 60 como una iniciativa de empresarios nikkei que atendían una tienda comercial entre las avenidas Wilson y España, en Lima. Sin campañas publicitarias, construyó su reputación producto a producto, a través del trabajo de gasfiteros, técnicos e instaladores. Esa cercanía técnica y su presencia en edificaciones residenciales y comerciales consolidaron su lugar como una marca de confianza en instalaciones de agua, luz y desagüe.

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En 2009, el negocio se integró al Grupo Tigre, multinacional brasileña con presencia en más de diez países de América Latina, entre ellos Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Perú. La integración trajo consigo acceso a tecnología, procesos industriales modernos y alcance regional. Hoy, 15 años después, Matusita Tigre lanza una nueva etapa comunicacional y comercial, con la meta de crecer 25% en 2025. “Es una marca emblemática para nosotros. Representa calidad, trayectoria y cercanía. Y ahora, bajo el paraguas del grupo, queremos que su propuesta llegue a todo el país”, señala Pedro Franchy, gerente general del Grupo Tigre en Perú.

Tres marcas, tres públicos

El Grupo Tigre opera en el país con tres marcas principales: Matusita Tigre, enfocada en el canal ferretero tradicional; Plástica, dirigida a consumidores de presupuesto más ajustado y con mayor presencia en provincias; y Tigre, que ofrece soluciones más técnicas y de gran escala para los sectores de riego, saneamiento, minería e infraestructura. Estas marcas conviven sin solaparse: mientras Matusita llega a través de ferreterías e instaladores, Tigre abastece proyectos públicos, agrícolas o industriales, y Plástica atiende la demanda de bajo costo en regiones.

Actualmente, Matusita Tigre representa aproximadamente el 60% de las ventas del Grupo Tigre en Perú, pero su estrategia sigue centrada exclusivamente en el mercado local. El canal ferretero representa el 85% de sus ventas, y Lima concentra el 80% del volumen comercializado. La nueva meta es descentralizar esa presencia y crecer en regiones como Arequipa, Cusco, Junín, Trujillo, Chiclayo y Piura, con una red de socios estratégicos que amplíe su cobertura nacional. “Tenemos un plan ambicioso en marcha. El gran reto es llevar la marca a todos los rincones del país”, afirma Franchy.

Una planta clave en la región

El impulso para esta expansión proviene de la planta del Grupo Tigre en Lurín, de 85.000 metros cuadrados, considerada una de las más modernas del grupo en Sudamérica. Funciona como hub exportador para productos con normas internacionales —conexiones inyectadas, tuberías prediales, soluciones para riego— que abastecen a Bolivia, Ecuador, Argentina, Paraguay y próximamente Chile. Actualmente, esta planta opera al 55% de su capacidad instalada, lo que le permite acompañar el crecimiento proyectado sin necesidad de ampliaciones inmediatas. Aun así, se ejecutan inversiones constantes en nuevos moldes, herramientas y nuevos productos que les permitan seguir siendo una empresa que busca la innovación.

Una de las incorporaciones recientes al portafolio es la línea de polipropileno fusión, usada principalmente en sistemas de agua caliente, calefacción y redes de alta presión, gracias a su resistencia y hermeticidad. Esta expansión se complementa con el uso del portafolio del Grupo Tigre, que incluye tuberías de hasta 1.200 mm de diámetro y soluciones adaptadas a sectores como saneamiento, riego y minería.

Sostenibilidad y compromiso social

Matusita Tigre también ha logrado avances significativos en eficiencia operativa. En lo que va de 2025, ha reducido en más del 50% el consumo de agua por kilo producido, superando la mejora del 20% obtenida en 2024. El consumo eléctrico también se redujo en más del 16% el año pasado, y mantiene una tendencia de ahorro superior al 9% este año. Además, más del 50% de los insumos generados en planta son reciclados, como parte del programa corporativo de sostenibilidad Transformar, que promueve el uso eficiente de los recursos y la mejora continua en todas las operaciones del grupo.

En paralelo, la empresa destinó en el último año una inversión de aproximadamente S/2 millones a proyectos enfocados en la optimización de procesos y sostenibilidad ambiental, como parte de su estrategia de largo plazo.

La relación con técnicos e instaladores —eje histórico de la marca— se ha fortalecido con el programa Formando Expertos, desarrollado junto a instituciones como Sencico. Esta iniciativa capacita gratuitamente a personas de escasos recursos en instalaciones sanitarias, eléctricas e hidráulicas, con el objetivo de profesionalizar la mano de obra que sostiene el mercado predial. “El instalador ha sido siempre nuestro cliente más fiel. Con él construimos marca todos los días”, destaca Franchy.

Un año de consolidación

La marca prevé que las líneas de mayor crecimiento estarán vinculadas al sector infraestructura, especialmente si se reactiva la inversión pública. “Hay S/40 mil millones en obras detenidas. Si eso se activa, será una gran oportunidad”, señala el ejecutivo. En ese contexto, Matusita espera consolidar su liderazgo en el sector predial, pero también ganar espacio en minería, saneamiento y riego con una oferta más amplia y adaptada a nuevos mercados.

Pese al entorno político y económico desafiante del país, la empresa mantiene una visión optimista. Tigre Perú opera como una de las unidades más relevantes del grupo en Sudamérica y lidera los envíos a la región andina. “Si tuviera que resumir lo que veo en el futuro en una palabra, sería ‘optimismo’”, concluye Franchy.