Cuando restan tres días para que Frontera Energy abandone el lote 192 (Loreto) la zozobra cunde en el sector hidrocarburos. Como habíamos advertido en Día1, había un riesgo creciente de que Petro-Perú - virtual dueño del lote – no llegaría a tiempo para tomar la posta de la petrolera colombiana debido a la demora en la culminación del proceso de consulta previa, del cual depende la firma del contrato de transferencia.
La nueva ola de COVID-19 ha convertido esa amenaza en una amarga realidad.
MIRA: El 45% del canon petrolero de Loreto proviene de las operaciones del Lote 192
Fuentes del sector petrolero confiaron a Día1 que la estatal no ingresará al lote 192 el 6 de febrero y que aplazará su ingreso hasta el momento en que la pandemia permita culminar la consulta previa. Lo cual puede demandar cuatro, cinco o seis meses.
Dadas las circunstancias, esto significa que durante ese lapso se cerrará las instalaciones y se cortará la ayuda social que las comunidades nativas reciben habitualmente de los operadores del campo petrolero.
Es el caso de Frontera Energy, que venía desplegando programas de atención médica y entrega de víveres, balones de oxígeno e implementos hospitalarios, en las cuencas del Pastaza, Tigre y Corrientes.
La salida de la colombiana y el alejamiento temporal de Petro-Perú, obligarían a que Perú-Petro se haga cargo de la vigilancia del lote, lo cual acarrearía potenciales impactos sociales.
Malestar social
“El problema con esto es que las comunidades nativas que dependen de la operación petrolera quedarán abandonadas a su suerte, porque Perú-Petro no tiene recursos financieros para realizar ayuda social”, advierte una fuente consultada.
Este riesgo no habría sido advertido en toda su dimensión por el Ministerio de Energía y Minas (Minem).
En conversación con este diario, el viceministro de hidrocarburos, Víctor Murillo, reconoció la existencia de una zona gris entre la salida de Frontera y el ingreso de Petro-Perú, pero aseguró que ya se estaban tomando cartas en el asunto.
“Es cierto que hay este descalce y que el operador, que es Frontera, se va a ir un poco antes, así que hay un tema de vigilancia y tanto Perú-Petro como Petro-Perú están haciendo una coordinación más operativa para que este lote se mantenga y sus instalaciones no se degraden”, dijo.
¿En qué consisten dichas coordinaciones?
Vías de solución
Las fuentes consultadas por Día1 son unánimes en señalar que Perú-Petro habría propuesto a Petro-Perú que se haga cargo del lote 192 bajo la figura de ‘encargo especial’ para evitar un potencial conflicto social en tanto dure el estado de emergencia sanitaria y se concluya la consulta previa.
Sin embargo, la petrolera estatal habría rechazado la idea, tras consultar con sus consejeros legales y determinar que su ingreso en estos momentos le acarrearía graves contingencias, pues solo podría ejercer actividades de vigilancia sin percibir ninguna contraprestación derivada de la producción de petróleo (la falta de un contrato le prohibe explotar el lote).
Además, según una fuente consultada, Petro-Perú sólo estaría facultado a recibir el ‘encargo especial’ si este es aprobado por un decreto supremo que libere los recursos financieros para ejecutarlo.
Un ejemplo es el encargo especial (D.S. 029-2020-EM) que recibió del Minem en diciembre pasado para administrar provisionalmente la concesión de gas natural suroeste, que la española Naturgy abandonó por no ser rentable.
Mientras el Minem no adopte una iniciativa similar, el lote deberá ser asumido por Perú-Petro durante todo el tiempo que demore el estado de emergencia y la finalización de la consulta previa.
Al respecto, trascendió que la agencia de hidrocarburos se encuentra corriendo a marchas forzadas para contratar a una empresa especializada en vigilancia y mantenimiento de instalaciones de hidrocarburos.
Consulta a cuestas
Perú-Petro, cabe señalar, se encarga de cuidar tres lotes pequeños - 31-B, 31-D y 31-E -, que Maple Gas abandonó por quiebra en la selva de Ucayali.
La tarea de vigilar el lote 192 es un reto mayor, pues se trata del campo petrolero más grande del país, capaz de producir 20 mil barriles diarios de petróleo con las inversiones adecuadas.
Por esta razón, Humberto Campodónico, ex presidente de Petro-Perú, considera inconcebible la demora en procesar la consulta previa.
“Este un problema autogenerado por el Minem. Que tengas cuatro años con consulta previa y que no acaben”, exclama.
La consulta previa del lote 192, en efecto, estaba pensada para ser terminada en 2017, coincidiendo con el fin del contrato de servicios de Frontera Energy, operador temporal del campo petrolero.
Los continuos atentados contra el Oleoducto Norperuano y el clima de conflictividad social en Loreto - por promesas incumplidas del Estado Peruano - han prolongado el deadline del contrato hasta el 5 de febrero del 2021. Tiempo suficiente para que el Minem concluya la consulta.
“Esto se trata de un complot consciente o inconsciente contra Petro-Perú, para que no pueda entrar al lote 192 por consideraciones legales, a pesar de que hay una ley del Congreso (del 2015) que lo faculta a entrar”, apunta Campodónico.
La consulta previa del lote 192 es manejada de forma conjunta por el Minem y Perú-Petro. Esta última tiene a su cargo tres de las siete fases del proceso desde el 2019.
Víctor Murillo, viceministro de Hidrocarburos, tenía la expectativa de que la consulta finalizase este mes, pues se tenía finalmente “un cronograma más rígido y compromisos puntuales”. El rebrote de la pandemia ha malogrado estas previsiones.
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